Por qué van tan bien las bolsas europeas teniéndolo todo en contra
Como es una buena noticia no ha tenido ninguna repercusión, pero ahí está: el año pasado las bolsas europeas han batido - por primera vez en más de 20 años - a las norteamericanas.
El SP 500 perdió casi un 20%, mientras que el Eurostoxx 50 perdió aproximadamente la mitad (-11,50%). Es una diferencia muy importante cuando se trata de EEUU versus Eurozona. Y el FTSE 100 de la Bolsa de Londres hizo la "machada" de cerrar el año ligeramente en positivo (dándonos por cierto una gran alegría a los pocos que lo recomendamos). Y hasta nueva orden el Reino Unido es Europa (otra cosa es que no pertenezca a la Unión Europea).
Los -pocos- economistas y analistas que han hablado del tema se han despachado con el típico "la bolsa no hay quien la entienda". Pero aunque a veces es cierto, en general lo que ocurre es que no la entienden quienes no trabajan en ella.
El resultado de la bolsa europea el año pasado tiene una explicación relativamente fácil: la que dimos al inicio del año pasado sobre la que sería nuestra estrategia global en 2022 y que denominamos La Gran Rotación. Que pusimos así, en mayúsculas, para enfatizar que sería un cambio muy importante y que también mencionamos aquí el 29 de Marzo en un artículo titulado "A río revuelto, ganancia de pescadores".
Recordemos de qué iba dicha estrategia. Y no para quedarnos en explicar el pasado, sino para que nos sirva para entender el futuro.
El año pasado las bolsas europeas han batido - por primera vez en más de 20 años - a las norteamericanas.
Hasta ahora elegir entre Europa y EEUU era fácil, porque, al menos para nosotros, la elección estaba muy clara: EEUU. Sin pensarlo dos veces. Europa es una "indigente" digital, la Unión Europea es hostil al empresariado y adora la burocracia y el funcionariado, es decir, es un medioambiente muy poco atractivo para la empresa, el emprendimiento, la meritocracia y la innovación en general.
Pero, como dijimos en el enunciado de La Gran rotación, el nuevo escenario de alta inflación y altos tipos de interés generaría una rotación desde los sectores más perjudicados por esa nueva situación hacia los menos afectados o incluso beneficiados.
Directamente perjudicada era la tecnología y otros sectores beneficiarios de la política del dinero abundante y barato de los bancos centrales. Porque en 2022 el dinero se iba a convertir en un bien escaso y caro.
Al otro lado de la moneda estarían los beneficiados por un entorno inflacionista, como son las materias primas y la energía, que, si ya les venía bien el entorno, encima les tocó la lotería, en forma del efecto rebote de las sanciones a Rusia.
El nuevo escenario de alta inflación y altos tipos de interés generaría una rotación desde los sectores más perjudicados por esa nueva situación hacia los menos afectados.
Otros se beneficiarían de la subida de tipos, como es el caso de los bancos comerciales, que compensarían, al menos parcialmente, el deterioro de la actividad económica resultante de dicha subida de tipos.
El ejemplo más claro de "La Gran Rotación" era la Bolsa de Londres, que mucha gente piensa que depende básicamente de la economía del Reino Unido, pero en realidad es una bolsa de empresas multinacionales con gran peso en el sector financiero, energético, de materias primas e industrial.
Y digo todo lo anterior porque, si lo piensan, también se parecía y se parece al Eurostoxx 50. Que encima tiene el valor añadido de que cotizan empresas del sector del lujo, que se han beneficiado del ahorro generado durante los confinamientos. Porque el nivel de ahorro no subió sólo entre las clases medias: los "ricos" también ahorran mientras están confinados. Y luego todos, ricos, pobres y clases medias salieron a gastarlo en todo tipo de actividades lúdicas, hartos de confinamientos y pesimismo. Y el mercado acabó dándose cuenta de quienes se beneficiaban de dicho deseo de vivir.
Para saber si Europa (RU incluido) va a repetir la jugada de superar a los EEUU hay que plantearse si se va a mantener el escenario que tan bien le ha venido. Ahora mismo es imposible saberlo. No sabemos, por ejemplo, cómo, cuándo y cuánto se llegará a controlar la inflación y hasta dónde tendrá que subir los tipos de interés el BCE para hacerlo. Además, si los sube mucho, Europa, entraría en recesión y, aunque los bancos tengan márgenes muy jugosos en sus operaciones crediticias, también se darán menos créditos. Y lo mismo se puede decir con todos lo relacionado con el consumo de general.
Para saber si Europa va a repetir la jugada de superar a los EEUU hay que plantearse si se va a mantener el escenario que tan bien le ha venido.
Por otra parte, parece claro que el boom del petróleo y las materias primas está muy debilitado, aunque la verdadera razón es que Rusia se está saltando las sanciones vendiendo a través de terceros y, por lo tanto, ya no faltan en el mundo ni energía ni materias primas. En cuanto al gas - donde es más difícil saltarse la sanciones porque no es tan fácil de transportar - el hueco ha sido rápidamente ocupado por otros grandes productores. Y encima está siendo un invierno relativamente suave. Las sorpresas positivas también cotizan en bolsa.
Otro ejemplo lo tenemos en la renta fija. Si a Europa le costara mucho controlar la inflación tendrá que subir mucho los tipos de interés y los bonos europeos lo harán peor que los norteamericanos. Pero también podría ocurrir que entremos en una seria recesión, que es el mejor antídoto contra la inflación, lo que beneficiaría a los bonos europeos.
Y no nos olvidemos de Putin. No está tan claro que esta sea una guerra que pueda ganar uno de los dos bandos. Ni que Putin decida un día darse la vuelta e irse por donde vino por la presión occidental. La realidad es que estamos ante una escalada bélica que podría acabar muy mal y cuya principal víctima sería Europa. Y eso incluye a las bolsas de la UE. También habrá que vigilarlo.
En las primeras vueltas de la carrera el Eurostoxx se ha situado muy bien y el FTSE 100 está batiendo máximos históricos, pero el NASDAQ no ha empezado nada mal y es un serio aspirante al título. Pero para eso la Reserva Federal debería abandonar su actitud agresiva y no sólo tomarse una pausa, sino empezar a bajar los tipos de interés. Lo de la pausa es muy probable que ocurra, pero no está claro es que baje tipos este año.
Me dirán que no doy una respuesta concreta, pero es que simplemente es imposible hacerlo. La clave estará en saber interpretar los indicadores y apostar gradualmente por los caballos que vayan mostrando posibilidades de ganar.
***Víctor Alvargonzález es socio fundador de la empresa de asesoramiento financiero independiente Nextep Finance.