La fórmula MOAT y las tres tendencias de inversión que Janus Henderson vaticina para un incierto 2023
La gestora angloamericana apuesta por empresas de calidad y por las estrategias mixtas de bonos y acciones para sortear la volatilidad.
En inglés, ‘moat’ significa el foso de un castillo. Un término medieval de defensa bélica frente al enemigo que los analistas financieros anglosajones del siglo XX trasladaron a la gestión de inversiones como una apuesta por aquellas compañías que poseen una ventaja competitiva única y las hace, por tanto, más rentables.
Para Janus Henderson Investors, MOAT es hoy sinónimo de “calidad”, su gran baluarte para un 2023 que se prevé todavía volátil. Y, más concretamente, MOAT son las siglas que Mario Aguilar, uno de sus expertos en construcción y estrategia de carteras, defiende a capa y espada cuando se trata de diseñar la estrategia de inversión para el próximo año.
“Intentamos buscar empresas con altos márgenes (margins) para que así puedan pagar su deuda; con unos buenos administradores que tengan su gestión alineada con los accionistas (ownership); con fuertes ventajas competitivas (advantages), así como con tenacidad (tenacity), esto es, que tengan niveles bajos o sostenibles de endeudamiento”, ha explicado Aguilar en una charla con la prensa en Madrid.
El mercado se ha enfrentado este ejercicio a la tercera subida de tipos más rápida de la Reserva Federal (Fed) estadounidense en 80 años, lo que ha provocado que la bolsa y los bonos se hundan al unísono. Sin embargo, “abandonar el mercado ahora es la peor opción”, opina Aguilar, quien confía en que los parqués “han tocado fondo o están muy cerca de hacerlo”.
Para un escenario que aún puede ser turbulento antes de que dé comienzo la remontada, Phil Gronniger, gestor de carteras en Janus Henderson, aboga por las estrategias mixtas como mejor opción para adaptarse al entorno. “Históricamente, una cartera balanceada ha tenido un tercio de la caída de la bolsa como máximo”, una protección donde las subidas de tipos de los bancos centrales han hecho que “la renta fija va a volver a mitigar caídas en la renta variable y aportar la rentabilidad que ha estado tantos años sin dar”.
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Con respecto a la Fed, el principal banco central de entre los desarrollados, Gronniger estima que el giro o pivote sobre su estrategia de endurecimiento monetario -que vuelva a bajar tipos- no se produzca hasta “2024 como el año más probable”. “Algunos hablan de finales de 2023, pero nosotros no lo vemos”, reconoce.
En estos momentos, la estrategia mixta más representativa de Janus Henderson alberga un 55% de acciones y un 45% de bonos. En la parte bursátil, se centran en compañías con alta rentabilidad por dividendo y confían en sectores de crecimiento a futuro como la salud.
Tres tendencias para 2023
En líneas generales, la responsable de Ventas para Iberia de la gestora angloamericana, Martina Álvarez, visualiza un 2023 que estará marcado por tres claras tendencias de inversión: “La vuelta de los fondos de retorno absoluto, un tipo de estrategia alternativa líquida que tiene que hacerlo bien en plena volatilidad e incertidumbre económica; la llegada de la generación 2.0 de los fondos a vencimiento, que tras volcarse primero con la deuda pública española e italiana se estructurarán después con deuda corporativa; y los fondos temáticos, con tendencias como la tecnología, la salud o la sostenibilidad”.
Además, Janus Henderson está estudiando ampliar sus capacidades en activos alternativos no cotizados como la deuda privada, que complementaría su experiencia en renta fija.