La urbanización 'de lujo' en Villaverde convertida en un infierno de balazos y drogas

Las fiestas pueden durar días, las drogas ilegales se consumen por doquier en espacios comunes y, al menos en dos ocasiones, una pelea ha terminado a tiros. "Me recuerda a mi país, Venezuela", lamenta un padre de familia.

La urbanización pertenece al complejo Parque Ingenieros, bautizado de esta forma por levantarse sobre lo que fuera el Cuartel Central de Ingenieros de Villaverde. Fue construida en 2020 en suelo público y pertenece a la socimi Vivenio. Todas las viviendas son de alquiler y forman parte del plan de Vivienda de Protección Pública de precio Limitado (VPPL) de la Comunidad de Madrid.

La urbanización vista desde el patio. Jaime Susanna

Desde que fueron levantados los cuatro bloques que conforman el Edificio Teide, la convivencia ha sido un problema. "De las 166 casas que hay, unas 40 son conflictivas", asegura un vecino que lo sufre desde el principio y que pide permanecer anónimo. Estos bloques son los números 85, 87, 89 y 91 de la calle Pícara Molinera y conforman la urbanización en la que nadie quiere vivir. 

Los más conflictivos son el 85 y el 89, donde se registraron los tiroteos. Y especialmente fiestero es el 91, donde todos los fines de semana hay un chunda chunda constante. "Hoy es viernes, en un rato empezará". El número 87 parece ser el único que se libra. 

Reyertas y un coche quemado

Jasmin llegó hace cerca de un año y ya está deseando marcharse. "Ves restos de sangre y bolsas de droga en los pasillos", asegura esta mujer venezolana que vive en el 91. "Hace poco bajó una señora [a un piso conflictivo] con un cuchillo en la mano porque ya la tienen harta".

Jasmin vive a menos de 20 metros de un apartamento donde constantemente hay ruido y música hasta altas horas de la madrugada. Tiene que convivir con eso junto a su marido y su hija de un año, a quien las circunstancias no le impiden ofrecer a este periodista su mejor sonrisa. "Le encantan las barbas", ríe su madre.

"Nos cortaron el cable de fibra óptica. Yo creo que se la querían cortar a ellos [al piso fiestero] y me tocó a mí. Estamos sin fibra", explica el marido de Jasmin. "El olor a porro es constante y entra en la casa. El otro día salí con mi hija y vi a cuatro tipos fumando aquí en el pasillo. Y las peleas a tiros… madre mía. Por la noche ves a la policía correr por el patio".

La urbanización Edificio Teide, en Villaverde. Jaime Susanna

La Policía Nacional conoce bien este lugar. Fuentes del cuerpo aseguran que en varias ocasiones han tenido que intervenir y ha habido detenciones por reyertas y vandalismo. En una ocasión llegó a arder un coche en las inmediaciones del 91. A las fuentes consultadas no les consta que haya pisos okupados, ni heridos graves, ni asesinatos.  

Los restos de peleas que acabaron a tiros se pueden apreciar en, al menos, dos zonas comunes del complejo. Una es un pasillo del bloque 85 donde hay dos balazos. La otra es el cristal del gimnasio, cuya foto abre este texto. "La del gimnasio no sabemos de dónde salió", asegura el vecino veterano.

El agujero no termina de atravesar el cristal, lo que indica que pudo ser una bala perdida o un disparo hecho desde lejos. Difícilmente una pedrada o cualquier otro proyectil podría haber dejado una marca tan profunda en un cristal tan grueso y, además, con una forma tan perfectamente marcada.

"Deben ser ajustes de cuentas o algo así", teoriza. Las fuentes policiales consultadas no han sabido precisar si hay presencia de bandas juveniles en este bloque. Lo que sí es cierto es que está ubicado a pocos metros del lugar donde fue asesinado a puñaladas Alejandro Pérez, un miembro de los DDP, en abril del año pasado.

Siete trinitarios fueron detenidos por esta muerte a las pocas semanas. Si nada ha cambiado desde entonces, el bloque se ubica en lo que algunos consideran "zona trinitaria".  

Se alquila por 930 euros

¿Cómo ha llegado la urbanización a esta situación? ¿Por qué esta y no las circundantes, que son prácticamente iguales? "Esto ha sido desde el principio, desde que se construyó", explica el vecino veterano. 

Algunos vecinos consultados teorizan que la empresa promotora de la obra hizo "trampa" al "alquilar pisos a inmigrantes sin papeles". "Falseaban documentación para que Vivenio [la empresa propietaria] lo aprobara y llevarse así una comisión".

La promotora ha negado tajantemente esta teoría a Madrid Total y asegura no saber cuál puede ser el error. "La documentación de los inquilinos tenía que pasar tres filtros: el nuestro, el de Vivenio y el de la Comunidad de Madrid". Difícilmente la promotora se la podría haber colado a dos organismos. Asimismo, un empleado de esta empresa que ha gestionado viviendas similares asegura que sería muy difícil hacer algo así y que la empresa es "muy seria" en este aspecto.  

Por su parte, la Consejería de Transportes, Infraestructuras y Vivienda de la Comunidad de Madrid asegura que "todos los contratos de arrendamiento del edificio" se "ajustan a la normativa vigente". La única parte implicada que no ha respondido a las preguntas de este periódico es Vivieno. 

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¿Es posible, simplemente, que los inquilinos conflictivos hayan subarrendado viviendas? Lo cierto es que el tránsito de nuevos huéspedes es constante. El vecino que le amarga los días a Jasmin y a su familia asegura que este viernes entrega las llaves para irse a vivir a otro sitio. "Por trabajo", afirma, sin entrar a valorar cómo son las relaciones de vecindad en esta urbanización.

Actualmente, hay en Idealista anunciada una casa en esta urbanización por 930 euros al mes. El piso está en el bloque 89 y cuenta con 79 metros cuadrados, plaza de garaje y opción de alojar mascotas. Para acogerse a este alquiler hay que cumplir con los requisitos para optar a una VPPL de la Comunidad de Madrid. Lo que no cuenta el anuncio es que ese es uno de los bloques donde se han oído disparos.