"Esta tarde mismo si Ayuso quiere tomarse un café podemos llegar a un acuerdo de Presupuestos". Rocío Monasterio lanzaba este martes a la presidenta madrileña una invitación ficticia, tratando de echar balones fuera y no asumir la responsabilidad de su partido en la falta de cuentas de la comunidad para este 2023.

Desde el Gobierno regional los Presupuestos se dan por perdidos. Los plazos que exigen su formalización no encajan. A finales de marzo la asamblea se disuelve y el calendario lo deja claro: no hay tiempo.

En pleno año electoral, tanto Isabel Díaz Ayuso como José Luis Martínez-Almeida, que vive su propio enfrentamiento con Vox desde el Ayuntamiento, se ven abocados a prorrogar sus presupuestos. Esto implica que la comunidad cuenta con 2.705 millones de euros menos de lo que entraba en sus cálculos, que llegaba a un total de 25.738 millones. La capital, por su parte, deja de disponer de 430 millones de capital. El Consistorio preveía aprovechar 5.703 millones.

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Ninguno de los dos planes salió adelante y ahora los planteamientos dependientes de la estrategia presupuestaria quedan en el aire. La situación afecta directamente proyectos de salud y educación, programas sociales y diferentes construcciones y remodelaciones. Todas las medidas al respecto de estos temas quedaron congeladas por la falta de acuerdo con Vox.

En el caso del Ayuntamiento aún tendría solución pero la voluntad de negociación de los de Ortega Smith es nula. La delegada de Hacienda y Personal, Engracia Hidalgo, ha tratado de negociar por todos los medios y la respuesta siempre es la misma: "No es no".

Salud

Una partida de 1.000 millones que iría destinada a solucionar una de las manchas del gobierno regional en los últimos meses. El de la Atención Primaria, cuyos médicos llevan en huelga desde el pasado 21 de noviembre. Esta inversión serviría además para reducir las listas de espera.

Amyts (Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid) le reclama a la Comunidad de Madrid que hay 800 plazas sin cubrir. 600 de ellas corresponden a médicos de familia y 200 a pediatras.

Paralelamente, Madrid buscaba construir nuevos centros de salud y reformar hospitales públicos: el de La Paz, 12 de Octubre o Niño Jesús. Las obras preliminares para la reforma integral del primero recibieron el crédito de la comunidad el pasado noviembre y se fecharon para comienzos de este 2023. La idea era desarrollarlo por fases, según anunció el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero.

La finalización de la reconstrucción del 12 de Octubre, por su parte, está prevista para finales de este 2023 y su trabajo está siendo una auténtica obra de ingenieria. Abarcará 740 habitaciones de uso individual o doble, contará con equipos modernizados y aspira a ser un referente europeo.

Igualmente, la construcción del macroparking del Hospital Niño Jesús frente al Parque del Retiro ha supuesto un quebradero de cabeza para la Administración. Asociaciones vecinales se manifestaron en su contra, en unas protestas a las que se han sumado Ecologistas en Acción. Critican el saturamiento de coches que sopondrán las 808 nuevas plazas, además de la contaminación. La propia Unesco ha abogado por la conservación del Paisaje de la Luz.

Educación

Varias de las políticas que la Comunidad de Madrid planteaba en sus presupuestos y  también se encuentran en riesgo afectan a la educación. Madrid tenía presupuestada la creación de 10.000 nuevas plazas educativas gracias a 37 obras de centros. A ello hay que sumar otras 10.000 en Formación Profesional, que ya anunció el año pasado Ossorio, consejero de Educación y Universidades.

La reforma del sistema educativo regional pasaba por la contratación de 600 profesionales y los centros docentes de FP en Aranjuez, Humanes, Alcalá de Henares o Fuenlabrada. Además, planearon invertir 260 millones en becas y ayudas para 650.000 personas. Buscaban ofertar becas de Grado Medio e incrementar los beneficiarios en las de Grado Superior.

En noviembre pasado Ossorio informó de que la partida para becas y ayudas alcanzaría los 260 millones de euros. Esto suponía un 43% más que en 2022 y afectaría a 650.000 beneficiarios. Además, 31.980 personas nuevas podrían hacer uso del precio reducido en el comedor escolar. A los 10,6 millones que eso costaba hay que añadir los 7,5 para el desayuno escolar, dirigidos a familias que percibieran la Renta Mínima de Inserción.

Sociedad y transporte

Los presupuestos destinaban también 150 millones para mejorar las residencias de mayores y 40,7 para ayudas a la materinad a mujeres de menos de 30 años. En pos de fomentar el envejecimiento activo y soledad no deseada se presupuestaron 169,9 millones para municipios y atención a mayores en localidades de menos de 5.000 habitantes. Son tres medidas sociales que también se encuentran en peligro al no haberse aprobado los presupuestos.

