Se llama David y, con su intervención el pasado domingo, salvó a una mujer de ser brutalmente asesinada presuntamente a manos de su marido en una casa del distrito madrileño de Villaverde. El 'ángel de la guarda' de la víctima es un guardia civil en prácticas que, en el momento del ataque, se encontraba fuera de servicio tomando algo con su familia.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del domingo al lunes. Al parecer, el agente escuchó gritos de auxilio de una mujer. En ese momento, se acercó a la vivienda de donde procedían para comprobar qué estaba ocurriendo. Era un bajo de una plaza cercana.
"Decía 'socorro, socorro'", ha explicado el agente. "Me apresuré a ver de dónde venían, me acerqué a la ventana, que estaba entreabierta, y al apartar la cortina y vi a una mujer ensangrentada con un taladro incrustado en la cabeza".
De pronto, apareció el supuesto agresor, un varón de 35 años que salió gritando y aporreando la puerta de la vivienda. El agente en prácticas supuso que se trataba del autor de la agresión y procedió a detenerle contra la pared al considerar que se podría tratar de un intento de homicidio.
En un primer momento, el detenido intentó resistirse. Cuando David se identificó como guardia civil, el agresor cedió y fue registrado. El agente avisó a la Policía Nacional. La víctima fue trasladada con pronóstico reservado al hospital con heridas y fracturas en el rostro.
Ola de asesinatos
Si no fuera por la rápida actuación de David, quizá el destino de esta vecina de Villaverde hubiera sido distinto. En las últimas semanas, la Comunidad de Madrid ha registrado una oleada de asesinatos a mujeres, aunque no todos han sido catalogados como ataques machistas.
Esta serie de asesinatos empezó el miércoles 28 de junio, cuando un joven esquizofrénico de 24 años asesinó a su madre de ocho puñaladas en Daganzo de Arriba. Horas más tarde, en Móstoles, una mujer fue asesinada a manos de su expareja, con la que tenía un hijo en común.
El asesinato que más repercusión mediática ha tenido en los últimos días fue el que perpetró Jesús, un conocido delincuente madrileño, contra Concha, la encargada de una tienda en Tirso de Molina (Lavapiés). El homicida entró a las 13:25 horas del lunes de la semana pasada en la tienda de ropa Vistebien, un comercio de toda la vida donde trabaja la víctima. Su plan era robar la caja y huir del lugar junto a su cómplice, Estrella. Pero Concha se resistió y el criminal asestó tres puñaladas a la comerciante que resultaron fatales.
A primera hora de la madrugada de ese lunes, una rumana que vivía en la calle murió en un incendio bajo el Puente de Pedro Bosch. El fuego fue provocado, supuestamente, por otros dos hombres con los que discutió. En Alcalá de Henares, por otro lado, un joven de 25 años fue detenido tras matar a otra mujer de 53 años, con la que mantenía relaciones esporádicas.