Tikehau se lanza a la conquista de Oriente Medio dentro de su plan para doblar patrimonio en 2026
El fondo francés está a punto de invertir en promociones inmobiliarias 'build to rent' en España, y le gusta la renta fija bancaria de nuestro país.
Tikehau Capital, uno de los fondos con mayor crecimiento de Europa, se lanza a la conquista de Oriente Medio. Esta región asiática es una pieza clave para ejecutar con éxito su plan de negocio, que cuenta con duplicar el patrimonio gestionado de aquí a 2026, hasta alcanzar los 65.000 millones de euros en activos.
Así lo avanzó uno de sus fundadores, Antoine Flamarion, en un encuentro con la prensa económica española en sus oficinas de París. Tikehau baraja dos opciones para la que será su decimoquinta oficina en el mundo: abrir en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) o en Riad (Arabia Saudí).
Sea cual sea el destino final, la apertura tendrá lugar en 2023. “Oriente Medio es la ventana para crecer en India y África”, asegura Flamarion. Tikehau llevará a la región oriental todos sus fondos de inversión, y cree que las temáticas más importantes a la hora de invertir son transición energética, ciencias de la vida, ciberseguridad y educación.
Preguntado por la a priori contradicción de que los países árabes productores y exportadores de energías fósiles -petróleo y gas- pongan un pie en la transición energética hacia las renovables, el cofundador aclara que “no tiene nada de raro”.
“De hecho”, puntualiza, “hoy los principales inversores en la transición son grandes energéticas como Total”, con quien precisamente la gestora gala mantiene un acuerdo de coinversión.
De Oriente Medio, Tikehau aspira a captar como clientes a importantes fondos soberanos. Cabe recordar que, de los diez fondos soberanos más grandes del planeta, la mitad proviene de Emiratos Árabes, Kuwait, Arabia Saudí (con dos), y Catar. Cifra que se eleva a la docena entre los 30 primeros, donde también se incluyen otros seis de Emiratos y uno de Omán, con datos del ICEX e IE Business School.
Despegue de Tikehau
El fondo francés gestiona en la actualidad 37.500 millones de euros. A pesar de la incertidumbre económica y geopolítica, su crecimiento interanual el año pasado fue del 18%, con datos a cierre de septiembre. Su fase de expansión coincidió con las aperturas de España y Corea del Sur en 2017, mismo año en el que se produjo su salto al parqué de Euronext París.
La capitalización bursátil de Tikehau ronda los 4.600 millones de euros, y sus títulos suben más de un 7% en enero. Hace cuatro años aterrizó en Estados Unidos, donde “hemos crecido rápido”, y en 2022 han abierto sucursales en Israel y Suiza.
“Las cosas están cambiando muy rápidamente en el mundo y se necesita dinero para tales transformaciones. Tenemos una posición privilegiada, nosotros estamos sentados en el medio”, dispuestos a financiar una nueva era. “Queremos ser ambiciosos, no pretenciosos”, en palabras de Flamarion.
De los problemas que serán más relevantes en los próximos años, a Flamarion el que más le preocupa son “los ciberataques masivos”, un nicho al que destinarán una fuerte suma de capital.
En el conjunto de sus estrategias, Tikehau dispone de 5.800 millones de capacidad (dry powder) para desplegar en los diferentes sectores, empresas y megatendencias que han identificado como prioritarias.
Tal y como enumeró Thomas Friedberger, consejero delegado y director de Inversiones de la entidad, estas son: ciberseguidad, transición energética, industria 2.0, financiación de adquisiciones y transformación de los activos reales.
Los mercados en 2023
Pero, en adelante, los mercados serán muy distintos a como lo han sido desde 2012. “En los últimos diez años, el 80% de la rentabilidad se explicaba por la expansión de múltiplos. En los próximos diez, el 80% provendrá del crecimiento del ebitda”, cree Friedberger.
La gestora abarca distintos activos, y gran parte lo hace bajo el prisma de la sostenibilidad: deuda privada, activos reales (desde inmobiliario a infraestructuras), capital riesgo e inversiones tradicionales. Esta última línea de negocio supone tan sólo el 11%, ofreciendo en los activos alternativos su principal valor añadido.
[La lenta llegada del capital riesgo a los minoristas: 50.000 euros, primera parada]
Por ejemplo, la deuda privada. Invierten en deuda de empresas que “atraviesan situaciones especiales, pero no están en distressed”. Esto es, “nunca invertimos en una compañía con intención de tomar el control, aunque podemos hacerlo si la situación lo requiere”, tal y como matizó Maxime Laurent-Bellue, responsable de Estrategias Tácticas.
En estos momentos, la tasa media de impagos corporativos de deuda en Europa está en el 2% y el consenso del mercado espera que se eleve hasta el rango del 4% al 6% en los próximos años. Pese a ello, “habrá menos quiebras que hace 15 años”, cuando tuvo lugar la gran crisis financiera mundial, confía Laurent-Bellue.
España
En líneas generales, “el mercado es demasiado optimista con las bajadas de los tipos de interés y la inflación este año”. “Está cotizando el mejor escenario”, puso en duda Raphaël Thuin, director de Estrategias de Mercados de Capitales.
Desde Tikehau ven con muy buenos ojos a economías europeas como España y Francia, las “más resilientes” por su menor dependencia energética de la Rusia de Vladímir Putin. En cambio, son más pesimistas con respecto a Alemania, Italia o Reino Unido. “Estamos muy contentos de desplegar capital en mercados fuertes y sanos como Francia y España”. En nuestro país, su cara visible es Carmen Alonso, que también lo es para Reino Unido.
Preguntados por las oportunidades de inversión en España, Frédéric Jariel, codirector de Inmobiliario, confirmó que Tikehau está “muy cerca” de invertir en promociones residenciales build to rent, la construcción de inmuebles nuevos para destinarlos al alquiler, no a la venta. Aunque no dio más detalles al respecto.
Por su parte, a Thuin le gustan los bonos de los bancos españoles. Dijo de ellos que “están muy bien capitalizados, tienen balances saneados y la consolidación sectorial ha sido buena”. De hecho, su renta fija presenta “los mejores fundamentales de su historia, pero con valoraciones muy deprimidas, las más bajas en diez años”. La rentabilidad de estos bonos oscila entre el 3% y el 5%.