El calor que hace en la ciudad de Madrid durante el verano hace que muchos ciudadanos se planteen hacer durante los fines de semana escapadas que incluyan planes más refrescantes. En concreto, existe una visita que es ineludible, ya sea, en cualquier época del año y que está preparada para los exploradores más curiosos e intrépidos.
Se trata de una escapada que se encuentra a tan sólo una hora de Madrid y que da la oportunidad a sus visitantes de conocer mejor los secretos que se esconden bajo tierra. El motivo es que este plan incluye la posibilidad de visitar una cueva, que ha sido declarada Bien de Interés Cultural y que también es bastante importante desde el punto de vista arqueológico.
Además, otra de las ventajas de esta cueva es que se puede visitar a pie, por lo que perfectamente puede ser un plan en el que puede participar toda la familia. A continuación, te contamos de qué lugar se trata y cómo llegar.
¿Cuál es la cueva de interés arqueológico que está a una hora de Madrid?
Uno de los mejores planes que se puede hacer durante el verano para evitar el calor del centro de la capital es hacer una escapada de fin de semana que sea bastante refrescante. Así, una de las mejores opciones es poder visitar además un lugar que es un Bien de Interés Cultural con categoría de Zona Arqueológica.
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Se trata de las cuevas de los Enebralejos, ubicadas en Prádena (Segovia). La visita a este lugar se ha convertido en un gran atractivo turístico y en un plan divertido que se puede disfrutar con toda la familia, ya que, el recorrido de estas cuevas se puede realizar a pie.
Con sus 3.670 metros de longitud y 13 de profundidad es la cavidad de mayor desarrollo conocido en el borde norte del Sistema Central. En concreto, el recorrido habilitado es de 500 metros.
Las cuevas de los Enebralejos, un Bien de Interés Cultural
La cueva fue descubierta en 1932 al realizar las obras de un pozo en la finca del Cebadero que perforó una de las galerías. En 1983 el ayuntamiento de Prádena comenzó el acondicionamiento y en 1995 se abrió al público.
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Desde su entrada, la cueva nos presenta la belleza de sus salas y galerías, adornadas con un espléndido conjunto de concreciones calcáreas: estalactitas, estalagmitas, columnas, coladas y banderas se suceden a medida que nos internamos en ella.
Nos encontramos también con numerosas muestras del uso de la cueva como necrópolis por nuestros antepasados del calcolítico en forma de pinturas y grabados que han sido datados aproximadamente del año 2500 A.C.
Esta cueva también se encuentra ubicada en un entorno natural excepcional, en las faldas de Somosierra. Además, el pueblo en el que están estas cuevas, Prádena, es un municipio típicamente castellano que destaca por su acebal, considerado el mayor bosque de acebos del Sistema Central.
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Todas las visitas a esta cueva son guiadas y tienen una duración de 45 minutos. El precio de la entrada general es de 8,5 euros. Asimismo, para completar la actividad, se puede visitar, en el exterior de la cueva, la reconstrucción de un poblado del periodo Calcolítico que recrea la vida en aquella época.