En la misma línea estaba prevista la construcción de 1.175 viviendas para alquiler social en siete municipios: Majadahonda, Madrid (dos promociones en Vallecas y una más en Alto del Arenal), Móstoles y Valdemoro (con dos promociones en cada localidad), Villa del Prado, Rivas-Vaciamadrid y Guadarrama. Y, por otro lado, en 2023 se desarrolla la segunda fase del programa 'Mi Primera Vivienda' para facilitar el 95% del coste de las hipotecas a jóvenes de menos de 35 años.

La planificación presupuestaria abarcaba también una línea de ayudas de 52 millones para ascensores en comunidades de vecinos de edificios antiguos y ampliar el Arco Verde con 30 nuevos kilómetros. Incluía también una inversión en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y en otros parques regionales.

Las cuentas tenían en consideración la Prolongación de la línea 11, 3 y 5 de Metro. La primera de ellas aspira a ser la gran Línea Diagonal de Madrid abarcando el futuro intercambiador de Conde de Casal y la extensión a Valdebebas. Las obras de la línea 3, ya en marcha, servirán para que Villaverde Alto y El Casar (Getafe) estén conectadas. Para 2026 se espera que la línea 5 conecte Alameda de Osuna y el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.

Por último, 75 millones más iban dirigidos para políticas de formación en el empleo y 315 millones a apoyar a los emprendedores y autónomos. Los 321 millones restantes se distriburían a Cultura, Turismo y Deporte.

Capital

El desencuentro entre Javier Ortega Smith y Almeida por no cumplir con la promesa electoral de eliminar Madrid Central es una de las claves de la nula relación entre ambos. Tanto que ni se sientan a negociar unos presupuestos que son salvables en teoría pero que desde el Consistorio dan por perdidos.

La delegada Engracia Hidalgo explicó a principios de este año que "su principal preocupación" era que como consecuencia "las subvenciones nominativas, con el foco en las del ámbito social, decaerán sin un presupuesto": "Son las que recibían Cruz Roja, Caritas o las Hermanas de la Caridad. 35.000 niños quedarían sin ser atendidos, al igual que otras 17.000 personas en riesgo de exclusión social.

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La rebaja del IBI al mínimo legal del 0,4 por ciento no se podría cumplir y la recepción de fondos europeos se penalizaría, algo que perjudicaría a 70 proyectos. Otro aspecto que se vería afectado son las bonificaciones en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) por inicio de actividad y generación de empleo.

Junto a ello, se comprometerían una treintena de equipamientos. Esto incluye bibliotecas, centros culturales, bases de SAMUR, unidades integrales de Policía y un centro de salud municipal comunitaria. Las subvenciones sociales vivirían la misma suerte, con siete centros de mayores y una casa familias entre los objetivos. El umbral de la Tarjeta Familias hasta los 2.000 euros para sus perceptores no se podría elevar. 

Desaparecerían, así mismo, subvenciones nominativas al Teatro Real, Museo del Prado o Real Academia de la Lengua. Hidalgo añadió que Madrid no podría contar con una bajada impositiva por valor de 120 millones de euros. Ni incrementar el límite de las Tarjetas Familias hasta alcanzar los 2.000 euros. Y tampoco aumentar las becas infantiles. En el precipicio se encontrarían, del mismo modo, diferentes proyectos de reformas o nuevas construcciones en la ciudad.

El fallo de Vox

Ayuso aseguró, en una entrevista con EL ESPAÑOL, que el hecho de que las cuentas no salieran adelante fue "fruto de un error" de la formación que en Madrid preside Rocío Monasterio. Y lamentó lo que esto supone: "Tumbar los presupuestos causa muchísimo daño a la economía de Madrid en un momento como éste".

La presidenta madrileña explicó así que Vox no registrara sus enmiendas al plan de gasto a tiempo, algo que ellos justificaron hablando de un fallo informático que fue desmentido por la Dirección de Informática de la Asamblea. El conflicto se sumaba a la disputa entre las cúpulas nacionales de ambos partidos tras rechazar el PP la moción de censura a Pedro Sánchez sugerida por Santiago Abascal.

Hubo un amago de pacto y Monasterio ofreció dar luz verde a cambio de derogar la ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación de la Comunidad de Madrid, a la que denominan como la 'Ley Trans'.

Ayuso se negó a mezclar negociaciones y Vox pasó de la abstención al no en el dictamen presupuestario previo al pleno, forzando a Madrid a prorrogar las cuentas de 2022. Por eso, todos los cálculos planteados dependen ahora de votaciones individuales en cada tema, en las que ha de aprobar cada inversión una por una.