España es un país que tiene un gran amor y afición por la micología. Cada vez más personas se suman a esta práctica, una tendencia creciente, ya que permite dar rienda suelta a muchas cuestiones positivas para el organismo que van incluso más allá del consumo de las propias setas. Permite hacer deporte, disfrutar de la naturaleza dando un paseo por el monte y huir del estrés de las grandes ciudades apostando por la tranquilidad y la paz.
Para todos los amantes de las setas, comienza ahora una etapa clave. Con la llegada del mes de octubre y el principio del otoño, la naturaleza cambia drásticamente. Los bosques caducifolios experimentan una explosión de colores marrones y pardos cambiando sus verdes hojas caducas por otras de tonos más amarillentos, ocres y rojizos. Y uno de los elementos que precisamente llena de color a estos bosques son las setas, que brotan durante estas semanas.
Además, el otoño, que suele ser templado en España por sus temperaturas moderadas, invita a realizar actividades semideportivas al aire libre. Y una de las más recomendables es la de recoger setas por el monte. Para todos los amantes de esta práctica, una de las zonas más idóneas para cultivar su afición es la que se encuentra en la Sierra Norte de Guadalajara, a menos de dos horas de Madrid.
Se trata de un paraje montañoso natural que no sólo destaca por la calidad las setas que allí se encuentran, sino también por su singular belleza. Por ello, cada vez más personas acuden a esta región para dar rienda suelta a su pasión por la micología, pero también para disfrutar de una pequeña escapada.
Dicha zona ha ganado mucha fama entre los recolectores más expertos y es que su riqueza es comparable a muy pocas zonas del país y del planeta. Y a partir de finales del mes de septiembre se convierte en el lugar perfecto para poder llevar a cabo esta especialidad. Así, las personas que quieran probar suerte con la recolección de setas y que vivan en Madrid o en sus alrededores tienen aquí su paraíso.
¿Qué tipo de setas podemos encontrar?
A tan solo un puñado de kilómetros de Madrid tenemos uno de los mayores paraísos para recolectar setas de todo el mundo. Se trata de la Sierra Norte de Guadalajara, en un enclave que destaca además por ser un precioso paraje montañoso.
Allí, estos hongos encuentran unas condiciones climatológicas, geográficas y terrestres perfectas para poder crecer y reproducirse en abundancia. Por ello, miles de personas aficionadas a la micología acuden hasta estas tierras que se encuentran a menos de dos horas de Madrid y donde se pueden encontrar níscalos, boletus, colmenillas o setas de cardo.
Gracias al ambiente templado de este bosque, esta región, conocida bajo el nombre de 'Los Pueblos Negros', está considerada un auténtico paraíso para la recolección de estos alimentos. Esta región comprende los municipios de Campillo de Ranas, Cantalojas, Galve de Sorbe, Majaelrayo, Valverde de los Arroyos y Tamajón y reciben su calificativo por su arquitectura singular.
De manera generalizada, los tejados de muchas de sus construcciones están hechos a base de pizarra negra. Por ello, le da todo estos municipios un tono uniforme y muy característico. Sin embargo, su gran fama se debe a la abundancia y variedad de los hongos aquí presenten.
Todo este selecto club de pueblos que conforman estos parajes se encuentran en entornos natural sin parangón. Además, toda la región está rodeada de montañas, bosques y ríos que generan un entorno natural idílico para realizar una pequeña escapada de puente o de fin de semana. El lugar perfecto en el que encontrar el remanso de paz que no se obtiene en las grandes ciudades.
Además, muchos de estos municipios tienen iglesias, castillos y otros edificios históricos que datan de épocas muy antiguas, perteneciendo algunos incluso a la Edad Media. Sin embargo, si queremos fundirnos por completo con la región, lo que tenemos que hacer es participar de la recolección de estos níscalos, boletus, colmenillas o setas de cardo.