El precio del alquiler sigue siendo una de las principales preocupaciones para los españoles que buscan independizarse. En nuestro país, de media, se sitúa en 11,9 euros el metro cuadrado en noviembre, según Idealista. Se trata de un aumento del 9,2% durante el último año. Sólo durante el último mes, hasta 30 capitales de provincia han experimentado subidas.
Pero más allá del incremento del precio del alquiler, que preocupa sobre todo a los inquilinos, hay otro tema que, en este caso, debe preocupar sobre todo a los propietarios de vivienda en alquiler. Y ese no es otro que las multas que pueden recaer sobre ellos si no declaran lo cobrado por este concepto.
Como solía decir un eslogan de hace ya bastantes años, Hacienda somos todos. Y como la Agencia Tributaria quiere que realmente sea así, dispone de una serie de métodos para comprobar que los caseros declaran los pagos que reciben de sus inquilinos.
¿Es obligatorio declarar el alquiler?
La respuesta es sí. “Si eres propietario de una vivienda en alquiler y tus ingresos anuales superan los 1.600 euros, es obligatorio presentar la declaración de la renta”, explican desde Tax Down. Y añaden: “En tu declaración, deberás incluir esos ingresos como rendimientos de capital inmobiliario. Es importante cumplir con esta obligación tributaria para evitar posibles multas”.
Además de las multas, que siempre duelen al bolsillo, el hecho de no declarar el alquiler implica otra situación negativa para el propietario: no podrá disfrutar de ninguna de las deducciones fiscales asociadas al alquiler.
¿Y cómo detecta Hacienda que no se está cumpliendo con la ley? No es Sherlock Holmes, pero la AEAT tiene métodos para comprobar que una vivienda está alquilada. Por ejemplo, cruzando los datos de las declaraciones de la Renta tanto del casero como del inquilino. Si este último lo hace, y el propietario no, será ‘cazado’ por el fisco.
Otra fórmula que suele utilizar es comprobar las facturas de los suministros energéticos. Si un piso se supone que está vacío (es decir, que no vive nadie en él de alquiler), y hay consumo eléctrico (por tanto, la vivienda está alquilada), el propietario será descubierto.
Y un tercer camino es el de la denuncia. Puede ser el propio inquilino quien lleve a cabo esta acción. O algún vecino del edificio al que le caiga mal el inquilino y use la denuncia como ‘arma’ contra el dueño de la casa.
“El sistema se basa en la información financiera proporcionada por las comunidades autónomas, así como en otras fuentes confiables como entidades bancarias y contratos de consumo energético”, resumen desde Tax Down.
¿Cuáles son las multas que puede poner Hacienda?
Si el propietario de una vivienda de alquiler es descubierto por Hacienda por no declarar los ingresos provenientes de este bien, tendrá que hacer frente a una multa. “Es fundamental cumplir con las obligaciones fiscales y realizar la declaración adecuada del alquiler para evitar sanciones y problemas legales”, recuerdan desde Tax Down.
Sanciones que pueden implicar una multa que oscila entre un 50% y un 150% del importe no declarado, además de los intereses de demora correspondientes. Así queda recogido en la Ley General Tributaria.
Será considerada infracción leve si la cantidad es inferior a 3.000 euros. Entonces, la multa será del 50% de la cantidad defraudada. Pero, si supera esos 3.000 euros, será una infracción grave, y la multa puede oscilar entre el 100% y el 150%.