Después de coger gran fama en Barcelona, ahora llegan a Madrid. Por el Día de la Cocina Italiana descubrimos una nueva pizzería para acercar los sabores del país vecino a los paladares de los madrileños.
'Es el sitio. Es la pizza'. Parking Pizza es el restaurante italiano de dos catalanes en el que no se puede entender su concepto sin sus dos elementos clave: el espacio —no hay límites entre la cocina y la sala—; y la pizza —de estilo propio, aunque similar al napolitano—.
El matrimonio formado por Marcos Armenteras y Berta Bernat abrió hace 8 años la primera pizzería en Barcelona. Desde entonces, ha contado con un gran apoyo de los clientes hasta llegar a abrir seis restaurantes por toda la Ciudad Condal, uno en Zaragoza y conseguir casi 40 mil seguidores en sus redes sociales.
Parking Pizza se instala en Azca, en el paseo de la Castellana, 89, con un cuidado diseño de aire industrial, horno de leña y sus trabajadores amasando y preparando sus elaboraciones junto a los comensales.
A ello se suma un ambiente desenfadado con largas mesas y pequeños taburetes sin respaldo en los que puedes guardar tus pertenencias dentro sin tener que cargar con los pesados abrigos de invierno. Si no quieres comer allí, reparten a domicilio.
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La cocina de Parking Pizza tiene toques gourmet, que se pueden apreciar en sus hierbas frescas y productos italianos de máxima calidad combinados con ingredientes locales —tomillo, romero, chalota, sobrasada picante de Mallorca, butifarra, espárragos, etc.—.
Los catalanes se han rodeado de un equipo de italianos como son el chef ejecutivo del grupo, Pasquale Erhard, y el director de operaciones, Carlo Di Maro, para crear pizzas que cuentan con un ingrediente común: la mozzarella fior di latte.
Las pizzas tienen un precio de 10 a 16,50 euros. Entre sus especialidades destacan la clásica margherita, la stracciatela —con tomate y orégano fresco— y la de trufa negra —con queso fontina, huevo y parmesano—.
La carta se completa con otras opciones, como focaccias y panes; antipasti, con recetas como el queso tomino del Boscaiolo —fundido en el horno y acompañado del pan tradicional de Cerdeña—; embutidos italianos artesanales, como la mortadela italiana, servida con crema de pistachos y limón; ensaladas; y pastas, como los rigatoni con gorgonzola, queso taleggio y salvia, y los spaguetti cacio e pepe.
Para acompañar, cerveza y una selección de vinos blancos, rosados y tintos, especialmente pensada para el público madrileño.
El broche de oro dulce lo aporta su tiramisú, muy sabroso, aunque hay otras elaboraciones artesanales.
La marca catalana ha comenzado una etapa de crecimiento a la que sumarán en primavera otro Parking Pizza en Madrid, en la calle Monte Esquinza, 39, barrio de Chamberí; un séptimo local en Barcelona y un segundo en Zaragoza.