El Gobierno ha cambiado su rumbo fiscal con un nuevo paquete de rebajas tributarias para clases medias y bajas, al mismo tiempo que eleva los impuestos a las más altas. La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, ha hecho gala de una serie de “medidas quirúrgicas para mejorar el Estado del bienestar”.

Por un lado, encaminadas a que paguen más quienes más tienen: se ha aprobado un nuevo “impuesto de solidaridad” a las grandes fortunas, una subida del IRPF a las rentas del capital por encima de 200.000 y 300.000 euros, y una limitación de las bases negativas para grandes empresas.

Del otro lado, están las rebajas “selectivas” para quienes menos tienen: se amplía de 14.000 a 15.000 euros las rentas exentas de IRPF; se rebaja el IRPF para rentas entre 15.000 y 21.000 euros; hay una rebaja adicional del 5% en el rendimiento neto de módulos para los autónomos; se eleva la reducción para gastos deducibles en el régimen de estimación directa, así como una rebaja del tipo del Impuesto de Sociedades del 25% al 23% a las pymes.

A continuación, se ofrece una guía para entender los nuevos impuestos, con algunos casos prácticos.

¿Y si tengo más de 3 millones de euros?

El impuesto a las grandes fortunas, para los patrimonios superiores a tres millones de euros, será de carácter temporal durante 2023 y 2024. Los afectados potenciales, según el Ministerio de Hacienda, son 23.000 contribuyentes, aunque se evitará la doble imposición al poder deducirse el Impuesto de Patrimonio en el nuevo gravamen.

Para hacer una aproximación, en 2019, el Impuesto de Patrimonio afectó únicamente a 212.284 contribuyentes en España, de los que aproximadamente la mitad tenían su residencia fiscal en Cataluña y la Comunidad de Madrid, según datos de la Agencia Tributaria. Así las cosas, el nuevo gravamen a los millonarios sería de aplicación para un 10,8% de los que pagan Patrimonio, que el Ejecutivo estima en un 0,1% del total de contribuyentes en España.

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Los tramos propuestos son los siguientes: del 1,7% para los patrimonios entre tres y cinco millones de euros; el 2,1% para los patrimonios entre cinco y diez millones, y el 3,5% para aquellos superiores a los diez millones.

Son tramos muy similares a los que ya tiene Patrimonio. Se trata de los mismos porcentajes, aunque para cuantías ligeramente diferentes: de 2,6 a 5,3 millones de euros; de 5,3 a 10,6 millones, y de 10,6 millones en adelante.

¿De temporal a permanente?

En todo caso, los 23.000 contribuyentes englobados a priori en esta medida, serían con todas las comunidades autónomas bonificando Patrimonio. Porque, en realidad, el Ejecutivo cuenta en sus planes con que sean 12.000 personas (el 5,7% de los que pagan Patrimonio), atendiendo a las regiones que bonifican o bonificarán, según ha podido confirmar EL ESPAÑOL-Invertia con fuentes conocedoras. Esto implicaría una disminución en el potencial recaudatorio anual, desde los 1.500 hasta los 1.023 millones de euros.

Además, el propio Ministerio en su comunicado puntualiza que se incluirá una “cláusula de revisión para evaluar al término de su vigencia si es necesario mantenerlo o suprimirlo”, por lo que su carácter temporal podría convertirse en permanente o estructural como pretende Unidas Podemos.

Preguntados algunos asesores financieros por esta cuestión, de momento las grandes fortunas de España no están especialmente nerviosas como para provocar un éxodo de capitales hacia otros países europeos: Luxemburgo, Suiza, Irlanda, Alemania…

Aunque sí están abundando las consultas para, llegado el caso, trasladar su residencia fiscal a Portugal. Nuestro país vecino, a pesar de tener un gobierno de corte socialista, está llevando a cabo una ofensiva fiscal a la baja para captar grandes inversores y empresas.

¿Y si cobro menos de 21.000 euros?

Este es el otro gran pilar de la ‘revolución fiscal’ de Montero, que beneficiaría a cerca de la mitad de los trabajadores (unos 4,8 millones de contribuyentes). Un primer ejemplo sería un trabajador casado con un descendiente, sueldo de 18.000 euros y declaración conjunta de la Renta. Con las nuevas medidas, se ahorraría 626 euros en el IRPF.

Otro ejemplo. Un pensionista mayor de 65 años que cobra una pensión de 16.500 euros. Se beneficiaría de un ahorro del 47%, esto es, 689 euros.

Un tercer caso práctico. Un trabajador monoparental con dos descendientes y un sueldo de 18.500 euros. Se beneficiaría de un ahorro de 516 euros en el impuesto.

¿Y si vendo una acción o un fondo?

Otra pata importante de la reforma fiscal del Ejecutivo de Pedro Sánchez entronca con las rentas del capital. Hasta ahora, quien vendiera una acción, un fondo de inversión o un plan de pensiones, una casa o criptomonedas y tuviera plusvalías de más de 200.000 euros, la tabla de los tramos del ahorro establece que debe pagar un 26% por la ganancia.

En adelante, será del 27% si la plusvalía es entre 200.000 y 300.000 euros, y del 28% para ganancias por encima de los 300.000 euros. Los tramos inferiores, en cambio, siguen intactos.

Así, si uno vende sus acciones de una empresa cotizada o su fondo de inversión y acumula 350.000 euros de ganancias por su inversión durante los años anteriores, hoy se embolsaría 266.120 euros. Con las nuevas medidas, el beneficio neto se vería mermado a 264.120 euros.