La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), en su análisis del gasto de los hospitales públicos, instaba a incentivar los medicamentos biosimilares, fármacos biológicos que tienen la misma indicación y uso que sus productos de referencia.
Este organismo considera que la utilización de los biosimilares es una herramienta de ahorro en un contexto en el que el gasto farmacéutico no para de crecer. De hecho, cifró en 950 millones de euros el ahorro anual que permitirían estos medicamentos.
El análisis de impacto presupuestario de los medicamentos biosimilares en el Sistema Nacional de Salud (SNS) elaborado por la consultora Hygeia Consulting y dirigido por el profesor de Economía Aplicada, Estructura e Historia de la Universidad Complutense de Madrid, Manuel García, prevé estas mismas cifras.
En concreto, estima que, para el periodo 2020-2022, la sanidad pública podría llegar a ahorrar 2.856 millones de euros. Esta previsión ha tenido en cuenta el ahorro que los biosimilares actualmente comercializados continuarán produciendo, como el asociado a la llegada de nuevos.
El análisis también ofrece cifras del periodo 2009-2019, con una estimación del ahorro producido por estos medicamentos de 2.306 millones de euros. Son los biosimilares que llevan más tiempo en el mercado (somatropina, epoetinas o infliximab) los que contribuyen en mayor medida al ahorro agregado hasta 2019. Suponen un 61% del total.
De forma conjunta, el ahorro total asociado a la utilización de los biosimilares en España alcanzaría los 5.162 millones si consideramos el periodo entre 2009 y 2022, según esta investigación, encargada por la Asociación Española de Medicamentos Biosimilares (Biosim).
Sin embargo, el peso de estos medicamentos sobre el gasto farmacéutico total es muy bajo. En el caso de España, según el informe 'Evolución y tendencias del mercado farmacéutico español' de IQVIA Institute, el porcentaje sobre el gasto farmacéutico hospitalario que representaban los biosimilares en 2018 tan solo alcanzó el 3%, lo que corresponde, aproximadamente, a 300 millones de euros.
Lo que sí deja claro el análisis elaborado por Hygeia Consulting es que la introducción de los medicamentos biosimilares en la prestación farmacéutica española ha generado un significativo ahorro. Especialmente en el ámbito de la farmacia hospitalaria, donde se consumen y dispensan mayoritariamente estos medicamentos.