Los trabajos de conservación habituales que se llevan a cabo en la Cueva de Nerja (Málaga) han permitido sacar a la luz el descubrimiento de una pintura rupestre. Se trata de trazos y manchas de pigmento rojo que se identifican con la forma de un animal con las características de un équido.
En un angosto espacio, en la Sala del Cataclismo, se ha observado esta representación figurativa. La misma se encuentra en un panel que fue utilizado como soporte de manifestaciones pictóricas durante el Paleolítico. Las dimensiones aproximadas de esta sección son de 0,80 metros de longitud y 0,90 metros de altura, aunque pudo ser mayor ya que, actualmente, muestra algunas alteraciones.
En este panel se reconoce la presencia de una figura animal. Se corresponde con el convencionalismo de un cuadrúpedo acéfalo, con cuerpo equino, que se encuentra inclinado hacia abajo y cuenta con pliegues en el cuello marcados a modo de cebraduras. Desde la grupa hasta la zona del arranque de la cabeza conserva una longitud cercana a los 35 centímetros. Del dorso a la zona ventral muestra una anchura de 14 centímetros.
Esta imagen fue delineada utilizando un pigmento rojo. Posiblemente se corresponde con hematites (óxido de hierro, muy común en el entorno de la cavidad), conforme se puede prever por el tipo de colorantes que han sido predominantemente utilizados en la realización de las pinturas de la Cueva de Nerja.
El figurativo se encuentra moderadamente conservado. Sin embargo, varios trazos de pigmento se han perdido, por lavado de aguas de goteo y por ocultación bajo películas de carbonato sobre la pintura, han indicado desde la Cueva de Nerja en un comunicado, añadiendo que en el caso de las extremidades, únicamente se conservan los puntos de arranque entre el cuerpo y las patas.
Estas primeras descripciones se han elaborado por el equipo del Instituto de Investigación Cueva de Nerja junto con el Dr. José Luis Sanchidrián, director del Proyecto General de Investigación interdisciplinar aplicado a la conservación de la Cueva de Nerja.
Los próximos pasos precisarán de estudios estilísticos concretos, del análisis exhaustivo del pigmento empleado y de una documentación gráfica, que ahora se apoya en la tecnología digital de la imagen, para generar un mosaico fotográfico de la figura y del panel.
Igualmente, se realizarán los protocolos destinados a ajustar la datación absoluta del motivo. El hallazgo lo ha llevado a cabo el equipo del Instituto de Investigación de la Cueva de Nerja junto con los miembros del Espeleoclub Cueva de Nerja, ambos coordinadores e integrantes del Proyecto General de Investigación Interdisciplinar aplicado a la conservación de la cavidad.
Estas labores para preservar la gruta, que se realizan de forma continua, resultan altamente productivas, tanto para corregir el impacto de alteraciones antrópicas como en lo que respecta a la producción científica arqueológica, que se cifra en varios y notables descubrimientos.
Estos constantes hallazgos, han sostenido, ayudan a ampliar los conocimientos de la cavidad, en relación al arte paleolítico y a otros aspectos de la historia arqueológica de la gruta, permitiendo el progresivo enriquecimiento del valor científico y patrimonial de la cavidad.