El Mercado Municipal de San Fernando, en Lavapiés, apenas tiene vida el lunes a mediodía. La mayoría de sus puestos están con el cierre echado. Los clientes entran y salen con cuentagotas. "Es el peor día de la semana", según una comerciante. El mercado tiene dos caras: la del edificio algo solitario de lunes a jueves y la del bullicio de los fines de semana, cuando se llena de gente atraída por los bares. El de San Fernando no es el único mercado con problemas. Al menos otros dos bazares municipales atraviesan dificultades de diferente índole.
El Mercado de San Fernando está en el corazón de Lavapiés, a menos de cinco minutos a pie desde la estación de Metro del barrio y cerca de El Rastro. Funciona desde 1944. El edificio, que recuerda a la arquitectura palaciega de los Austrias, alberga más de cuarenta puestos. Sobre todo, relacionados con la hostelería. Pero también hay algunos locales de abastos, dos librerías, un taller textil, una farmacia y un espacio de arte con cerámica.
La semana pasada, el PSOE volvió a denunciar en público que los mercados municipales de la capital están "cada vez más abandonados". El Grupo Municipal Socialista denuncia que en un puñado de mercados hay establecimientos que incumplen los horarios fijados por los reglamentos internos del bazar, es decir, que están cerrados en las franjas horarias en las que deberían abrir. También aseguran que otros locales, pese a figurar como activos, directamente ni abren.
Para el Ayuntamiento de Madrid, en cambio, la realidad es muy distinta. Desde la Dirección General de Comercio y Hostelería defienden el buen funcionamiento de la red de mercados municipales y la gestión del Consistorio y de las gerencias de cada mercado. En total, hay 45 mercados municipales repartidos por los barrios de la capital. Todos ellos se gestionan de manera indirecta, en régimen de concesión administrativa.
Otras fuentes consultadas por Madrid Total explican que tres de estos mercados -San Fernando, Jesús del Gran Poder y Usera- sí que atraviesan problemas circustanciales, aunque "nada de ninguna gravedad" ni que vaya a generar un efecto "contagio".
1.900 puestos abiertos, 400 sin funcionar
No es lo mismo un local ocupado que uno abierto. Los establecimientos ocupados son aquellos que tienen un titular detrás. Para considerar que están abiertos deben tener una actividad comercial habitual y cumplir con los horarios exigidos.
La Ordenanza de Mercados Municipales obliga al mercado a garantizar un servicio mínimo en horario de mañana de lunes a sábado y en horario de tarde de lunes a viernes.
Luego, es el propio reglamento interno de cada mercado el que delimita las franjas horarias de los distintos puestos para que desarrollen su actividad en los días y horas más adecuadas. "Toda actividad tiene que adaptarse a los hábitos de consumo", recalca Concha Díaz de Villegas, directora general de Comercio y Hostelería del Ayuntamiento de Madrid.
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En total, según los datos oficiales de diciembre, hay más de 2.300 locales repartidos entre los 45 mercados municipales de la capital. De ellos, en torno a 2.000 están ocupados y unos 1.900 abren habitualmente. Es decir, hay 400 espacios comerciales sin funcionar -300 locales vacantes y unos 100 cerrados pese a tener contrato-. De media, cada mercado tiene el 86,8% de la superficie comercial abierta, según los datos municipales.
"Desajuste" de los horarios
"¿Te parece normal que un mercado de abastos esté cerrado a las 12 horas? Este no es el modelo correcto", insiste Enma López, la concejala del Grupo Municipal Socialista de Madrid que abandera las críticas al Consistorio por haber -a su juicio- "descuidado" los mercados municipales.
López asegura que se ha recorrido los 45 mercados municipales de la ciudad. Defiende que los problemas son generalizados y que no se trata de casos aislados. Sin embargo, señala también ejemplos concretos como el de Jesús del Gran Poder, en Usera; o el de San Enrique, en Cuatro Caminos, donde "solamente" abren de manera habitual "12" de los 39 puestos que están ocupados, algo que niega tajantemente la gerencia de este mercado. "Cuando visitamos los mercados, nos damos cuenta de que la situación es todavía más grave de lo que pinta la estadística", denuncia.
A juicio de la concejala socialista, muchos locales incumplen los reglamentos internos pactados con las gerencias. Por ello, considera que la gerencia del mercado y el Ayuntamiento en última instancia deben obligar a los locales a estar abiertos en las franjas horarias establecidas. Cabe destacar que 38 de los 45 mercados están gestionados por sus comerciantes, constituidos en asociación, empresa o cooperativa.
Sobre la fricción con los horarios, el presidente de la Federación de Comercio Agrupado y Mercados de la Comunidad de Madrid, Javier Ollero, argumenta que "ahora no es posible que todos los locales abran a una hora y cierren a otra" debido al "desajuste" entre los horarios de la hostelería y los de otro tipo de comercios.
¿Quién abre más y quién menos?
Los datos ofrecidos por la Dirección General de Comercio dibujan una red donde la mayoría de mercados tiene más del 90% de su superficie comercial abierta. Edificios como el de Valdezarza, Orcasitas o La Remonta están completamente en funcionamiento.
Pero los datos son muy distintos en otros mercados: el de Jesús del Gran Poder, el de Usera y el de San Cristóbal (en Chamartín) no alcanzan el 50% de superficie abierta. En el de La Cebada, Moratalaz, Alto de Extremadura, San Fernando, Guillermo de Osma y Doña Carlota no llegan al 80%. En cualquier caso, fuentes consultadas coinciden en que San Fernando, Jesús del Gran Poder y Usera son los mercados que atraviesan dificultades.
