José Luis Martínez-Almeida lo tiene claro: Madrid debe ser la ciudad que acoja la final del Mundial de fútbol de 2030. Lo contrario, ha defendido este lunes, sería "incomprensible". "Somos la capital del fútbol" y se "dan todas las condiciones", ha argumentado al ser preguntado por la reclamación de Marruecos de celebrar en Casablanca el partido más importante del acontecimiento.
"Espero que la final del Mundial se celebre en Madrid. En primer lugar, porque somos la capital mundial del fútbol. En segundo lugar, porque fue España la que promovió la candidatura al Mundial de 2030 junto a Portugal. Y en tercer lugar, porque aquí se dan todas las condiciones", ha explicado en declaraciones a Europa Press, tras inaugurar unas nuevas pistas de baloncesto en el distrito de Tetuán donadas por los Dallas Mavericks de la NBA.
Por estos argumentos, Almeida cree que "sería incomprensible que la final del Mundial del año 2030 no se jugara en la ciudad de Madrid", con el estadio Santiago Bernabéu como opción para albergar la futura final, ya que supera el aforo de 80.000 espectadores que marcan las condiciones de la FIFA para este torneo.
El ente rector del fútbol mundial anunció el pasado miércoles que la candidatura de España, Portugal y Marruecos organizaría el Mundial de 2030. Desde entonces, las reuniones se multiplicaron entre los países anfitriones, trabajando, entre otros asuntos, en las sedes que tendrá el Mundial.
Y la gran incógnita es quién y dónde albergará la final de la cita mundialista, que además tendrá la peculiaridad de celebrar partidos en seis países diferentes, ya que Argentina, Uruguay y Paraguay jugarán en casa su primer partido del torneo, el sábado o domingo 8 y 9 de junio, cuando tendrá lugar la ceremonia de celebración del centenario del torneo, así como los primeros partidos de las tres selecciones.
La final será el día 21 de julio de 2030, aunque está por ver si, como se rumorea con fuerza, es en el Santiago Bernabéu de Madrid, o en un Camp Nou que también estará remodelado. Mientras, desde Marruecos también reclamaron ese gran acontecimiento en sus planes de construcción de un gran estadio en Casablanca con más de 90.000 butacas.