Cuando una economía crece con inflación, en los análisis económicos se enciende una alarma amarilla. Cuando no crece y padece inflación, la luz pasa a ser roja. Y si a la falta de crecimiento en un momento de alta inflación se suman tres procesos electorales en un país sacudido por el populismo, además del luminoso rojo se activa el megáfono con el sonido de una alarma. Otra opción es decir aquello de "apaga y vámonos".
Así está España en este segundo día de 2023. En una visión panorámica del año que acabamos de despedir, el crecimiento de 2022 fue del 5% -según el dato adelantado por Pedro Sánchez- y la inflación media del 8,5%. Luz amarilla.
Pero miramos el cierre del año dibujado por el INE, el resultado global empeora. En el tercer trimestre el PIB se estancó con un pírrico avance del 0,1% y la inflación avanzada de diciembre fue del 5,8% en diciembre. Son datos que obligan a hablar de estanflación. Luz roja.
Desde hoy, nos esperan casi 12 meses de intensa campaña electoral hasta las generales que se celebrarán justo antes de la Navidad. Con las encuestas mostrando un país dividido y el discurso woke dominando la esfera pública, el disparate económico está servido. Así que les dejo 10 claves para empezar este 2023 hablando del 'diablo' que está en los detalles de las medidas aprobadas por el Gobierno, algunas de ellas propuestas por el principal partido de la oposición.
1. La rebaja del IVA de los alimentos -apoyada por PSOE y PP- es una medida regresiva, es decir, que no sigue la máxima de focalizar el gasto público en los colectivos más vulnerables. Es un guiño electoral a todo aquel que va al supermercado.
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2. El diseño de medidas como el cheque de 200 euros es arbitrario. ¿Por qué ayudar a un individuo con unos ingresos de 27.000 euros y un patrimonio de 74.000 euros (además de su vivienda) y no hacerlo con un pensionista en peor situación? ¿O con el que gana 28.000 euros y no cuenta ni con ahorros, ni con vivienda? Esta pregunta es extensible a los requisitos establecidos en el acuerdo hipotecario entre Calviño y la banca.
3. El Banco de España y otros organismos, como Fedea, han advertido que la gran mayoría de las medidas aprobadas por el Gobierno en sus planes de choque contra la inflación son solo maquillaje. Es decir, no resuelven el problema. Se verá ahora con la subida del precio de la gasolina, ya sin subvención. Esto significa que en 2024, cuando pasen las elecciones y sea el momento político para retirar estas ayudas, la inflación volverá a subir.
4. En este punto, es obligado hablar del 'tope al gas', una medida que ha conseguido rebajar el IPC energético que solo tiene en cuenta el precio que pagan los consumidores de la tarifa regulada (PVPC).
Esta subvención, que ha incrementado el consumo de gas en un momento en el que hay que bajarlo para reducir la dependencia de Rusia, está siendo costeada por los consumidores españoles. Es decir, no es gratis. Además, hay una parte de la rebaja que se pierde vía exportaciones a Francia. Y no cumple con la petición de Bruselas de reformar el mercado regulado español (cuyo diseño hizo que nuestro país sufriera con más virulencia y antes que el resto la volatilidad de la energía).
Como muestran los mapas de color que circulan por Twitter, el 'tope al gas' y la apuesta de los últimos años por las renovables han hecho que España cuente en este invierno con precios de la luz muy inferiores a otros países europeos. Pero para tratar a los ciudadanos como adultos, es aconsejable, mostrar toda la foto y no solo el dato que más interesa. Por cierto, esta 'excepción ibérica' caduca el próximo 31 de mayo.
5. En 2023, será interesante atender a la evolución de la recaudación. Se verá, por un lado, el efecto de las subidas de impuestos aprobadas en los últimos meses. Y por otro, será interesante seguir de cerca el IVA para ver si la inflación acaba reduciendo el consumo o si por el contrario, las ayudas públicas sostienen ese gasto de las familias españolas.
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6. El gasto público genera inflación y esta golpea con más fuerza a los más pobres. Con excepciones, como el tren gratis, los planes de choque aprobados por el Gobierno en el último año elevan la inflación. Esto no es una 'excepción española', pero es un problema para la política monetaria que tiene que dictar Christine Lagarde.
7. Si la política fiscal no acompaña a la política monetaria, el BCE tendrá que subir aún más los tipos y retirar con más determinación los estímulos que permitieron articular el gasto público de la pandemia. 2023 no será el año en el que la inflación volverá al 2% en el que debe estar.
Como dijo el expresidente de la Fed, Paul Volcker, la inflación es como la pasta de dientes, cuesta mucho volver a meterla en el tubo. Y ni la política del Gobierno de Sánchez, ni muchas de las medidas de gasto que propone Núñez Feijóo ayudan a combatirla.
"2023 no será el año en el que la inflación volverá al 2% en el que debe estar"
8. En este punto, toca hablar de la medida estrella: volver a indexar las pensiones al IPC. En 2023, la subida será del 8,4%. Pero en 2024, se sumará otro 4,9%, si se cumple la previsión del Banco de España. Subirá, así, en otros 8.000 millones de euros la factura del gasto en pensiones de 2025 y años venideros.
9. Todo esto en un mercado laboral que está perdiendo competitividad por el impacto del coste de la energía y por la subida de los costes laborales que alcanza el 8,8% desde que arrancó la legislatura, según el IEE. En clave electoral, el año comenzará con el anuncio estrella de la nueva subida del SMI. ¿Dejará corta la promesa de Yolanda Díaz de que alcance el 60% del salario medio?
10. Así llegaremos a 2024, un año en el que según la OCDE y el Banco de España, la inflación seguirá muy por encima de lo que establece el mandato del BCE (en el 3,6%, según este último organismo).
Lo más preocupante es que el crecimiento habrá perdido fuerza porque ya no contará con el 'efecto rebote' por la crisis de la Covid-19 que salvó los datos de 2022. El BdE prevé que la economía avance ese año un 2,7% a pesar del impulso de los fondos europeos. Y un detalle importante: ese año vuelve la disciplina fiscal en la UE y se reduce el margen para las ayudas públicas.
Resolver el entuerto será problema del próximo Gobierno. Y pagar la factura, será cosa de las próximas generaciones. Mientras tanto, Feliz 2023.