El pasado lunes, en el partido liguero entre el Rayo Vallecano y el Sevilla, se escuchó el siguiente cántico en las gradas madrileñas: "El Rayo es de Vallecas". Fue la respuesta de la hinchada franjirroja a las negociaciones del club con la Comunidad de Madrid para buscar un nuevo campo para el equipo. La polémica estalló con una declaración que Isabel Díaz Ayuso hizo días atrás: "Cada vez es más insostenible que sigan en Vallecas".
Por ahora, las conversaciones entre las dos partes se abordan con discreción. No hay nada cerrado. Pero la simple posibilidad ha caldeado el ambiente entre los aficionados rayistas.
En cualquier caso, la futura ubicación dependerá de la ambición del proyecto que planteé el Rayo Vallecano: no es lo mismo construir un campo de fútbol que levantar, además, toda una ciudad deportiva.
Vallecas es "insostenible"
La dirigente autonómica reveló el sábado en una entrevista para el diario AS que su Gobierno estaba hablando con el club para buscar una nueva localización. Todo ello -argumentó- porque el club necesita un estadio "adaptado a la realidad". "Nos dicen desde el Rayo que ya han visto una serie de terrenos y en breve estaremos en negociación", añadió.
Tal y como explicó Díaz Ayuso, la idea es que la Comunidad ceda los terrenos y que el equipo madrileño pague el nuevo estadio. El actual 'templo' vallecano se encuentra entre las calles Payaso Fofó, Arroyo del Olivar y la Avenida de la Albufera. Fue inaugurado en 1976 y puede albergar 14.708 espectadores. Sólo hay un estadio en Primera División más pequeño: Montilivi, el del Girona.
Aunque la propiedad del espacio actual es de la Comunidad de Madrid, su cuidado corre a cargo del Rayo Vallecano. Esto es posible gracias a un acuerdo que se firmó a mediados de los 80 y que se renovó en 2019. Por la concesión, el club paga un canon anual.
Las razones de Martín Presa
En una entrevista este miércoles para Onda Madrid recogida por Europa Press, el presidente del Rayo Vallecano, Raúl Martín Presa, enumeró los defectos del "entrañable" actual estadio. Es "incómodo", tiene "malos accesos", no tiene parking para jugadores ni autoridades. Tampoco zona de almacenamiento ni zonas "adecuadas" para la prensa ni espacios VIP. "Todo eso afecta sensiblemente en la obtención de ingresos, siendo al final el equipo que menos ingresos puede obtener en La Liga".
Con todo, Martín Presa dijo que el Rayo no puede financiar una reforma de su estadio, que supera ya los 45 años de vida. Se trata, en definitiva, de un recinto que "no tiene hacia donde crecer" urbanísticamente. Pero el dirigente cree que el club "quizá sí" puede asumir la construcción de un nuevo estadio, que sea "propio" y que esté "lo más cerca posible del actual".
"Lo más cerca posible"
Ahora bien, ¿qué posibles ubicaciones baraja el club? El presidente rayista asegura que el nuevo feudo del equipo madrileño estaría "lo más próximo posible al estadio actual". "Si puede ser dos calles abajo mejor que seis, si puede ser seis mejor que ocho. Pero necesitamos un terreno, un terreno dotacional para el uso deportivo, que no son 100 metros cuadrados lógicamente", agregó.
El objetivo de Martín Presa es tener un estadio propio, "adquirir" unos terrenos y construir sobre ellos. Si nos ceñimos a las declaraciones de Isabel Díaz Ayuso -ubicación fuera de Vallecas y que el complejo se levante sobre un suelo cedido por la Comunidad-, no queda "tanto" suelo disponible. Así lo creen fuentes urbanísticas solventes consultadas por este periódico.
El actual estadio se encuentra en Palomeras Bajas, un barrio del distrito de Puente de Vallecas. Precisamente, justo en un inmediato 'anillo' exterior se encuentran los desarrollos del sureste, los terrenos donde la capital levantará en los próximos años decenas de miles de viviendas. De estos desarrollos, hay dos que no forman parte de Vallecas (aunque sí de Vicálvaro) y que se encuentran relativamente próximos al histórico barrio madrileño: Los Ahijones y Los Berrocales.
Después de Valdecarros (que pertenece a Villa de Vallecas), Los Berrocales es el segundo ámbito con más viviendas proyectadas dentro de esta megabolsa del sureste, con 22.000. El terreno se expande por una superficie total de 8,3 millones de metros cuadrados. Los Ahijones presume de magnitudes menores: 5,7 millones de m2 de área y unos 19.000 inmuebles planeados. Eso sí, los dos desarrollos contarán con suelo industrial, oficinas, uso terciario, servicios públicos, espacios verdes...
Una opción "nada descabellada"
Un estadio de fútbol sobre suelo público cedido sólo podría construirse en lo que se conoce como suelo de uso dotacional de carácter singular, según explican las citadas fuentes urbanísticas. Las mismas voces aseguran que la Comunidad de Madrid no ostenta "tanto suelo" de estas características en estas zonas, si bien consideran que la opción de levantar la instalación en los desarrollos del sureste "no es nada descabellada".
Eso sí, en el caso de unos campos para las categorías inferiores -ajenas al estadio del primer equipo-, deberían moldearse sobre suelo dotacional básico. Estos terrenos son aquellos donde habitualmente se levantan institutos, colegios o polideportivos. Pese a que el suelo dotacional básico está fijado para dar servicios públicos al barrio, también cierto que su uso "puede cambiarse a través de un Plan Especial o una modificación de planeamiento".
Desde el Gobierno regional ni confirman ni desmienten que las ubicaciones de Los Ahijones y Los Berrocales estén sobre la mesa. Hasta que el Rayo no decida su proyecto, la Comunidad no avanzará más detalles.