San Fernando "no es un mercado"
Sussan es una de las tres comerciantes que en los últimos meses ha colgado el cartel de 'se traspasa' en su puesto en el Mercado de San Fernando. Dice que, entre semana, el edificio "está muerto", aunque a partir de los viernes está "a tope" por la clientela de los locales hosteleros. En su caso, abrió un pequeño comercio de arreglos de ropa. Pero hace unas semanas decidió cerrarlo porque no ganaba dinero con el negocio.
Esta empresaria latina dice que el Mercado de San Fernando no es un mercado tradicional como los de toda la vida, sino que está acaparado por la oferta gastronómica: "Para el hostelero sí que es rentable". Aurelio, el quiosquero que trabaja frente al edificio de San Fernando, coincide: "Esto no es un mercado, es un lugar de tapeo".
A lo largo de la mañana del lunes, el establecimiento que más clientes atrae es la carnicería de los Hermanos Ortega. Está escorado hacia una de las esquinas del edificio y rodeado de puestos con el cierre bajado.
En Arroces Tribulete atiende esa mañana el hostelero Enrique Iglesias, que gestiona su puesto junto con otros dos socios. "Hacemos el 20% de la venta semanal de lunes a viernes; luego, el sábado, hacemos el 30% y el domingo, el 50%", detalla. Estos arroceros abren todos los días de la semana.
Cuenta Iglesias que algunos puestos del mercado abren los fines de semana y "no se preocupan de abrir el resto de las horas". "Aunque la mayoría de las ventas las hagas el fin de semana, que nosotros también las hacemos, debes cumplir una serie de horas para dar servicio... Dar imagen de mercado", añade. "Aquí, el problema es que los [comercios] de abastos quieren seguir siendo de abastos y los que son de hostelería tienen horarios totalmente incompatibles... Hay esa problemática, pero sí que es verdad que a este mercado le ha salvado la hostelería", destaca.
Otro comerciante del mercado va más allá: "El barrio tiene que ser algo más que un reclamo turístico... Si no ayudamos al comercio pequeño y nos centramos en las cervezas de los fines de semana, se atrae a hosteleros que no cumplen los horarios".
Desde la gerencia del Mercado Municipal de San Fernando reconocen que los "hábitos de consumo han cambiado mucho", algo que ha afectado mucho al comercio tradicional. Explican que el reglamento interno marca un mínimo de 50 horas de trabajo a la semana repartidos en cinco días. Y cuatro de ellos tienen que ser de lunes a viernes.
José Miguel García Viejo, que forma parte de la gerencia, dice que los puestos cumplen con los horarios fijados y que se están haciendo esfuerzos por dinamizar el mercado durante las mañanas. Por las tardes, indica, "hay muchísima venta". García Viejo gestiona, además, mercados como el de Maravillas, donde el comercio tradicional funciona sin ningún problema.
Desde el PSOE también han detectado otros mercados municipales que han virado su modelo de negocio hacia la hostelería.
Otros mercados señalados
El Mercado de Jesús del Gran Poder es otro de los señalados. Está a cuatro pasos del río Manzanares y en pleno corazón del distrito de Usera, "rodeado de calles donde vibra el comercio y la actividad", según la descripción oficial que ofrece el Ayuntamiento de Madrid en su página web. Sin embargo, desde la Asociación de Vecinos La Unión de Almendrales dicen que en este bazar "no tienen mucho negocio".
A diferencia del de Lavapiés, en este mercado no dominan los bares, sino los comercios tradicionales. "Hay bastantes comercios cerrados. La planta de abajo está cerrada", señala la asociación de vecinos, que recalca que recientemente se ha inaugurado un supermercado Lidl en la zona.
El PSOE señala, por otro lado, otros dos mercados: el de San Enrique y el de Numancia.
En el Mercado Municipal de San Enrique, en el distrito de Tetuán, opera desde hace más de 15 años un supermercado de Mercadona. Según los datos del Ayuntamiento, más del 90% de la superficie del mercado está ocupada. Y más del 80%, abierta. Sin embargo, el PSOE insiste en que solo uno de cada tres puestos de San Enrique abre habitualmente.
Desde la gerencia de este último mercado niegan la mayor: "Problemas existen entre pocos y ninguno, San Enrique va muy bien". De los 35 locales que puede albergar el mercado, 30 están abiertos y, según los responsables, un mínimo de 25 puestos abre con frecuencia de lunes a sábado. En estos momentos, hay un puesto que se traspasa. El año pasado se traspasó el local de un carnicero que se jubiló. "No es fácil llenar los mercados a día de hoy", admiten.
Los socialistas también apuntan al Mercado Municipal de Numancia, en Puente de Vallecas. Emmá López dice que en este edificio la situación es "dramática". Y como prueba, aporta un vídeo de su visita al mercado.
La gerencia de este mercado vallecano, en cambio, asegura que "más de la mitad" de los establecimientos están operativos de forma habitual. La afirmación coincide con los datos ofrecidos por la Dirección General de Consumo y Hostelería, que indica que casi el 90% de la superficie ocupada del mercado está abierta. Eso sí, el equipo gestor reconoce que el "problema" del Mercado de Numancia es su ubicación: en un radio de 150 metros, los vecinos pueden hacer la compra en un supermercado de Mercadona, otro de Al Campo y otros dos de Ahorra Más.