El pasado 27 de septiembre, la Empresa Municipal de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid, publicó en la Plataforma de Contratación Pública la documentación de un misterioso contrato, ya resuelto: una reparación para garantizar el funcionamiento de los hornos de cadáveres 1 y 2 del Crematorio de Carabanchel.
Tal y como figura en la memoria justificativa de este contrato valorado en 4.320 euros, fue el pasado 9 de abril cuando los trabajadores de manteniendo del crematorio sur del cementerio de Carabanchel detectaron que alguien había robado varios objetos de las instalaciones, así como todo el cableado de los hornos crematorios y la centralita del gas, que es el combustible que permite su funcionamiento.
Los ladrones se llevaron nada menos que 1.500 metros de cable de cobre que hacen que funcionen estos hornos que, tal y como figura en la citada documentación, resultan "imprescindibles". Por eso, su reparación era urgente. De no ser arreglados rápidamente, podrían "generar un grave peligro de salud pública".
Por eso, desde la Empresa Municipal de Servicios Funerarios pedían una empresa que pudiera llevar a cabo la "inmediata ejecución" de las reparaciones. Un contrato que fue adjudicado a Aplicaciones Técnicas para Racionalización Ahorro y Optimización de la Energía, S.A, con carácter de emergencia.
En la documentación se incluyen tres fotografías en las que se pueden ver los cables de los hornos cortados.
Pero los ladrones no solo se llevaron los 1.500 metros de cable. En la memoria justificativa del contrato, también figura una denuncia del 10 de abril, en la que se detalla que también habían desaparecido de las instalaciones del crematorio sur una caja de herramientas, un microondas, un aspirador, dos baterías, un ventilador, un teléfono móvil, un taladro eléctrico, una fuente de agua, un calefactor, una escalera de metálica de cuatro peldaños e incluso un prolongador con ladrón de cuatro enchufes.
Además de todos los objetos anteriores, también desapareció una remachadora y dos cajas con 24 urnas funerarias. Un robo difícil de rastrear, pues en la denuncia consta que el lugar de los hechos no dispone de cámaras que pudieran captar lo sucedido.
La Empresa Municipal de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid firmó el acuerdo con la empresa responsable de arreglar los hornos el 24 de abril. Las obras duraron 21 días. Por tanto, fue a mediados de mayo cuando los crematorios 1 y 2 del cementerio de Carabanchel volvieron a funcionar con normalidad.
El crematorio sur de Madrid está ubicado en la calle Ildenfonso González Valencia número 3. En la web de los Servicios Funerarios de Madrid figura que los hornos de este crematorio son un "referente" porque ofrecen a las familias "su experiencia y garantía" y, a los madrileños, "el compromiso con el medio ambiente". Unos hornos que, tras un misterioso robo de cobre, siguen funcionando a pleno rendimiento.