Llega el calor a Madrid y con él, proliferan diversos insectos en las calles y las casas de la ciudad que no suelen gustar mucho a los vecinos. De hecho, hay pocas sensaciones más molestas que escuchar una mosca o un mosquito volar por la habitación sin poder encontrarlo.
Ante la llegada inminente del verano, hay un insecto concreto que se ha multiplicado y los madrileños han comenzado a compartir su preocupación en las redes sociales. Se trata de las polillas, una especie asociada a las zonas de campo que vuela alrededor de las farolas y a las luces por las noches.
A pesar de ser inofensivas, las polillas son insectos que producen un gran rechazo a muchas personas. La Real Academia define polilla como "mariposa nocturna de un centímetro de largo, cenicienta, con una mancha negra en las alas, que son horizontales y estrechas, cabeza amarillenta y antenas casi verticales. Su larva, de unos milímetros de longitud, se alimenta de borra y hace una especie de capullo, destruyendo para ello la materia donde anida, que suele ser de lana, tejidos, pieles, papel, etc.".
Desde los servicios de Emergencias de Madrid indican que, a día 6 de junio, aún no han recibido avisos relacionados con este tema, pero eso no impide que haya varios vecinos de Madrid que hayan vivido momentos de pánico al ver a estos insectos en alguna zona de la casa.
Raimundo Outerelo Domínguez es doctor e investigador en el área de Zoología de la Universidad Complutense de Madrid. En concreto, trabaja en el departamento de Biodiversidad, Ecología y Evolución.
Este experto explica en conversación telefónica con Madrid Total que "en absoluto se puede hablar de una plaga de polillas. Cuando la primavera es lluviosa se produce mucha vegetación de hierba, y eso acelera los ciclos de todos los insectos, y por supuesto también de las polillas, por eso está habiendo muchas en este momento del año. A ello se le une el calor, que obliga a abrir las ventanas y los insectos se cuelan en las casas".
"Al encontrarlas en casa, lo que no se debe hacer es cogerlas con la mano, pues las escamas se pueden quedar pegadas a la piel y en caso de entrar en contacto con los ojos pueden producir molestias oculares, pero en ningún caso es grave", explica Raimundo Outerelo.
Este experto apunta a que "la especie que más está proliferando es la llamada Noctua Pronuba, que se caracteriza por tener las alas amarillentas o anaranjadas y tiene una raya negra en un lateral. Es una de las especies más grandes, por eso llama especialmente la atención".
Para tranquilidad de los vecinos, Raimundo Outerelo concluye la conversación afirmando que "estas polillas no se comen la ropa" y que "su presencia durará en torno a un mes" porque "los gorriones y los vencejos las cazan ávidamente".