"Somos historia de Madrid", aseguran desde la centenaria Taberna Antonio Sánchez. Tanto es así que se trata de la taberna más antigua de la capital desde que abrió en 1787.

Justamente, por tratarse de un lugar emblemático, la Guía Repsol le ha entregado esta semana uno de sus Soletes con Solera en su décima edición. "La fecha exacta de su fundación es un misterio, pero sabemos que existía con anterioridad a febrero" de esta fecha, informan desde la taberna.

El histórico local sigue sirviendo su comida tradicional y sus bebidas en el número 13 de la calle Mesón de Paredes, en el madrileño barrio de Lavapiés. Y es que en sus 237 años de historia, nunca ha cambiado de ubicación.

El bar conserva su esencia mientras innova con platos tradicionales y productos locales de cercanía y calidad. El menú se enfoca en la cocina madrileña y española, con especialidades como el rabo de toro, el cocido madrileño, la olla gitana y los callos a la madrileña. También ofrece opciones vegetarianas, servicio de comida para llevar y admite mascotas. Abre de martes a domingo.

La decoración interior, auténtica y cargada de historia, se ha mantenido intacta desde sus primeros días, convirtiendo el lugar en un museo en sí mismo. Sus frisos y decoraciones de madera tallada, lámparas de gas originales, y frescos que retratan a toreros del siglo XIX como Frascuelo, Lagartijo y Cara Ancha, son testigos de una época que sigue viva en cada rincón. El local conserva también las cabezas de los toros de las alternativas de Vicente Pastor en 1902 y de Antonio Sánchez en 1922.

Taberna de toreros

En el siglo XIX, este emblemático local comenzó a ganar notoriedad, consolidándose como un espacio de encuentro para tertulianos, intelectuales del mundo taurino, las letras y el arte.

Fue en 1884 cuando Antonio Sánchez Ruiz, hijo de reconocidos taberneros, adquirió la taberna, dándole su nombre actual. Más tarde, su hijo, el torero Antonio Sánchez Ugarte, la convirtió en un lugar de referencia en Madrid, frecuentado por figuras destacadas como Pío Baroja, Joaquín Sorolla, Gregorio Marañón, Julio Camba, José María de Cossío, y Antonio Díaz-Cañabate.

La taberna también acogió la última exposición del célebre pintor Ignacio Zuloaga, de quien Sánchez Ugarte fue amigo y discípulo cercano. Por otro lado, Antonio Díaz-Cañabate, periodista y escritor, dedicó un libro a contar la historia de este espacio, Historia de una Taberna, mientras que Camilo José Cela lo mencionó en Torerías. La poetisa Gloria Fuertes, una visitante frecuente, solía escribir allí sus relatos y poemas.

Soletes con Solera

La Guía Repsol ha galardonado esta semana a otros restaurantes madrileños con sus Soletes con Solera en su décima edición: