El burdel okupa del Paseo de las Delicias tiene los días contados: 11 meses sin pagar y 100.000 euros de deuda
La empresa Desokupa ha anunciado que procederá a su desalojo próximamente. Ya lo desokupó en 2019.
30 abril, 2023 02:05El número 133 del Paseo de las Delicias, en Madrid, parece un edificio al uso. Es una construcción de ladrillo, estrecha y sin ornamentos llamativos, más allá del intenso color azul de sus persianas. Nada hace sospechar que sea un burdel okupado.
Este negocio clandestino ha sido escenario de numerosas denuncias e intervenciones policiales. Es más, en 2019 ya fue desalojado por la empresa Desokupa. "Hace tres años ya lo desalojamos. La primera semana de mayo lo volveremos a hacer", asegura Daniel Esteve, dueño de la empresa, en conversación telefónica con este periódico.
"En un día lo tendremos vacío", asegura confiado Esteve, cuyas actuaciones y declaraciones han levantado numerosas polémicas en los años que la empresa lleva activa. Ahora, la propiedad del edificio ha vuelto a contratar los servicios de Desokupa, tras 11 meses de impagos por parte de los okupas. "Les volvieron a engañar", resume Esteve.
Cuando el edificio fue desalojado por primera vez, en 2019, el burdel había estado funcionando algo más de una década. Una vez que el edificio fue desocupado, quedó vacío durante poco tiempo.
Los propietarios volvieron a alquilárselo a una persona que instaló pisos donde se ejerce la prostitución. Además, dejó de pagar el alquiler y la deuda acumulada en estos 11 meses ya asciende a cerca de 100.000 euros.
Así pues, Desokupa vuelve a la carga. La próxima semana -todavía no ha especificado el día- procederá al desalojo del inmuble en el distrito de Arganzuela. Está por ver si los okupas lo pondrán fácil.
El triángulo de la prostitución
Este edificio no es, ni de lejos, el único del Paseo de las Delicias que ha acogido un burdel clandestino. En 2020, cuando la pandemia había paralizado el mundo, la Policía Nacional tuvo que desplegar un operativo especial para bloquear la actividad del prostíbulo situado en el número 127 de la misma calle.
El inmueble era conocido como la Babilonia del sexo y estaba dedicado en su totalidad a la prostitución. Durante el estado de alarma, y el consiguiente confinamiento domiciliario, el ir y venir de clientes no paró. Como si nada pasara. La Policía Nacional consiguió frenar la actividad en aquel momento, aunque no desalojar a las mujeres que había en el interior.
El 127 funcionó durante años como una opción de bajo coste para los puteros. El edificio, de casi 200 años, tiene cuatro plantas con cuatro pisos cada una. En su interior ejercían la prostitución, mayoritariamente, inmigrantes latinoamericanas y rumanas, tal como documentó este periódico en 2017.
Estos dos burdeles se sitúan en lo que se conoce como "el triángulo de la prostitución" de Madrid. Ese polígono lo forman la boca del Metro de Legazpi, la de Atocha y la esquina de los paseos de las Choperas y Santa María de la Cabeza. Es la zona con más prostíbulos clandestinos de toda la ciudad.