Historia de un 'robo' de trenes y de cómo Skoda ya fue a por Talgo hace cinco años
La checa vuelve a lanzar una ofensiva sobre el fabricante español. En este caso, con la intención de fusionarse y crear un gran grupo europeo.
21 julio, 2024 02:18La semana pasada, Skoda entraba de lleno en la puja por Talgo. De momento, lo hizo con una oferta de fusión y con la intención de integrar a otros socios como Criteria o Escribano. Todo ello a la espera de conocer más detalles de una propuesta que, en principio, interesa más al Gobierno español que la del grupo húngaro Magyar Vagon. Sin embargo, no es la primera vez que la checa va a por Talgo. Hace cinco años lanzó una gran ofensiva, aunque con otras intenciones.
Intenciones que dejaron a Talgo sin su primer gran pedido de trenes para transporte de cercanías y regionales en 2019. Una división recién estrenada para ampliar este segmento de tráfico ferroviario, hasta ahora centrado en larga distancia.
¿Qué ocurrió? En noviembre de 2018, Letonia adjudicó a Talgo un contrato para la construcción de 32 unidades de trenes de cercanías y regionales por 225 millones de euros. El fabricante español se había impuesto a otros competidores como CAF y Skoda.
Tras hacerse público el resultado del concurso, estas dos últimas compañías presentaron quejas relacionadas con las valoraciones. A principios de febrero de 2019, Letonia congeló el contrato por supuestas irregularidades que debía analizar.
Aunque quedaron rechazadas las quejas relativas a la oferta de Talgo, las autoridades letonas aceptaron la revaluación de la oferta de Skoda en lo referente a la valoración sobre el consumo de energía de sus trenes.
Como consecuencia de esta revisión, Talgo perdió el contrato en favor de Skoda. Sin embargo, no se resignó y reclamó. Y aquí hubo mucho miedo en la compañía checa, por lo que trataron de desprestigiar a Talgo y mostrar la rivalidad que existe entre fabricantes de trenes.
Los checos fueron muy duros en sus declaraciones en aquella época. El director de desarrollo de negocio de Skoda Transportes, Roman Sorkin, afirmó que la empresa española, a diferencia de la checa, nunca ha producido ningún tren eléctrico de cercanías.
También alegó que, aunque los trenes del fabricante español costaban unos 17 millones de euros menos, teniendo en cuenta el ciclo de vida de 35 años de los trenes y los costes de su mantenimiento, los checos salían más baratos.
Finalmente, Talgo perdió esta batalla. En julio de 2019 se confirmó que Skoda se quedaba con el codiciado contrato. Un duro golpe para el fabricante español tanto por la cuantía del contrato como por la importancia de desarrollar su nueva división.
Fusión con Talgo
Ahora, Skoda vuelve a ir a por Talgo, pero con otra pretensión. En principio, la de fusionarse. No obstante, la española ha solicitado información detallada de la propuesta al no contener una oferta económica y sólo hablar de "combinación de negocios y de integración industrial".
En este caso, lo que le interesa a Skoda de Talgo es su potencial en alta velocidad. El fabricante español es el principal suministrador de trenes de alta velocidad de Renfe en España y el de trenes en el proyecto de AVE a La Meca.
Y precisamente, Talgo necesita un socio industrial para incrementar su capacidad y poder concluir los pedidos de trenes de sus clientes, entre ellos Renfe o el operador público alemán Deutsche Bahn.
Skoda encajaría como socio industrial. La compañía, con 165 años de historia, pertenece ahora la corporación PPF. Actualmente no guarda relación con el famoso fabricante de coches, que desde 1991 forma parte de Volkswagen. Todavía comparten logo, pero solo hasta 2029, que se lo quedará en exclusiva la empresa de coches.
La división de transportes del grupo es muy importante. Son muy potentes en locomotoras eléctricas, unidades eléctricas de uno y dos pisos, trenes, tranvías, metro y autobuses de varios tipos.
Además, sus inversiones en I+D hacen que también estén inmersos en el desarrollo de vehículos ferroviarios con propulsión alternativa (como el hidrógeno).
Skoda ingresó en 2023 cerca de 1.400 millones de euros, lo que supone más del doble de lo que facturó Talgo y mucho más que Magyar Vagon, que es más pequeña. En términos de empleo, tiene unos 8.000 trabajadores, frente a los 2.872 de Talgo o los 2.500 de la húngara. No obstante, es preciso señalar que registró pérdidas de 78 millones.
La fusión de las dos empresas daría lugar a un gigante europeo en el transporte ferroviario europeo y permitiría a Skoda rellenar la pata que le faltaba a su negocio: la alta velocidad.
Situación y plazos
Cabe recordar que Magyar Vagon ofreció 619 millones de euros por el 100% de la compañía, a un precio de 5 euros por acción. En principio, la opa cuenta con el apoyo de Pegaso, una sociedad instrumental que ostenta el 40% de las acciones propiedad del fondo Trilantic y las familias Oriol y Abelló.
Y hasta que Skoda no ofrezca información más detallada, los plazos se mantienen. La próxima cita marcada en el calendario es el 10 de agosto. Ese día el Gobierno debería pronunciarse para aprobar o rechazar la opa de la húngara, siempre y cuando no se le requiera información adicional a la compañía.
Así, el plazo se podría ampliar si el Gobierno necesitara más información. Y dado sus recelos hacia la oferta de la húngara, es probable que se alarguen los tiempos, según fuentes de mercado consultadas por este medio.