Urkullu quiere que España se convierta en una “confederación de estados”. Puigdemont habla de la independencia.
España, de hecho, fue una confederación de estados con los Austrias. Hasta el siglo XVII “las Españas”. Entre las diferentes partes de la península había barreras económicas. Para pasar mercancías de un territorio al otro había que pagar. Sevilla tenía el monopolio del comercio con los virreinatos americanos (no colonias como mal dicen algunos políticos hispanoamericanos). No había unidad de mercado con ineficiencias económicas enormes. Los impuestos del “portazo” se cobraban, por ejemplo, para entrar mercancías en Madrid, Barcelona y otras ciudades. Se tardó siglos en quitarlos.
Con la dinastía borbónica esa situación cambió con el tiempo. Se unificó el mercado del territorio. Los nuevos monarcas traían el centralismo francés. Sevilla perdió su monopolio. Cataluña se lucro de ello. En el mercado de esclavos, hubo empresarios catalanes muy importantes.
En el “siglo de las luces” los “ilustrados” impulsaron la industralización y modernización de la economía.
Las vascongadas se industrializaron rápido, especialmente en el acero y la construcción mecánica. Cataluña lo hizo con la repatriación de sus capitales de Cuba y Filipinas donde se había extendido en la época borbónica; se industrializó con el “Téxtil” (como se decía allí).
Para ello negociaron un aumento de aranceles que les defendiera de la competencia de los paños y el acero ingleses. Cambó y su Lliga se dedicó a ello con ahínco. Lo que valió hasta la entrada en la Unión Europea con la eliminación de los aranceles para los productos europeos.
Antes de los Borbones, en Cataluña y el País Vasco su riqueza se concentraba en pocas ciudades. El resto eran bastante pobres económica y culturalmente. Además de muy españoles. En Guipúzcoa se celebra la defensa frente a la invasión francesa. Sin olvidar el “tambor del Bruch”. Fue una reacción frente a las ideas liberales de los afrancesados.
Las propuestas fiscales independentistas no tratan de avanzar en igualdad de los españoles, sino de regresar a un pasado de desigualdad y privilegios.
Las guerras carlistas (muy centradas en Navarra, País Vasco, Cataluña y parte del Maestrazgo) eran la lucha entre liberales isabelinos (borbones) y tradicionalistas (que añoraban el pasado).
Son los herederos del carlismo los “progresistas”. O ¿es lo más retrógrado en economía y política?
En economía podríamos volver a los tributos de alcabala, millones, portazo, … impuestos indirectos y por tanto regresivos según los progresistas. Deberíamos olvidarnos del IRPF, impuesto directo progresivo donde los haya.
Las propuestas fiscales independentistas no tratan de avanzar en igualdad de los españoles, sino de regresar a un pasado de desigualdad y privilegios.
De todas formas es imposible. La Unión Europea no lo consentiría o una Cataluña y un País Vasco independientes tendrían que quedarse fuera de ella.
Sin contar que el mayor envejecimiento de su población y sus mayores cotizaciones en su vida laboral, harían insostenibles sus sistemas de pensiones. Tendrían que reducirlas. ¿Les han contado esto a sus jubilados, que en el país vasco reclaman una pensión mínima igual al SMI (1.080 euros)?
De manera que en una hipotética independencia, ni pagarían las actuales pensiones, ni estarían (de momento) en la UE, tendrían -probablemente- el euro como moneda y pedirían un pasaporte común. Tampoco querrían un impuesto de aduanas con España, Francia y los demás países de la UE. Tendrían que negociar las pensiones con la caja del resto de los españoles y seguirían jugando en la Liga. ¿Que independencia es esa?
Pues la que ya tiene el País Vasco y Navarra con el “cupo fiscal”.
PNV lo sabe y, por eso, aleja el tema de la independencia a calendas griegas. Bildu también. Su grupo parlamentario no pide un referéndum o similar para esta legislatura.
Lo curioso es que Junts y ERC también lo saben. Lo aprendieron en 2017 con el fracasado “process”, pero se lo callan.
¿Entonces porqué el pariré de la negociación con Sánchez?
Lo que quieren es sacar “perras” (dinerito) para sus gobiernos. Los nacionalistas vascos negociando a la baja el cupo. Los independentistas catalanes recibiendo ayuda financiera y que se les perdonen las millonarias multas derivadas del “process”.
Ya que no existen aranceles diferenciados que les den un mercado cautivo, quieren compensaciones económicas por haber perdido ese privilegio. ¿Quién ha robado a quién en esta historia?