En el suceso ocurrido el pasado 6 de julio, la Policía Nacional ha detenido este miércoles a un hombre de 36 años acusado de rociar con un líquido inflamable y prender fuego a tres hombres en el distrito madrileño de Puente de Vallecas. El varón de origen dominicano pero nacionalizado en España intentó quemarles vivos, para después huir corriendo.
Las víctimas, procedentes de Ecuador, sufrieron quemaduras de diversa gravedad y fueron atendidas por los servicios de emergencias y trasladadas a hospitales cercanos.
El incidente se produjo alrededor de las 21:30 horas en la calle Carlos Aurioles, cuando tres hombres de origen ecuatoriano estaban sentados en un banco, bebiendo unas cervezas.
De repente, un individuo se acercó a ellos y sin mediar palabra los roció con un líquido inflamable, utilizando un mechero para iniciar las llamas. Tras recibir el aviso, los sanitarios del Samur-Protección Civil atendieron a los heridos, de entre 45 y 50 años, por quemaduras.
El hombre con quemaduras de segundo grado en el 20% de su cuerpo (axila, espalda y antebrazo) fue trasladado en estado grave a la Unidad de Quemados del Hospital de La Paz. Las otras dos víctimas, con lesiones menos severas, fueron llevados al Hospital Gregorio Marañón. Uno de ellos sufrió quemaduras en el brazo derecho, mientras que el otro podría perder un ojo debido a las heridas.
La Policía Municipal de Madrid acudió también al lugar de los hechos. En un principio, las víctimas afirmaron no conocer al agresor, aunque luego admitieron haberlo visto anteriormente en la estación más cercana.
Los agentes comprobaron que los heridos tenían antecedentes por amenazas y agresiones. Al final, terminaron confesando que conocían al atacante, con el que mantenían determinadas rencillas, pero nada importante.
La Policía Nacional asumió la investigación, recogiendo pruebas en el lugar, incluyendo la camiseta quemada de una de las víctimas, para identificar el tipo de acelerante utilizado. En un primer momento se pensó que pudiera ser gasolina o algún tipo de ácido.
El detenido tiene un extenso historial delictivo, incluyendo 35 arrestos previos por delitos contra el patrimonio, desobediencia y resistencia a la autoridad. Las fuentes policiales indicaron que el agresor padece trastornos psicológicos, lo que podría haber influido en su conducta violenta.
Inicialmente, se especuló que el ataque podría estar motivado por peleas entre el agresor y las víctimas. Sin embargo, tras su arresto, los agentes creen que el detonante principal fue el estado mental del detenido. La policía continúa investigando para esclarecer todos los detalles y las posibles motivaciones detrás del violento suceso.
El arrestado se enfrenta ahora a cargos por lesiones graves y se espera que el juicio revele más detalles sobre el trágico suceso.