Madrid alberga uno de los centros más especiales del planeta, el Museo de la Felicidad. Este espacio, dedicado a la realización de actividades que incrementan los niveles de alegría y que ayudan al autoconocimiento, cumple su primer aniversario.
Durante su primer año de vida, las cifras de este curioso museo han sido impecables. Más de 100.000 visitantes han podido disfrutar de sus camas elásticas, toboganes y demás actividades destinadas a dejar nuestros problemas fuera de sus paredes.
En cuanto al perfil de aquellos que lo han visitado, la mayoría (55%) son familias, entre las que han llegado a venir hasta los bisabuelos. Es decir, se trata de un espacio adaptado a cualquier edad. Además, también ofrecen alternativas para personas con necesidades especiales, como es el caso de personas sordas, problemas de movilidad o con autismo.
Además, las visitas al museo no se limitan a sus más de 20 experiencias interactivas, como el Risódromo, el Abrazómetro, el Armario de la Verdad... También ha sido elegido por más de 50 eventos corporativos, como Consejos de Dirección y 'teambuildings'.
Además, el éxito del centro ha derivado en un plan de expansión. Además del que encontramos en la madrileña Ronda de Valencia 8, el único Museo de la Felicidad que existe actualmente se encuentra en Copenhague. Ahora, la dirección planea abrir una sede en Barcelona y en otras dos ciudades europeas.
¿Cómo dar un abrazo?
Uno de los aspectos en los que más hincapié ha hecho el equipo del MÜF es en la importancia de realizar acciones que contribuyan a fomentar la alegría y el bienestar. Por ello, han realizado más de 300 talleres de risoterapia, yoga de la risa y abrazos.
En lo referente a estos últimos, Pablo Claver explica que, en muchas ocasiones, no se realizan de la forma en la que se debería. Es importante que los corazones de ambas personas estén uno frente al otro, ya que es la mejor manera de conectar con la persona que lo recibe.
Los abrazos son una fuente natural de felicidad y relajación, por lo que muchas personas llegaron a echarlos enormemente de menos durante la pandemia. Una solución que se encontró fueron los 'abrazadores', que podemos ver a día de hoy en el MUF.
Estos 'muñecos' están creados para que, cuando cierres los ojos, sientas como si otra persona te estuviera abrazando. Los encontramos en distintos tamaños, y cuentan con pesas en las manos, por lo que la experiencia es lo más parecida posible a cuando nuestros seres queridos nos envuelven con sus brazos.
Dar las gracias
El esfuerzo para lograr tener una vida más feliz no puede limitarse a la visita a este centro. También existen técnicas para que podamos incorporar a nuestra rutina y conseguir así ordenar nuestros pensamientos. Un método sencillo es el 'journaling'.
Se trata de una práctica muy sencilla: escribir de forma regular y desconectar de las pantallas. Se puede utilizar por varios motivos, uno de ellos es la gratitud. Lo importante es dejar constancia en papel de los motivos por los que estamos agradecidos ese día, así como nuestro motivo favorito y el motivo por el que estamos orgullosos.
El equipo del MÜF conoce estas técnicas, que no dudan en compartir con sus visitantes para mejorar su autoconocimiento y su gestión emocional. Otro aspecto en el que el 'journaling' puede ser de gran utilidad es la identificación de creencias limitantes.
En este caso, es necesario dejar por escrito el día y la hora exacta a la que estamos realizando este ejercicio. Después, indicamos cuál es la situación por la que estamos pasando, qué estamos sintiendo, la intensidad con la que lo sentimos y sus consecuencias. En caso de necesitar "un empujón extra", siempre podemos recurrir al Museo de la Felicidad.