Aseafi, contra el ‘caballo de Troya’ del Fogain: “Si los asesores desaparecen, el inversor estará desprotegido”
El rediseño del Fogain obliga a los asesores financieros a adherirse y pagar una cuota anual. Ellos se niegan, y la CNMV aboga por una cuota simbólica.
La ‘guerra’ abierta entre asesores financieros y las principales instituciones públicas del sector por el rediseño del Fondo de Garantía de Inversiones (Fogain) se recrudece. Faltan menos de 15 días para que se adopte un resultado para la próxima Ley del Mercado de Valores tras el estudio de las enmiendas presentadas por los grupos políticos, y la patronal de los asesores ya advierte de la peor de las consecuencias posibles si a estos se les obliga a adherirse al Fogain.
Esta medida promovida por el Gobierno “no aporta más protección al inversor, y a nosotros nos carga con un coste mayor que sería imposible de abordar para muchas pequeñas empresas de asesoramiento financiero (EAF) institucionales o individuales”, asevera Fernando Ibáñez, presidente de Aseafi, en una entrevista con EL ESPAÑOL-Invertia.
Es más, anticipa que un buen número de entidades tendrían que cerrar al ser incapaces de soportar la cuota del Fogain y, precisamente, “no hay mayor desprotección para el inversor que las EAFs desaparezcan”, recuerda.
El origen del conflicto
El Fogain ofrece cobertura a los clientes de las entidades adheridas cuando alguna de ellas entra en una situación de insolvencia. La indemnización máxima es de 100.000 euros por titular. Por norma general, las entidades adheridas -agencias y sociedades de valores, gestoras de carteras, así como gestoras de instituciones de inversión colectiva y de capital privado para sus clientes particulares- pagan una cuota fija de 20.000 euros anuales.
Históricamente, las EAFs han estado al margen, ya que solo asesoran externamente a los clientes y no gestionan ni custodian dinero alguno. Pero el Proyecto de Ley de los Mercados de Valores y de los Servicios de Inversión que está en tramitación parlamentaria recoge que se incluya a estas firmas de inversión.
La postura de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), arropada por el Tesoro Público y el propio Fogain, es llegar a un acuerdo intermedio. Que las EAFs se adhieran al fondo por el “riesgo de fraude” que sobrevuela a cualquier proceso de inversión, pero pagando una cuota significativamente inferior al resto de entidades atendiendo así a sus características específicas. Un pago que sería de unos 800 euros al año.
En cambio, Aseafi y sus asesores asociados se enrocan en que no deberían pagar ni un euro. La patronal cuenta con un informe jurídico del despacho finReg360 que avala su postura y justifica la improcedencia de adhesión y cotización al Fogain de las entidades que no custodian o gestionan activos.
Un sector sin escándalos
De antemano, Ibáñez reconoce que “la LMV es una buena reforma en su gran mayoría, pero no en lo específico a los asesores financieros”. “Las estafas o quiebras nunca han afectado a las EAFs. Las EAFs no hemos tenido ni una sola denuncia desde nuestro nacimiento. Estamos protegiendo al cliente precisamente de lo que otros han hecho mal”, enarbola el presidente de la asociación contra bancos y brókeres.
En todo caso, también carga contra el proyecto de reforma de la ley a nivel técnico: “El objeto social de las EAFs no ha cambiado y, además, el Fogain no cubre el riesgo de fraude, solo cubre el riesgo de insolvencia. Se está utilizando un argumento erróneo para que nos sumemos al fondo”.
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Igualmente se queja de la alternativa propuesta a su inclusión en el Fogain, que es la disposición de un seguro de responsabilidad civil que pueda garantizar unas coberturas similares. Un seguro que, por la propia idiosincrasia y competencias legales de los asesores, “no protege como debiera”.
En sentido amplio, extrapolan sus demandas a aquellas entidades de inversión que, pese a tener una figura societaria bajo el paraguas del ‘viejo’ Fogain pero que, realmente, lo único que hacen es asesorar y tampoco tocan dinero, deberían salirse del fondo. Un ejemplo claro es el de la sociedad de valores Diaphanum, asociada de Aseafi aun sin ser EAF.
Ibáñez teme que, si finalmente se les obliga a cotizar al Fogain con una cuota de 800 euros anuales, esto sea “como un caballo de Troya”. “Pueden meternos con una cuota más baja y, a los pocos años, subirla mediante una decisión arbitraria que no pasa por el Congreso de los Diputados”. Porque el funcionamiento normal del Fogain no requiere del Parlamento. En ese caso, “sin trámite parlamentario no tendríamos voz ni voto. Podríamos protestar, pero a partir del día siguiente sería de cumplimiento total”, proyecta el presidente de Aseafi sobre un escenario extremo.
Por eso considera que, como sector, “nos lo jugamos todo ahora”, al ser la reforma de una ley. “El sentimiento en el Congreso fue muy favorable. Todos los grupos entendieron cuál es el rol del asesor financiero en España. Si las EAFs se desarrollan sin tantas trabas como en otros países del entorno (Reino Unido, Francia o Italia), no harán falta más medidas de protección al cliente, porque nosotros estamos del lado del cliente”, recalca Ibáñez.