¿Y tú, cómo pagas tus compras? El plástico se come al efectivo
- Las transacciones con tarjetas ya triplican a las operaciones de retirada de efectivo
- El importe de las compras con tarjeta cada vez es más bajo
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Que sirva como unidad de cuenta. Y como medio de pago. Y como depósito de valor. Cumpliendo estos tres requisitos, el dinero cumple su función como ‘herramienta’ para comprar y vender, ahorrar o invertir. Lo de menos es su apariencia física, es decir, si está reflejado en forma de monedas, billetes, cheques, tarjetas… o móviles o relojes o cualquiera de los últimos dispositivos que ya permiten instalar un ‘monedero’ en su sistema.
Porque la relación con el dinero está cambiando a toda velocidad. Lo ha puesto de relieve esta semana el último informe publicado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre las comisiones de los cajeros automáticos. El documento evidencia tres tendencias principales: la primera, que vamos menos al cajero para retirar efectivo, pero que cuando vamos sacamos más dinero que antes; la segunda, que cada vez pagamos más con la tarjeta; y la tercera, que las operaciones con tarjeta cada vez son por importes más pequeños.
Y todas ellas, en conjunto, manifiestan hasta qué punto está cambiando la concepción del dinero… y hasta qué punto los bancos, los comercios y las nuevas iniciativas tecnológicas con perfil financiero se están amoldando a esta nueva realidad. Por eso los cajeros ya son ahora mucho más que simples expendedores de dinero y están equipados con muchos más servicios; por eso el uso de efectivo está decayendo, aunque aún sea pronto para darlo por ‘muerto’:
Y por eso también los comercios, pese a las reticencias acerca del uso de terminales de puntos de venta (TPVs) están cambio su perspectiva y entienden que las comisiones no son un ‘gasto’, sino una inversión para generar ventas. O dicho de otro modo: sin TPV el riesgo es quedarse sin venta porque puede que el cliente no lleve efectivo, de ahí que su uso esté cada vez más extendido, sea cada vez más aceptado y apruebe cada vez importes más pequeños.
Los datos de la CNMC así lo muestran. Para no ir tanto al cajero, cuando vamos sacamos más dinero. En 2017, 131 euros, 40 euros más que en 2002. En contraste, el montante de las operaciones abonadas con tarjeta ha ido reduciéndose. Si en 2005 las operaciones medias pagadas con el 'plástico' eran de 52 euros, en 2017 este importe descendió hasta los 40 euros -ver gráfico-.
Otra estadística confirma el cambio de hábito en este terreno. En 2017 se registraron 3.400 millones de transacciones con tarjetas, el triple de las retiradas de efectivo que tuvieron lugar en los cajeros -ver gráfico-.
Las observaciones de la CNMC se ven reforzadas por las últimas estadísticas que proporciona trimestralmente el Banco de España (BdE), que no hacen más que constatar la tendencia. Así, aunque el número de cajeros está volviendo a crecer y a mediados de 2018 superaba las 51.500 máquinas, la red todavía está muy lejos de los casi 62.000 cajeros de 2008. Por el contrario, el número de TPVs no deja de crecer y ya supera los 1,8 millones de terminales, una cifra sin precedentes.
Tampoco tiene precedentes el número de tarjetas en circulación. Al cierre de junio, en España había 82 millones de tarjetas de crédito y débito. En 2008, con lo peor de la crisis aún por llegar, llegaron a alcanzarse más de 76 millones, pero jamás datos como los actuales.
En cuanto a los importes, la brecha cada vez es mayor a favor de las operaciones en terminales de puntos de venta. En los seis primeros meses de 2018, las retiradas de efectivo rozaron los 60.000 millones de euros; los pagos en TPVs superaron los 69.000 millones.