“We all wear disguises” Pete Townshend
Los datos de paro de diciembre reflejan el preocupante frenazo del empleo en España y la lenta y pobre recuperación.
El número de desempleados registrados en las Oficinas de los Servicios Públicos de Empleo, al finalizar el mes de diciembre, ha descendido en 43.727 personas en relación con el mes anterior.
Sin embargo, el total de parados y desempleados registrados en el SEPE se sitúa en 2.837.653 parados registrados oficiales. Además, hay 3.300.341 personas que no trabajan, y que están inscritas en el SEPE a través de cursos de formación o que son ocupados que demandan un nuevo empleo. A ellos hay que sumarle también los 20.574 trabajadores que al finalizar el mes están en un ERTE, como explica el sindicato USO.
Los datos de paro de diciembre reflejan el preocupante frenazo del empleo en España y la lenta y pobre recuperación
Comparando con noviembre, los demandantes de empleo “ocupados” (donde se incluyen los fijos discontinuos que han cesado su actividad) aumentan en 31.227 personas.
Los demandantes de empleo “ocupados” han aumentado en diciembre en 31.000 personas y ya alcanzan las 1.102.523 personas. Estas son personas que no están trabajando y no aparecen en las listas de paro.
Se han realizado más contratos indefinidos que personas los han suscrito, esto implica que algunos de ellos, cerca de 35.000, han sido objeto de más de un contrato indefinido, según refleja USO.
Con la última revisión del INE, España se sitúa a la cola de Europa en recuperación del PIB comparado con sus socios europeos. Un dato que, además, debe ponerse en el contexto del mayor aumento de deuda pública de nuestros socios y de sostener el PIB vía gasto público. España ha aumentado la deuda pública en más de 300.000 millones en el periodo desde 2019, más de un 15%, y aún está un 2,4% por debajo de los niveles pre-pandemia.
El gran maquillaje de los “fijos discontinuos” desde la aplicación de la reforma laboral es tan evidente que es obsceno.
Entre enero y diciembre se han creado 2.319.527 contratos indefinidos fijos-discontinuos, un incremento de 2.056.616 contratos comparado con 2021. En 2019 el total de contratos “fijos indefinidos” era de un 10% de la cifra de 2022. Así, no sorprende que la duración media de los contratos se haya desplomado de 60 a 45 días. Se maquilla paro y precariedad. Ya lo alertamos nosotros en diciembre de 2021.
[Por qué no me gusta la 'no reforma laboral']
El Gobierno dice que los contratos fijos discontinuos existen desde hace treinta y cinco años y que siempre se han aplicado igual, pero es falso.
Como explica KPMG, tras la reforma laboral, “se modifica el artículo 16 del Estatuto de los Trabajadores, el cual indica ahora que los contratos fijos discontinuos se pueden concertar:
1. Para la realización de trabajos de naturaleza estacional o vinculados a actividades productivas de temporada.
2. Para la ejecución de contratas mercantiles o administrativas que formen parte de la actividad ordinaria de la empresa.
3. Las ETT también podrán suscribir estos contratos con sus trabajadores cedidos”.
Es decir: Es falso que los fijos discontinuos se apliquen igual desde hace 35 años. La reforma laboral amplía a que los contratos estacionales y de obra y servicio se hagan "fijos discontinuos". Así, cuando no tienen trabajo, no aparecen en las listas del paro incluso si cobran prestación por desempleo.
Si la polémica de los fijos discontinuos es una falsedad invento de la derecha, como dice cierta máquina diaria de mentiras mediática, lo único que tienen que hacer Díaz y Sánchez es publicar los datos de fijos discontinuos no ocupados (sin trabajar) en diciembre 2018, 2019, 2020, 2021 y 2022. Ese dato que Yolanda Díaz dice que "no tienen".
El incremento de demandantes de empleo “ocupados” solo entre octubre y diciembre es de 265.387 personas. Entre noviembre y diciembre han aumentado los demandantes de empleo “ocupados” que no aparecen como paro registrado a razón de 90.000 personas al mes.
Hasta Comisiones Obreras reconoce que “la combinación del carácter fijo discontinuo -especialmente si la causa se desdibuja- y el tiempo parcial sin justificación tiene un alto potencial precarizador” (Acción sindical 49, junio 2022) y “las empresas han sustituido temporalidad por parcialidad indefinida como fórmula de flexibilidad” (Informe de coyuntura, 3 de enero 2022). Por supuesto, antes de la reforma laboral de Díaz el sindicato culpaba a las empresas -un clásico- de sustituir temporalidad por parcialidad indefinida… Curiosamente, cuando los datos son casi diez veces superiores en un año, no culpa a la reforma laboral.
UGT, en un documento llamado “Los errores de la reforma laboral de 2012 para la juventud de hoy” decía lo siguiente como ejemplo de la elevada precariedad: “En cuanto a la contratación por tipo de jornada en la juventud, se observa que los contratos temporales con jornada parcial suponen el 41%. Además, los contratos de trabajadores fijos discontinuos donde la jornada no se especifica sumaron 89.717 en 2019 y el volumen de contratos fijos discontinuos se ha incrementado en el último año un 4,38%” (agosto 2020). Hoy, que esa cifra es casi diez veces superior, no hablan de precariedad, curioso.
El Gobierno se escuda en que los contratos de “obra y servicio” y estacionales eran en muchos casos un fraude de ley y que los fijos discontinuos dan más derechos. Incluso si compramos ese argumento, que es claramente propagandístico, nada de ello rebate el hecho de que esas personas, que en muchos casos han firmado más de un contrato por periodos de muy poco tiempo, no aparecen en las listas del paro cuando no están trabajando y que, por lo tanto, maquilla las cifras de personas desempleadas.
El Gobierno se escuda en que los contratos de “obra y servicio” y estacionales eran en muchos casos un fraude de ley y que los fijos discontinuos dan más derechos
Lo aterrador de todo esto es que los que se supone que defienden los derechos de los trabajadores acepten un maquillaje tan obsceno y encima nos intenten decir que esas personas que no están trabajando no están paradas porque les han hecho un contrato.
Es todo mucho más sencillo. Ya que la maquina de mentir diaria dice que esto ha sido siempre igual desde hace 35 años, que publiquen los datos de fijos discontinuos inactivos en esa serie histórica sumada a la cifra de parados oficiales. Adelante.
Hemos terminado 2022 con un elevado maquillaje del desempleo y, a pesar de todo ello, la tasa de paro oficial sigue siendo la más alta de la OCDE y la UE, la tasa de paro juvenil es la más elevada con Grecia, y la duración media de los contratos es significativamente más baja que en las economías comparables. Menudo éxito.