Magyar Vagon y Talgo aumentan la presión sobre el Gobierno para que apruebe la opa y desactivar a Skoda
El Gobierno trata de ganar tiempo y el fabricante checho busca socios para una oferta de la que se espera que aporte más información.
25 julio, 2024 01:43Crecen las presiones para que el Gobierno apruebe la opa de Magyar Vagon sobre el 100% del capital de Talgo. El fabricante, sus accionistas minoritarios y el grupo húngaro ya se han pronunciado -en algunos casos por carta directa- para quejarse de los reparos del Gobierno a llevar a cabo esta operación, mientras el propio Ejecutivo busca la manera de ganar tiempo.
En este sentido, la pelota está en su tejado. El Gobierno, que debe pronunciarse en los próximos días para dar un veredicto a la opa lanzada en el mes de marzo, podría alargar los plazos y pedir más información a los húngaros. Algo que, según fuentes del sector, es lo que precisamente ocurrirá.
De hecho, Andras Tambor, representante de Magyar Vagon, ya anunció en su aparición en España que esto podría pasar. Y teniendo en cuenta que agosto es un mes inhábil en cuestiones legales, la decisión final podría trasladarse a septiembre. De esta forma, tendría más tiempo para articular un oferta con socios para Talgo.
Y mientras Talgo está a la espera de que Skoda ofrezca detalles sobre la oferta de fusión lanzada el pasado 16 de julio. Así se lo reclamó al no incluir una oferta económica y le dio de plazo, en principio, diez días.
En concreto, pidió a Skoda que "indique si implica el ofrecimiento a los accionistas de la sociedad de una contraprestación superior a la ofrecida por GanzMavag Europe Zrt (Magyar Vagon) en la opa anunciada el pasado 7 de marzo y si ésta se satisfaría en efectivo, y que explique sus actuales capacidades industriales y financieras".
Más presión
La oferta de Skoda es precisamente la que ha originado toda esta presión hacia el Gobierno por parte de los protagonistas de este culebrón. El actor principal, Talgo, mandó una carta a la Junta de Inversiones Exteriores (Jinvex), el ente público dependiente de Moncloa encargado de autorizar o vetar la compra de una compañía nacional calificada de estratégica por otra extranjera.
En la misiva, el fabricante asegura que el bloqueo del Gobierno y los rumores de su veto han causado problemas en el aseguramiento de la financiación necesaria para los proyectos y contratos existentes, la negociación con proveedores y suministradores y problemas para reclutar profesionales.
Poco después, llegó el turno de los actores secundarios. La Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (Aemec) amenazó con iniciar acciones judiciales contra el Gobierno por dificultar su derecho a decidir en caso de vetar la opa.
En opinión de la asociación, "la opa lanzada por la totalidad del capital social de Talgo es beneficiosa para los más de 8.000 accionistas de la compañía".
Consideran que los accionistas "deberían tener el derecho a decidir si venden sus acciones o no, no solo por la contraprestación económica sino porque con la misma se proporciona una solución a Talgo que resuelve sus urgencias industriales, sumando fortalezas de un grupo industrial de la Unión Europea que ambiciona mercados a los que la compañía hasta ahora no podía acceder".
Para Aemec la oferta de Skoda pretende sortear los requisitos establecidos en la normativa de opa para presentar una operación corporativa competidora y plantear una "combinación de negocios".
Y hace unos días, otra de las protagonistas de la película, la empresa húngara, envió una carta a la Comisión Nacional de los Mercados de Valores (CNMV) para pedir que proteja su opa sobre Talgo, al considerar que el interés de la checa Skoda podría constituir una manipulación del mercado y atentar contra el derecho comunitario europeo.
El consorcio húngaro cree que la operación planteada por Skoda supone "privar a los accionistas de una oferta voluntaria con un pago de 5 euros por acción en efectivo; resulta en un perjuicio económico directo a los accionistas; pervierte la norma; y supone una promesa futura de oferta en el contexto de una opa en curso".
La empresa húngara se reafirma en su posición. "Somos la única oferta en firme, con un precio en metálico, una financiación cerrada y un plan industrial", indican fuentes del consorcio a este medio. De hecho, cree que la oferta de Skoda sólo viene a entorpecer el proceso.
Para tratar de tranquilizar al Gobierno abrió la puerta a que entrase el Gobierno o alguna empresa española en oferta por Talgo.
Y en este elenco no podían faltar los actores de reparto: los trabajadores. Desde CCOO no se posicionan a favor de ninguna oferta en concreto, sino que piden claridad. "Si no es la empresa húngara porque el Gobierno rechaza su opa, tiene que haber una solución para la compañía", señala a este periódico Gerardo Cortijo, responsable de política industrial y sectorial de la federación estatal de CCOO de industria.
A su vez, pide que independientemente de lo que ocurra se mantenga la sede social de Talgo en España y los puestos de trabajo, así como que se presente un plan industrial más allá de 2029 ya que se va a producir un gran desarrollo ferroviario a nivel global y se requerirá mucho material rodante.
Reticencias del Gobierno
Como es bien sabido, el Gobierno se ha mostrado reticente a la operación. El ministro de Transportes y Movilidad Urbana, Óscar Puente, señaló días después del anuncio de la oferta que el Gobierno trabaja en diversas alternativas, ya que Talgo es "una empresa estratégica y vamos a intentar mantener ese carácter".
Para el Gobierno existen vínculos del grupo húngaro con Rusia. Cabe recordar que el 45% de Magyar Vagon está en manos del fondo Corvinus, controlado por el Gobierno húngaro. Y el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, es el líder del partido ultraconservador húngaro Fidesz.
Por ello, la oferta de Skoda es la que más convence al Ejecutivo de Pedro Sánchez. Una propuesta que incluiría la participación de más socios, tal y como ya contó este periódico. Entre éstos se encuentran Criteria, el brazo inversor de la Fundación La Caixa, y el grupo Escribano, accionista de referencia de Indra.
Skoda sondeó a estas empresas con el fin de de articular su propuesta industrial, según confirman fuentes del sector a EL ESPAÑOL-Invertia. Las dos compañías sonaban desde hacía tiempo, pero puede que no sean las únicas a las que la compañía checa esté contactando.
Aún así, no está claro cuáles son las intenciones de Skoda, ni el papel que podrían desempeñar las dos empresas españolas. Eso es, precisamente, lo que se está discutiendo. De hecho, tampoco es seguro que se vaya a llegar a un acuerdo.
Por último, ha aparecido un actor que no estaba invitado en un principio. Piotr Malepszak, viceministro de infraestructuras de Polonia reconoció el pasado miércoles su interés por pujar por el fabricante de trenes español. No obstante, aún no se ha concretado en ninguna oferta.