El Metro de Madrid ha experimentado varios cortes durante este verano, que han afectado sobre todo a la Línea 1. A partir del próximo miércoles, sin embargo, los usuarios ya podrán utilizar el tramo entre las estaciones de Sol y Nueva Numancia. Concluyen así los cortes por obras en nueve paradas, aunque todavía continuará cerrada una parte importante del itinerario, la que conecta con el tramo más al sur.
Así lo ha anunciado este jueves el consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, Jaime Rodrigo, en el pleno de la Asamblea de Madrid, en una comparecencia donde ha detallado las líneas generales de su área esta legislatura.
Los cortes por obras en la L1 comenzaron el pasado 24 de junio, cuando se cerraron prácticamente de golpe 18 paradas, entre Sol y Valdecarros. Con la apertura de este tramo, el suburbano volverá a circular por las estaciones de Nueva Numancia, Puente de Vallecas, Pacífico, Menéndez Pelayo, Atocha Renfe, Antón Martín, Tirso de Molina y Sol.
"De esta forma vamos a reabrir la mitad del trazado casi un mes antes de lo previsto", ha destacado el consejero durante su intervención. La Comunidad, que gestiona la red de Metro, no había puesto una fecha concreta para la finalización de las obras, aunque sí se fijó el mes de octubre como plazo de finalización de estos trabajos para renovar el tramo.
Segunda fase de las obras
Se trata de la segunda fase de las obras de renovación integral de la L1 de Metro, que conecta Valdecarros con Pinar de Chamartín y es la más antigua de la red del suburbano. Durante este tiempo, la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT) ha habilitado un servicio gratuito con hasta 58 autobuses que recorren desde el final de la línea hasta Atocha.
El delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, calificó esta misma semana de "éxito" el servicio sustitutivo y gratuito de 58 autobuses de la EMT por el cierre parcial de la línea 1 de Metro con 70.000 viajeros diarios y "prácticamente sin quejas ni reclamaciones", informa Europa Press.
La segunda fase de las obras de renovación de la L1 comenzó el pasado mes de febrero. Además de los trabajos realizados hasta la fecha, habrá una tercera etapa que será nocturna y no afectará a los viajeros. Con estas actuaciones, el objetivo es mejorar la velocidad y la comodidad de la ruta.
En concreto, buscan reducir los tiempos de recorrido de los trenes gracias a unas mayores prestaciones tecnológicas que aumenten la fiabilidad de las instalaciones y optimicen el mantenimiento de la vía.
En este proceso, se está eliminando el balasto, es decir, las piedras que se colocan sobre la plataforma de la vía y las traviesas de madera para sustituirlos por una nueva plataforma de hormigón. Así, se renovarán los sistemas de sujeción y de apoyo del carril. Además, se instalarán nuevos dispositivos de alta tecnología que gestionan el cruce y la ramificación de las vías.
Estos trabajos también permitirán reducir ruidos y vibraciones y mejorar el sistema de drenaje. En total, se actuará sobre más de 13 kilómetros de trazado y, de manera paralela, sobre las instalaciones de la Línea aérea y el sistema de señalización, y se llevarán a cabo labores de desamiantado.
Tras esta primera fase, se prevé que en 2024 se acometan los trabajos de mejora de la Línea 1 en el tramo restante, comprendido entre Sol y Pinar de Chamartín.