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Unos 16.000 millones de francos suizos en bonos contingentemente convertibles (CoCos o AT1, como también se les conoce) de Credit Suisse fueron amortizados a cero con la absorción de rescate de UBS. Las autoridades suizas contravinieron el orden de prelación establecido en Europa para las resoluciones bancarias. Y, pese a ello, los principales responsables de Credit Suisse Gestión en España creen que los CoCos, en términos generales, siguen siendo una buena oportunidad de inversión.

Un instrumento de otras entidades financieras que sí recomiendan a sus clientes españoles para sus carteras. A Ignacio Díez, su responsable de Renta Fija y Divisas, le gusta la deuda AT1 por sus valoraciones atractivas. En una presentación ante la prensa, ha opinado que el caso de Suiza [en referencia al propio rescate de Credit Suisse] no se repetiría en la hipotética situación de que las autoridades europeas tuvieran que salir al rescate de un banco del Viejo Continente.

No en vano, el BCE y la EBA han asegurado que se mantendría el orden de prelación si se diera alguna otra resolución bancaria en terreno del euro.

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De hecho, en la firma prefieren los CoCos de los bancos a sus acciones, habida cuenta de la mayor volatilidad que experimenta la renta variable y la exigua diferencia de rentabilidad que hay entre un activo y otro hoy por hoy.

Los ejecutivos de la gestora española de Credit Suisse han mantenido un perfil bajo en cuanto a la situación corporativa del grupo. En sentido amplio, el director general de Credit Suisse Gestión, Gabriel Ximénez de Embún, ha afirmado que, tras la crisis bancaria en Estados Unidos y Europa (Silicon Valley Bank, Signature Bank, Credit Suisse, First Republic Bank, Deutsche Bank…), “no vemos riesgo de contagio a otros bancos, puesto que los bancos centrales han dejado claro su compromiso con el sector”.

Estrategia para 2023

Con las condiciones actuales y a cinco años vista, los gestores de Credit Suisse Gestión estiman que se podrá conseguir una rentabilidad anualizada en torno al 6% en renta variable y entre el 3% y el 4% en renta fija. No esperan bajadas de tipos ni de la Fed ni del BCE hasta 2024, y calculan que la tasa de impagos empresariales (o defaults) en el Viejo Continente se elevará desde el 2,80% hasta niveles en el entorno del 4,80%.

Patricia López del Río, responsable de Renta Variable, bautiza como ‘la cuadratura del 5’ las métricas que regirán el mercado: la Fed situará su tipo oficial por encima del 5%, la inflación mundial persistirá en más del 5% y el PIB de China crecerá más allá de un 5%. El único interrogante aún por resolver son los beneficios empresariales.

En renta fija, el grupo apuesta por los bonos gubernamentales y por los bonos emergentes emitidos en dólares, y da un paso atrás en las bolsas desarrolladas y en las divisas emergentes.

Dentro de los parqués, Del Río busca compañías de calidad, con recurrencia de ingresos y estabilidad de márgenes; empresas de alto dividendo, con balances sólidos, y están entrando en sectores como utilities y energía enfocada a la transición energética, servicios de comunicación, compañías beneficiadas por la reapertura de China y nichos donde la inteligencia artificial sea un catalizador de crecimiento.