No está siendo un buen año para las farmacias situadas en la Comunidad de Madrid. La facturación de estas boticas ha decrecido en los últimos doce meses (hasta septiembre de 2021) un 0,6% debido, en parte, al desplazamiento de la población hacia zonas rurales.
Desde que comenzó la crisis sanitaria de la Covid-19 y se extendió el teletrabajo, muchas personas han optado por dejar las capitales y volver al medio rural. Una tendencia que ha beneficiado a la facturación de las farmacias más pobres en detrimento de las que se sitúan en núcleos urbanos.
En concreto, la facturación de las farmacias madrileñas se ha situado en los 2.712 millones de euros, según los datos recopilados por Iqvia. Una cifra que es un 0,6% menor que la registrada entre septiembre de 2019 y el mismo mes de 2020.
Tampoco ha sido un buen año para las boticas situadas en Canarias, Navarra y País Vasco, que también registran una caída de su facturación en los últimos doce meses (desde septiembre de 2020 hasta el mismo mes de 2021). En concreto, se dejan un 0,9%, 0,5% y un 0,4%, respectivamente.
En la parte alta de la tabla, es decir, que han generado crecimiento en sus facturaciones, se encuentran las farmacias situadas en Baleares, Andalucía y Galicia (3,4%, 3,1% y 2,7%, respectivamente).
También Extremadura, Cantabria y Cataluña han registrado incrementos de sus ingresos por encima del 2%, siempre según los datos recopilados por la consultora Iqvia.
En lo relativo a la facturación de las farmacias a nivel nacional, esta alcanza los 21.609 millones de euros en el último año, lo que supone un crecimiento del 1,5%. De este total, las boticas de cuatro comunidades autónomas son las que concentran casi el 60% de todos los ingresos. Se trata de Andalucía, Cataluña, Comunidad de Madrid y Comunidad Valenciana.
La facturación de las farmacias rurales
Como se refería anteriormente, la pandemia de la Covid-19 ha llevado a una vuelta de la población al medio rural. Una tendencia que ha repercutido favorablemente en la facturación de las farmacias más pobres.
Estas boticas, situadas en su mayoría en zonas despobladas de la geografía española, han registrado incrementos de sus ventas de hasta el 12,6%.
"Las farmacias rurales han tenido un incremento importante en ventas en estos meses como consecuencia del desplazamiento de parte de la población a estas áreas por el teletrabajo", explicaron desde Iqvia a EL ESPAÑOL-Invertia.
A pesar de ello, el presidente de los farmacéuticos, Jesús Aguilar, avisó en una entrevista concedida a este periódico que se trata un "momento puntual y no podemos considerarlo como una tendencia a futuro".