El AVE vuela alto en Galicia: la llegada de la alta velocidad duplica los pasajeros de 2019
Durante los primeros ocho meses en operación, la cifra total de viajeros en este corredor alcanzó los 1.214.943 pasajeros frente a los 660.751 de 2019.
20 septiembre, 2022 02:23El AVE crea pasajeros que apuestan por el ferrocarril. Así se desprende de los datos de los ocho primeros meses en operación del nuevo corredor de alta velocidad que une Galicia con Madrid. En concreto, a finales de verano los usuarios de esta opción modal prácticamente se han duplicado si se comparan con los registros previos a la pandemia.
Entre enero y agosto, 1.214.943 pasajeros utilizaron los AVE para desplazarse entre Madrid y Galicia. Una cifra que supone un importante crecimiento en comparación a los 660.751 registrados durante el mismo periodo de 2019. Año que se toma como referencia al no contar con los efectos de la pandemia.
Uno de los factores que refuerza la idea de que el apetito por desplazarse en alta velocidad es grande en Galicia es la respuesta al importante incremento de plazas realizado por Renfe. La operadora aumentó el número de plazas de estos servicios en un 73% con respecto al periodo enero-agosto de 2019.
[La alta velocidad ferroviaria rozó la recuperación total de los niveles prepandemia durante julio]
Unos trenes cuyo nivel de ocupación ha sido alto. En este periodo los datos de Renfe señalan que los vagones llegaron a superar el 80% de ocupación durante los meses de verano.
Objetivo: superar al avión
Las primeras previsiones señaladas desde la dirección de Renfe cifraban en seis millones los viajeros en todos los medios de transporte que se desplazaban a Galicia. El objetivo de la operadora era pasar a repartirse la ruta al 50% con el avión desde el 80% que tenían las aeronaves antes de la apertura de la ruta de alta velocidad.
Las cifras alcanzadas por Renfe durante este verano ya hacen que este objetivo se haya alcanzado. Los registros de Aena indican que, entre enero y agosto de 2022, los aeropuertos de Vigo, Santiago y A Coruña recibieron 975.000 pasajeros.
Una cifra sensiblemente inferior a los 1,2 millones alcanzados por la alta velocidad durante los ochos primeros meses de 2022. La evolución de los próximos meses definirá si, por primera vez en la historia moderna, el ferrocarril se impone al avión en las conexiones entre Galicia y Madrid.
La reducción de tiempos del tren de alta velocidad ha desempeñado un papel fundamental en este sentido. Los nuevos servicios de Renfe entre Madrid y Galicia, que comenzaron a funcionar el pasado 21 de diciembre, han supuesto una reducción de tiempos de viaje que oscila entre los 54 minutos y la hora y 44 minutos.
A la espera de nuevos trenes
Esta meta alcanzada no deja de ser una etapa intermedia. El despliegue del AVE a Galicia no ha podido contar con todas las capacidades proyectadas en su planteamiento inicial. El retraso en la entrega de los trenes Avril de Talgo han menguado las capacidades y las prestaciones de esta línea.
Los nuevos trenes iban a ser utilizados para completar la oferta de Renfe en todo el ámbito AVE y larga distancia. En concreto, se esperaba que operaran los servicios entre Madrid y Santiago de Compostela, A Coruña y Vigo. Con ellos, habría mayor número de frecuencias, mayor oferta de plazas y reducción de tiempos de viaje en algunos recorridos gracias a su capacidad para rodar tanto en ancho ibérico como en ancho internacional.
El objetivo de Talgo con los Avril es contar con un tren que exprima al máximo las capacidades tanto en prestaciones como en número de pasajeros. El Talgo Avril está homologado a 330 kilómetros por hora con una velocidad máxima de 363 kilómetros por hora. Del mismo modo, estos trenes serían capaces de desplazar en su interior a 521 pasajeros.
Así las cosas, tras años de espera, la llegada de la alta velocidad ferroviaria a Galicia se ha confirmado como un reclamo para provocar un importante cambio en los pesos de las diferentes opciones modales para viajar a Madrid. Un corredor que cuenta con un importante margen de crecimiento tanto por la llegada de nueva tecnología como de potenciales competidores que, a largo plazo, operen trenes en esta línea igual que ya ocurre en el Madrid-Barcelona.