Akiro, el restaurante de moda en pleno barrio de Salamanca, ha sufrido un robo en su cuarta semana en activo tras su inauguración.
El nuevo restaurante de cocina Nikkei, o lo que es lo mismo, fusión de las cocinas japonesa y peruana, pertenece al cocinero peruano Luis Arévalo, conocido por Gaman, su otro restaurante en el barrio de Guindalera.
Situado en el número 40 de la calle Hermosilla, las cámaras de seguridad del local muestran cómo un ladrón forzó la puerta y rompió el cristal de esta a golpes y patadas, según explica el propio Luis Arévalo a Madrid Total.
El prestigioso cocinero dio a conocer el suceso en su cuenta de 'X' (antes Twitter), pero con un toque de ironía: "A ver, a los jóvenes que entraron a las 5:30 a.m. a Akiro rompiendo los cristales y llevándose lo que no deben, en este caso, sí admitimos reservas", publicaba este 26 de octubre a mediodía.
Akiro es su nuevo hand roll bar, que lleva sólo un mes abierto al público y ya está causado sensación por contar con varias curiosidades. Entre ellas, es una barra para exclusivamente 26 personas y no se puede reservar.
"Lo bueno es que inmediatamente empezó a sonar la alarma, no les dio tiempo a coger prácticamente nada. Un mínimo de efectivo y poco más", detalla el chef Arévalo, que no quiere decir la cantidad exacta del botín, pero asegura que fue "muy poco".
[Los mejores planes de Madrid para celebrar Halloween: ir a tu funeral y a fiestas de disfraces]
Los daños fueron mínimos, por lo que la misma noche del día del robo abrieron al público para dar servicio de cena. "Ayer trabajamos con normalidad. Se pudo reparar el cristal y no hay nada que lamentar".
Afortunadamente, desde Akiro no tienen nada que lamentar, aunque aseguran estar sorprendidos de que se haya producido un robo así en pleno barrio de Salamanca, la zona más rica de Madrid.
De todos modos, el chef Arévalo prefiere tomárselo con humor, ya que ha sido un robo sin grandes daños: "Te preguntas cómo nos pueden hacer esto cuando acabamos de abrir, pero te lo tomas con humor porque no está en tus manos".
En el nuevo Akiro, Luis Arévalo no le hace reserva ni a su familia, así que todo el mundo tiene que esperar la cola, pero en el caso de los ladrones, ya están avisados: para ellos sí admiten reservas.