La tercera generación de Almirall se abre paso tras 50 años de Jorge Gallardo y dispara el valor de la empresa
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Relevo en la industria farmacéutica. La tercera generación de la empresa Almirall se abre paso después de que Jorge Gallardo, presidente del consejo de administración de la compañía, haya anunciado su retirada este lunes. Después de 50 años al frente de la farmacéutica, será su hijo, Carlos Gallardo, quien tome las riendas de la farmacéutica catalana.
La renuncia de Jorge Gallardo se hará efectiva el próximo 6 de mayo de 2022, en la celebración de la junta de accionistas de Almirall. La sucesión en la empresa lleva años fraguándose. Y es que, en los últimos años, Carlos Gallardo ha ido adquiriendo nuevas responsabilidades, hasta que, en noviembre de 2020, fue nombrado vicepresidente.
Su nombre siempre ha estado encima de la mesa como posible sucesor de su padre, aunque la compañía nunca ha querido desvelar los planes de transición de Almirall cuando Jorge Gallardo se retirase.
Carlos Gallardo comenzó su carrera profesional, precisamente, en la industria farmacéutica. Fue en Pfizer donde dio sus primeros pasos. Después, se incorporó a Almirall, donde ha ocupado diferentes puestos a lo largo de casi 10 años hasta llegar a desempeñar funciones ejecutivas. Desde 2013, es miembro del Consejo de Administración de la compañía.
Licenciado en Ingeniería Industrial por la Universitat Politècnica de Catalunya y MBA por la Universidad de Stanford, Carlos Gallardo es, además, fundador y CEO de CG Health Ventures, que invierte y crea empresas de salud digital. También y es miembro del consejo de administración de varias startups de tecnología médica y salud digital.
Las cuentas de Almirall
Carlos Gallardo tomará las riendas de la compañía tras haber cerrado 2021 con pérdidas netas de 40,9 millones de euros, según los resultados presentados este lunes que se han visto afectados por varios extraordinarios a pesar de la mejoría de algunas cifras intermedias. Estas cifras que chocan con las del ejercicio anterior, cuando la compañía consiguió unas ganancias de 74,3 millones de euros, aunque esta cantidad era un 30% menor que en 2019 debido al impacto de la Covid-19.
De hecho, la reducción de las ganancias fue sostenida a lo largo de 2020 por la irrupción de la pandemia, que afectó principalmente a su negocio dermatología en Europa y EEUU.
Por lo que se refiere a las cuentas de 2021, la compañía ha atribuido este resultado al deterioro en 103 millones de euros del valor contable del activo intangible de Seysara (69 millones), de la cartera legacy de EEUU (22 millones de euros) y al pago por la opción de compra de Bioniz, finalmente, no ejecutada (12 millones de euros).
Dentro de los ingresos totales, las ventas netas alcanzaron los 827,7 millones de euros, un 2,5% más, debido, según Almirall, a la contribución positiva de sus motores de crecimiento y a "los buenos resultados" de su negocio dermatológico en la Unión Europea.
Aplauso y potencial en bolsa
Tanto los números y como las novedades presentadas por la compañía farmacéutica este lunes no han tardado en ganarse el aplauso del mercado. Tanto que este lunes las acciones de Almirall se dispararon un 8,29% hasta los 5,71 euros. El incremento fue tan alto que había que remontarse hasta mayo del año pasado para encontrar una sesión más alcista.
Al parecer, los inversores han comenzado a creer que finalmente la compañía hará valer sus fundamentales para ir consumiendo su potencial alcista, que actualmente es de nada menos que un 23,6% desde su precio de mercado. Y es que, el consenso de analistas consultados por Refinitiv establecen un precio objetivo de 14,21 euros para sus acciones.
De las 12 casas de inversión que siguen de cerca la evolución de su negocio y cotización, ocho se decantan por la compra de las acciones de Almirall. Los cuatro restantes optan por aconsejar a sus clientes que mantengan posiciones en la compañía. Ni uno solo cree que la mejor opción sea vender posiciones en una cotizada que forma parte del Ibex 35 desde junio de 2020, cuando fue elegida para hacerse con el puesto de Mediaset España en el índice rey español.
El atractivo del dividendo
Entre los más optimistas con uno de los valores que más parabienes cosecha entre la comunidad inversora, los analistas de CaixaBank BPI, que establecen un precio objetivo de 16,2 euros por acción. Una cota cuya consecución esperan que se pueda alcanzar gracias a la política de retribución al accionista que mantiene la compañía en un momento en el que los dividendos siguen siendo un buen reclamo para atraer inversores y conseguir su fidelidad.
Este mismo lunes, Almirall anunció un dividendo de 0,19 euros por acción para el próximo 30 de julio. Un montante que se traducirá en un desembolso cercano a los 34,16 millones de euros. No obstante, antes tendrá que pasar el visto bueno de su próxima junta de accionistas, la misma en la que el próximo 6 de mayo se ratificará la sucesión en su presidencia.
El otro negocio de los Gallardo
Almirall no es la única empresa en manos de la familia Gallardo. En enero de 2021, Goodgrower y CriteriaCaixa anunciaron un acuerdo para la transmisión del 20% de Vithas que estaba en manos del holding que gestiona el patrimonio de la Fundación “la Caixa”. De esta manera, la familia Gallardo pasó a ostentar el 100% del grupo hospitalario.
Durante los últimos años, Vithas, a través del crecimiento tanto interno como de adquisiciones (entre las que destaca la adquisición de Hospitales Nisa en 2017), se ha convertido en el segundo principal operador privado de salud en España.