A la calle de Celanova, a la calle de las Trompas y a la calle de la Fuente del Berro les separan kilómetros de distancia. Cada una está en un distrito distinto de Madrid: Fuencarral-El Pardo, Latina y Salamanca, respectivamente. En las tres vías, sin embargo, existe la misma queja vecinal: son calles donde abundan los excrementos sin recoger.
A pesar de las campañas de concienciación o de las papeleras con dispensador de bolsas biodegradables, en Madrid sigue habiendo dueños que no recogen las necesidades de sus mascotas. Madrid Total ha preguntado a más de dos deceneas asociaciones vecinales para situar las calles de cada distrito donde suele haber más excrementos.
El resultado es el siguiente mapa, que se basa exclusivamente en las respuestas de estas asociaciones y vecinos de los 21 distritos de la capital. La información no procede, por tanto, de ningún registro municipal. En el mapa se destaca, al menos, una calle por cada distrito y hasta un máximo de tres.
Hay vecinos de barrios de Madrid que alertan de que el problema de los excrementos en la vía pública es generalizado y que no solo afecta a un puñado de calles. Otras asociaciones sitúan los puntos con más deposiciones en los alrededores de los parques.
También hay casos en los que no se trata directamente de calles, sino de otro tipo de emplazamientos, como la Plaza de Olavide (Chamberí) o algunas zonas verdes.
De Retiro a Puente de Vallecas
No todos los barrios de Madrid tienen un problema con los excrementos. Hay asociaciones vecinales consultadas por este diario a las que les ha costado mucho destacar una calle o calles por encima del resto. Otras entidades, directamente, no han identificado ninguna. Cada distrito de la capital está formado por varios barrios, cada uno con su situación particular.
En Puente de Vallecas, por ejemplo, se encuentra San Diego, un barrio donde los vecinos enumeran una larga lista de calles con este problema.
Del distrito Centro, este diario solo ha conseguido la respuesta de la Plataforma Barrio Lavapiés, que ubica en Tribulete y en las inmediaciones de la Plaza Nelson Mandela las vías con más heces sin recoger de animales e, incluso, de personas.
En Latina ocurre lo mismo que con Puente de Vallecas: sus vecinos dan varios nombres de vías donde suelen encontrarse con excrementos. Destacan la calle de las Trompas, en Cuatro Vientos, porque "suele estar atestada de cacas". También Cebreros, en el barrio de Lucero; y Fuendetodos, en Los Cármenes.
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En Chamberí, la Asociación de Vecinos Barrio Trafalgar asegura que la Plaza de Olavide es una "vergüenza" entre las 9 y las 10 de la mañana debido a los excrementos y las micciones de los canes.
En Retiro los vecinos se han "quejado mucho" por los excrementos en una zona peatonal de la calle Pío Baroja. Y en Moncloa, el punto de mayor conflicto, según la AV Manzanares Casa de Campo, está en un tramo de la ribera del río Manzanares, entre la calle de la Ribera del Manzanares y el puente de los Franceses.
En la calle de Celanova, en el barrio del Pilar, conviven bloques de edificios medianos, coches aparcados en batería, una escuela infantil y varios comercios. Según la AV La Flor, esta vía de Fuencarral-El Pardo también destaca por estar "llena de excrementos".
Pegado a la M-30, en Moratalaz, se encuentra la calle Corregidor Diego de Valderrábano, que da acceso a un peculiar edificio con forma de herradura. Es una zona, según otra asociación vecinal, donde existe un "problema crónico" con las cacas de los perros.
Hasta 700 o 1.500 euros
Hace unos años, Pipper on Tour, una web que promociona el turismo con mascotas, elaboró un estudio sobre cómo castigaban las capitales españolas a quienes abandonaban los excrementos de los perros en la vía pública.
Según este informe, la mayoría de las ordenanzas de las capitales de provincia contemplan sanciones leves, con multas que oscilan los 60 y los 600 euros, "con algunas excepciones como Madrid, donde la norma es algo más dura".
Cuando se publicó este estudio, en la capital estaba vigente la Ordenanza Municipal sobre Limpieza de los Espacios Públicos de 2009. Esta normativa establecía como sanción "grave" -de 751 a 1.500 euros de multa- el hecho de "incumplir la obligación de recogida y limpieza inmediata de las deyecciones de perros u otros animales".
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El Ayuntamiento de Madrid aprobó a finales de 2022 la nueva Ordenanza de Limpieza de los Espacios Públicos, Gestión de Residuos y Economía Circular. El nuevo texto deroga la normativa de 2009 e introduce algunos cambios.
Respecto a los excrementos de los animales, ya no se incluye entre las sanciones "graves" la no recogida de las necesidades de los animales. Sí que considera falta grave que una persona haga sus necesidades fisiológicas en vías o espacios públicos, con la multa de entre 751 a 1.500 euros.
Las infracciones "leves" están penadas con multas de hasta 750 euros. En este listado sí se sanciona, entre otros, a quienes no hacen uso de los recipientes "destinados a la recogida de residuos" y a "todas aquellas conductas" descritas en la ordenanza que "no tengan la consideración de graves o muy graves".