La Policía concluye que el conductor kamikaze tenía "suficiente visión" para evitar el segundo atropello
Un informe señala que, pese a que la luna delantera del coche estaba reventada en el lado del copiloto, la visión del conductor era "buena".
19 agosto, 2023 02:03La Policía Municipal concluye que el conductor kamikaze que arrolló a dos ancianos en el Paseo de Extremadura tenía "suficiente visión" para tratar de evitar el segundo atropello.
Así lo han hecho constar los agentes investigadores en un reciente informe, incluido en el sumario del caso, al que ha tenido acceso en exclusiva este periódico.
Dicho dosier analiza las grabaciones de las videocámaras de seguridad de varios negocios de la zona para tratar de reconstruir el suceso, ocurrido el 27 de abril de 2023. Un Mercedes C 200 plateado atropelló a una persona a la altura del número 154 del Paseo de Extremadura y a una segunda víctima mortal varios metros más adelante. Huía a toda velocidad de la Guardia Civil, que le persiguió durante varios kilómetros.
El informe también examina las imágenes captadas por una cámara ubicada en el salpicadero de un taxi y que estaba estacionado en el Paseo. Gracias a este clip de vídeo, la Policía Municipal concluye lo siguiente: "Se puede observar que el vehículo [el Mercedes plateado] presenta parabrisas delantero en su parte derecha (la del copiloto) fracturado, a consecuencia del primer atropello mortal en Paseo de Extremadura 154, teniendo el conductor suficiente visión de lo que acontece por delante suyo en ese instante".
"Se observa claramente cómo el conductor del vehículo con matrícula [omitido] rebasa el semáforo en fase roja a gran velocidad, teniendo buena visual del lugar del siniestro, no impidiéndole la visión para la conducción el impacto que ya presenta en la luna delantera en su parte derecha (lado del copiloto) del primer atropello mortal, observándose claramente que en ese instante se encontraban cruzando peatones con su fase semafórica en verde. Y, aunque activa el claxon instantes antes del atropello, no reduce la velocidad en ningún momento", añade.
Una vez se produce el segundo atropello, tal y como se aprecia en las fotografías del sumario publicadas por Madrid Total, la luna sí queda totalmente destrozada.
La huida
Quien estaba al volante del Mercedes C 200 era Pedro Villanueva Sanabria. Huía de la Guardia Civil desde que los agentes de la Benemérita le dieron el alto en un control de carreteras, en la M-406. En el maletero llevaba varios catalizadores que había robado esa misma mañana en Alcorcón y Aluche.
En la parte trasera del coche estaba la mujer de Pedro, una joven de 25 años, con la hija de ambos en sus brazos, una bebé de sólo nueve meses. Como la pequeña viajaba sin sillita, lo que constituye una infracción, Pedro aceleró su coche y se dio a la fuga cuando los agentes le obligaron a pararse.
Samuel, el primo de la esposa de Pedro, viajaba en el asiento del copiloto, junto a éste. Los informes policiales incluidos en el sumario describen la conducción del Mercedes como "muy agresiva" y "manifiestamente temeraria". En zonas limitadas a 100 kilómetros por hora, superaba los 170 km/h.
Cuando fue interrogado por el juez, Villanueva aseguró que Samuel sacó medio cuerpo fuera del vehículo, por la ventanilla del copiloto, para avisar a los viandantes y hacer que se apartaran de la trayectoria del coche. "Les gritó: 'Sus apartáis, sus apartáis (sic)'", manifestó el kamikaze. Según su versión, los frenos del Mercedes le fallaron. Aún falta por conocerse las conclusiones de un informe pericial que analice si fue así.
Los atropellos
Tal y como ha avanzado Madrid Total, la sección local de EL ESPAÑOL, el Mercedes no tenía seguro. Villanueva, además, tenía retirado el carné de conducir. Había perdidos todos los puntos meses atrás.
Tras varios kilómetros a toda velocidad, adelantando a otros vehículos en zigzag, acabó embistiendo fatalmente a su primera víctima, de 72 años, a la altura del número 154 del Paseo.
El coche no detuvo su marcha y metros más adelante se cobró la vida de un hombre de 81 años. El reguero de sangre de una de las víctimas superó los 9,5 metros de longitud, según recoge otro informe policial.
Uno de los zapatos del fallecido salió disparado a 20 metros de distancia, lo que constata la magnitud del impacto. Pese a ello, los airbags del automóvil no actuaron en ningún momento.
Tras la persecución, Pedro detuvo el vehículo en la esquina del Paseo de Extremadura con la calle Saavedra Fajardo y emprendió la huida a pie. Remedios y Samuel sí fueron detenidos entonces y la mujer y la bebé fueron atendidas por una dotación del Samur. Pero el conductor logró esquivar a los agentes y desaparecer por unas horas.
El kamikaze acabó entregándose en comisaría pasadas las ocho de la tarde, acompañado de su abogado. A diferencia de sus dos parientes, que fueron puestos en libertad, Pedro continúa a día de hoy en prisión provisional.
En su primera declaración ante la Policía —desvelada por este periódico—, Pedro aseguró que le fallaron los frenos. Reconoció los atropellos, pero alegó que se trató de un doble homicidio imprudente. Los investigadores ultiman un exhaustivo informe sobre el vehículo para comprobar si fue así.
Por el momento, el juez investiga a Pedro Villanueva por un supuesto delito de conducción temeraria con consciente desprecio para la vida de los demás, dos delitos de homicidio, dos más de abandono del lugar de accidente y cuatro de lesiones.