El restaurante de alta cocina vegana en Madrid, Distrito Vegano Invernadero, se ha ocupado de reinventar la cocina tradicional para recrear los sabores más típicos en platos pero sin que contengan ningún ingrediente de origen animal. Ahora también ha apostado por la adaptación a su gastronomía de las costumbres más españolas. En este caso, salir de tapas.
De esta forma, ha creado su Menú de Tapeo Vegano con opción de maridarlo con coctelería premium o simplemente acompañado de un refresco, un vino o una cerveza. Todo elaborado con productos naturales y sin procesados.
Se trata de trampantojos, no solo para el ojo, también para el paladar. Desde chorizos al cava, pasando por unas patatas bravas, hamburguesas y hasta unos calamares fritos con ali oli pero que ninguno lleva realmente nada de lo que normalmente llevarían estas preparaciones aunque la mezcla de texturas y sabores con productos vegetales los hacen recordar.
Menú de Tapeo Vegano
El menú en cuestión se compone de seis tapas. La primera es un chorizo vegetal al cava de elaboración propia a base de alubias rojas, arroz y tres tipos de pimentón. Va seguido de los 'Vegamares', una versión de los típicos calamares fritos. En este caso, el ingrediente base es sustituido por boletus y van acompañados de un ali oli de ajo negro.
La siguiente tapa se compone de patatas asadas y doradas con salsa brava artesana. También se une a esta degustación un muhammara -salsa a base de pimientos para untar, procedente de países como Siria- con semillas de cáñamo. Por último, una parmigiana de berenjenas típica de Nápoles que recrea una lasaña de berenjenas con queso vegano.
Todo ello acompañado de pan de masa madre elaborado a diario en el obrador San Francisco y un cóctel por persona que se puede elegir de su carta de coctelería premium recientemente inaugurada.
El menú ha sido diseñado por el chef del restaurante, Pablo Donoso, y su bartender, Esteban Donoso, en su empeño de veganizar la gastronomía internacional. También estos cócteles son creados con ingredientes naturales y sin alérgenos, a excepción de los sulfitos, presentes de manera natural en algunas bebidas alcohólicas.
Entre la oferta de bebidas está el Ay Mary! (con mezcal Alipús, salsa de habanero, bitter de tabaco turco, zumo de lima y zumo de tomate con wasabi), el Matusalén Tropical (con ron Matusalén 7 años, pulpa de maracuyá, cordial de timur berry, piña, jengibre y kombucha de limón), el Palomita Sour (vodka madrileño R.I.P., sirope de palomitas, rosolio di Bergamoto, clara vegetal y zumo de limón) o el Margarita de Hibiscus (mezcal San Juan, tequila blanco Cielitos infusionado en Té Chai, sirope de Hibiscus, zumo de limón y licor de naranja).
En total son 16 nuevas propuestas que se unen a las clásicas como el Dry Martini, el Vodka Martini, el Vesper Martini o el Manhattan, entre otros.
El precio del menú de tapas con dicho cóctel está entre los 40 y los 45 euros por persona, dependiendo de si se pide entre semana o el fin de semana. Sin coctelería estaría entre los 30 y los 35 euros. Está disponible solo si todos los usuarios de una mesa, con un mínimo de dos comensales, lo solicitan.
El restaurante: desde 2022
Ubicado cerca de Tirso de Molina, en el número 10 de la céntrica calle del Conde de Romanones, el local lo abrió el chef Pablo Donoso en abril de 2022. Desde entonces se ha convertido en uno de los restaurantes de referencia en Madrid para los veganos.
En él se hace una apuesta por la unión de street food y comfort food con la intención de crear una carta de alta cocina de autor perfecta para todos los públicos, y no solo dirigida a los paladares acostumbrados a la comida vegana. Un amplio abanico que, además de platos propios de una comida o una cena, también incluye propuestas dulces para desayunos, postres o meriendas.
Su filosofía y su objetivo son, por tanto, el de veganizar la cocina de siempre española e internacional. Esto se ha materializado en un establecimiento decorado con elementos naturales y techos vegetales en un lugar hecho de hierro forjado y cristaleras. En definitiva, un espacio que transporta a un invernadero, tal y como dice su nombre.