Reinaldo, el Cristo en la Pasión de Chinchón, la más antigua de Madrid: "Tras verme se meten a cura"
En el 60 aniversario del Vía Crucis viviente de Chinchón el agricultor Reinaldo González interpreta a Jesús cumpliendo casi tres décadas con este papel.
8 abril, 2023 01:41Ver la Pasión de Chinchón supone un antes y un después. Para muchos de los que acuden a este evento que tiene lguar la noche de cada Sábado Santo, algo cambia en su interior.
"Es precioso. Lo que más me llena es que al terminar la Semana Santa nos llegan cartas de agradecimiento de gente a la que le ha tocado mucho la representación. Incluso se han hecho curas después de haberla visto", cuenta Reinaldo González en primera persona, pues desde que le propusieron con 18 años representar a Cristo en la Pasión, también le ha cambiado la vida. "Desde el primer año que lo hice me sentí en paz", afirma.
Reinaldo González es un hombre apuesto al que el campo no le ha curtido el rostro, aunque sus manos y su alma estén llenas de callos por el duro trabajo de agricultor. Pero, sobre todo, es muy devoto, porque encarnar a Jesucristo requiere grandes sacrificios físicos y mentales que lleva asumiendo como penitencia durante casi tres décadas: "La Cuaresma es época de sacrificio. Desde el 7 de enero me pongo a dieta y pierdo unos 8 kilos, los que engordo para trabajar en verano en el campo; me dejo barba y leo libros de la vida de Jesús, que me ayudan a meterme en el personaje", enumera. Y la lista de quehaceres y esfuerzos relativos a esta labor sigue: "Luego está la cruz, que pesa 60 kilos, hay caídas y está la corona de espinas, que alguna vez me he pinchado".
Ya sea por la gran devoción o por la gran obra teatral popular que es, la Pasión es declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 1983. En su 60 aniversario, la Pasión de Chinchón puede presumir de estar a la altura de la Semana Santa de Sevilla o Málaga con este distintivo.
Se pueden llegar a congregar más de 15.000 personas para ver el Vía Crucis viviente de la vida y muerte de Jesús representada por unos 150 intérpretes aficionados de este pueblo de poco más de 5.000 habitantes.
Tal cantidad de masas mirándole resulta imponente. Más teniendo en cuenta que, al igual que Jesús cuando fue crucificado, el protagonista de esta interpretación va vestido únicamente con un taparrabos. A Reinado, que siempre ha sido muy tímido, Dios siempre le da fuerzas en esos momentos: "Me meto en el papel de Cristo y soy irreconocible, por mucho que me miro no veo al agricultor ni al Reinaldo que soy".
Esta vez cuenta con una mirada más, y en este caso institucional: la de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Isabel Díaz Ayuso asiste este año de aniversario para ver la Pasión desde dentro. Según ha informado a la Asociación Pasión de Chinchón, Ayuso quiere entrar en el camerino para ver cómo Reinaldo se prepara con su peluca de pelo natural, su corona de espinas y para ver cómo le señalan con maquillaje los latigazos que parecen tan reales.
Y es que tiene una parte de realidad esta representación. Reinaldo lo vive tanto que acaba cada Semana Santa magullado y lleno de moratones. "Las caídas con la cruz son reales, en los ensayos también. Hace 7 años me partí una costilla durante la Pasión. Según me iba acercando al calvario me dolía más, y más al abrir los brazos en la crucifixión. El Reinaldo de todos los días no lo hubiera aguantado, en el de ese día algo está con él".
Todo Chinchón se implica en este evento y su Pasión empieza desde por la mañana, cuando ya comienzan a rezar para que no llueva y los agricultores se van con sus tractores a cortar ramas de olivo para la representación.
Hasta 230 chinchonetes participan. Desde los asesores artísticos y religiosos hasta el antorchero, el romano o el apóstol; papeles en los que se va ascendiendo respectivamente cada año. Reinaldo recuerda que muchos niños del pueblo lo viven tanto que piensan que es el propio Jesucristo el que está en Chinchón el Sábado Santo, como así creyó él durante su infancia.
Reinado ya ha buscado un sustituto para que en un máximo de dos años lo reemplace. Se llama Mario y lleva preparándose 5 años para ser el próximo protagonista de la Pasión.
Recorrido
El Sábado Santo al anochecer, sobre las 21:00 horas, Chinchón se prepara para este solemne acto. Todo comienza en el balcón del Ayuntamiento, en la Plaza Mayor, donde se representa la última cena. Después de cruzar la calle de los Huertos está el Monte de los Olivos donde Jesús es arrestado para llevarlo a Pilato, que lo está esperando en un balcón cerca de allí. Pilato manda crucificarle. Ahí empieza Jesús a cargar con la cruz por las calles del pueblo y realiza las tres caídas con Cirineo, Verónica y la Virgen. Tras la crucifixión, en la fachada de la Iglesia parroquial se representa la resurrección. Finalmente, una máquina elevadora sube a Cristo para que las miles de personas que hay en la plaza lo puedan ver. "Se te ponen los pelos de punta", concluye Reinaldo.