Viendo el vaso medio lleno, el Euríbor ha cerrado mayo sin llegar al 4%: se ha quedado en el 3,862%. Viéndolo medio vacío, se trata del dato más alto desde noviembre de 2008. Conviene recordar que la mayoría de las hipotecas variables en España están referenciadas a dicho índice. Por tanto, quienes tengan que revisar sus cuotas, tanto de forma semestral como anual de mayo, van a notar su encarecimiento.
Se trata del decimoséptimo mes de subidas consecutivas. Si se compara con el mes de abril, ha subido un 2,8%. Y si se hace con el mismo mes de hace un año, dicho incremento es del 1.247%. Fruto de estos continuados ascensos, aquellas personas que tengan que revisar su hipoteca en junio pagarán 255,05 más al mes. Es decir, 3.606,60 euros más al año para una hipoteca media, según Kelisto.
Tanto para estas personas, como para quienes estén buscando contratar una hipoteca, apuntamos una serie de puntos que son claves para acabar pagando menos dinero a la hora de adquirir una vivienda.
¿Conviene cambiar a una hipoteca fija?
La respuesta es que sí, según explican desde Kelisto. Cierto que las hipotecas fijas se han encarecido entre un 108% y un 121% en el último año. Pero no menos cierto es que se pueden encontrar hipotecas fijas al 2,90% a un plazo de 25 años.
Otro dato a tener en cuenta que es el coste de cambiar el tipo de una hipoteca de variable a fijo, ya sea mediante subrogación o novación, se ha reducido notablemente en aquellos bancos que han decidido acogerse al plan de ayudas a los hipotecados aprobado por el Gobierno en noviembre de 2022.
En concreto, y para estos casos, durante 2023 las entidades no podrán cobrar comisión por subrogación/novación y, a partir de 2024, este cargo quedará limitado al 0,05%.
¿Cuándo hay que cambiar a una hipoteca mixta?
Es otra de las opciones sobre todo si la persona hipotecada tiene opciones de amortizar deuda de manera anticipada. Las mixtas, entre sus atractivos, permiten acceder a un interés fijo más ventajoso que el de las ofertas 100% fijas. Por ejemplo, hay mixtas desde el 2,15%.
Eso sí, sólo se aplicaría durante algunos años. Por tanto, cuantos más sean, más alto será el tipo fijo que aplique el banco. Transcurrida esta primera etapa, de nuevo, la hipoteca volvería a ser variable y, por tanto, el usuario volvería a estar expuesto a los vaivenes del Euríbor.
Este tipo de ofertas, además, solo son recomendables para quienes crean que pueden ahorrar durante los primeros años de vida de la hipoteca. Porque, una vez llegado el tramo variable, podrán amortizar deuda anticipadamente para así reducir los años que estarían expuestos al Euríbor.
¿Reducir cuota es buena solución?
Otra opción es amortizar anticipadamente parte de la deuda para reducir cuota cada mes si se dispone de ahorros. Si se hace, conviene no olvidar que la cantidad que se amortiza se descuenta del capital pendiente por pagar.
Tampoco que hay entidades financieras que no cobran comisiones por amortización anticipada. Pero, si lo hacen, tienen limitaciones. ¿Cuáles son? En las hipotecas variables, un 0,25% durante los tres primeros años, y nada a partir del cuarto (o un 0,15% durante cinco años y nada a partir del sexto). Mientras que, en las hipotecas fijas, un 2% durante los 10 primeros años y un 1,5% a partir del undécimo.
Eso sí, y de forma extraordinaria, los bancos que hayan decidido acogerse al plan de ayudas a los hipotecados aprobado el año pasado por el Gobierno no podrán cobrar nada por este concepto durante 2023 a quienes tengan una hipoteca variable.
¿Cuáles son las ayudas del Gobierno?
El Gobierno ha lanzado una serie de ayudas a los hipotecados. Eso sí, no sólo deben cumplir una serie de requisitos relacionados con los ingresos sino que, también, tienen que tener contratada su hipoteca en un banco que se haya adherido a las mismas.
¿Cuáles son las medidas impulsadas por el Gobierno? Alargar el plazo de las hipotecas hasta siete años para reducir la cuota; pedir un período de carencia de hasta cinco años en el que solo se paguen intereses o, incluso, solicitar que se congele el pago de la cuota de la hipoteca durante 12 meses.
Pero desde Kelisto lanzan la siguiente advertencia: los gastos derivados de estas operaciones aumentarían el coste final de la hipoteca entre un 16% y un 72%, según la opción elegida.
¿Alargar el precio o negociar una carencia?
Es otra posibilidad al alcance de quienes tienen una hipoteca variable. Si el Euríbor está descuadrando las cuentas de quienes tienen una hipoteca, y no pueden acogerse a las ayudas antes referidas del Gobierno, pueden solicitar una ampliación del plazo de una hipoteca mediante una novación. También pueden negociar una carencia. Es decir, alargar el pago del capital, de los intereses, o de ambos.
Sea cual sea la opción elegida, los trámites tienen costes. El resultado es que se encarece la cantidad que se termina pagando en concepto de intereses.