"I let the right ones out, and the wrong ones in" Steven Tyler.
Según datos del Banco de España, la deuda total-pasivos totales en circulación-de las administraciones públicas ha superado los dos billones de euros (2.028.795 millones de euros) en el segundo trimestre de 2023. Esto es deuda que se debe y que se pagará. Desde que gobierna Sánchez, esta cifra ha aumentado en 324.841 millones de euros. Usted se preguntará por qué hay una diferencia tan sustancial entre la deuda "según el protocolo de déficit excesivo" y lo que las administraciones públicas deben realmente. La respuesta es sencilla. Dicho protocolo no considera la deuda que está en manos de las administraciones públicas pero, como he dicho, se paga y se debe.
Si atendemos a la deuda según el protocolo de déficit excesivo, también se ha disparado hasta los 1,56 billones de euros (1.568.743 millones de euros), lo que supone un aumento desde que gobierna Sánchez de 359.882 millones de euros.
Mientras tanto, la rentabilidad exigida al bono a diez años de España ha subido del 0,35% al 4,04%. Además, la prima de riesgo ha aumentado mientras en países vecinos ha mejorado. Portugal ya se financia 40 puntos básicos más barato que España (diez años, 3,64% Portugal vs 4,04%), y Grecia solo está a 30 puntos básicos de España.
En el año 2017, Portugal se financiaba 257 puntos básicos por encima de España y ahora se financia 40 puntos básicos más barato que España. Esto, queridos lectores, es un desastre.
Lo que ha hecho el Gobierno estos años ha sido única y exclusivamente generar un enorme agujero de deuda aprovechando que las reglas fiscales estaban eliminadas temporalmente. Mientras otros países reducían la deuda o la aumentaban de manera muy moderada, España se lanzaba al mayor aumento de deuda pública visto entre nuestros socios.
Lo que ha hecho el Gobierno estos años ha sido única y exclusivamente generar un enorme agujero de deuda
Efectivamente, Portugal reducía su deuda sobre el PIB entre 2019 y 2022 mientras España la aumentaba en casi 11 puntos de PIB, más del doble que la media de la Unión Europea.
Cuando el Gobierno te dice que va a darte más derechos lo único que está haciendo es enviarnos derechos a la ruina.
Toda la acción del Gobierno de Sánchez es ese mal llamado keynesianismo, pero a lo bestia. Mal llamado porque el pobre Lord Maynard Keynes alucinaría al ver a un gobierno que aumenta la deuda masivamente incluso con ingresos récord.
En realidad, lo que buscaban Sánchez y sus socios es apalancar la economía al máximo en el ciclo de recuperación. Sin embargo, lo que han conseguido es la cuarta peor recuperación de toda la Unión Europea (2019-segundo trimestre de 2023) y, encima, el mayor aumento de endeudamiento.
Ese masivo apalancamiento les ha permitido presentar unas cifras pobres, pero fácilmente manipulables de cara a la propaganda. Calviño ignora el 2019-2021 cuando se trata de presentar sus gráficos de presentación de "gobernamos contigo". Así, en dicha presentación parece que España reduce la deuda cuando la aumenta, y crece cuando rebota mal y de manera endeudada.
Lo que buscaban Sánchez y sus socios es apalancar la economía al máximo en el ciclo de recuperación
Ese exceso de apalancamiento asumía que el Banco Central Europeo iba a seguir comprando el 100% de las emisiones netas de deuda y que los tipos de interés no iban a subir. Sin embargo, con inflación elevada y persistente, el Gobierno ahora se enfrenta a un doble problema.
Su coalición Frankenstein solo se sustenta en aumentar masivamente el gasto, y ahora van a tener que llevar a cabo un ajuste de 13.000 millones de euros que no pueden financiar vía ingresos tras subir 54 impuestos en el pasado. Adicionalmente, los ingresos fiscales inflados por el aumento de precios llegan a su fin.
El Gobierno se negó a deflactar los impuestos a la inflación y, expoliando a todos, disfrazó parte de sus desequilibrios estructurales con ingresos caídos del cielo por la elevada inflación.
El Gobierno de Sánchez tiene unos socios que sólo aceptan gastar mucho más y los datos de la economía española reflejan que el espejismo de los ingresos récord se desvanece.
Cuando se apalanca la economía masivamente buscando multiplicar el efecto cíclico se consigue un pobre resultado pero un elevadísimo riesgo cuando el ciclo cambia.
Ahora suben los tipos de interés, el Tesoro cada vez paga más por la deuda refinanciada, llegan las nuevas reglas fiscales que exigen embridar el déficit y el Gobierno ni quiere ni puede reducir los desequilibrios.
Volverán a intentar expoliar a los ciudadanos, y ya se ha filtrado que quieren eliminar las deducciones por declaración conjunta, un asalto a la clase media aún mayor que la negativa a deflactar impuestos. Como siempre ocurre con el socialismo, más del 80 % del aumento impositivo de 2019-2023 ha recaído sobre la clase media, teniendo en cuenta que ninguna figura impositiva nueva ha recaudado ni de lejos lo que ha reportado a las arcas públicas la negativa a deflactar impuestos.
Esta estrategia de aumentar el gasto y la deuda además de los impuestos ha vuelto a fracasar, como no podía ser de otra manera, pero lo grave es que volverán a disparar estos desequilibrios y a pasarle al contribuyente el resultado. ¿Y cuál es el resultado? Ruina y expolio.
Una vez más, el socialismo demuestra que es miseria. El socialismo de derechas no lo solucionaría tampoco. Porque el problema es imposible de solucionar vía ingresos.