Un campo de trigo en Lugansk, región ucraniana ocupada por Rusia.

Un campo de trigo en Lugansk, región ucraniana ocupada por Rusia. Alexander Ermochenko Reuters

Materias primas

Los precios del grano suben hasta un 11% tras el fin del acuerdo de exportación entre Ucrania y Rusia

A pesar de este repunte, el precio del trigo ha caído algo más de un 17% y el del maíz, casi un 21% desde que comenzó la guerra.

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La tensión vuelve a crecer en el mercado de cereales. En algunos casos, los precios del grano han subido cerca de un 11% en los días que han pasado desde que Rusia decidiera el lunes romper el acuerdo de exportación del mar Negro. Durante un año el corredor había aliviado el coste de estos productos básicos.

Exactamente, y teniendo en cuenta su comportamiento en el mercado de materias primas de Chicago, el precio de los futuros del trigo para entrega en septiembre se ha incrementado un 10,7% en dos días, hasta rozar los 7,25 dólares por bushel, una unidad de medida que equivale a unos 14,5 kilos.

Los futuros del maíz han repuntado en el mismo plazo algo menos de un 8,5%, superando así los 5,4 dólares; mientras que el encarecimiento de la soja ha sido del 3%, ya por encima de los 14 dólares. La evolución del precio de estos granos en el mercado de París ha sido similar.

Acuerdo

El pasado lunes Rusia decidió no renovar el acuerdo de exportación de cereales que firmó el 13 de julio de 2022 con Ucrania, bajo la mediación de la ONU y Turquía, y que se ha ido renovando en distintas ocasiones, la última de ellas hace sólo dos meses.

Moscú ha tomado esta decisión al considerar que su parte del acuerdo no se ha cumplido. Las demandas del Kremlin para mantener el pacto son la reconexión del banco agrícola ruso (Rosseljozbank) al SWIFT, el levantamiento de sanciones a repuestos de maquinaria agrícola, el desbloqueo de la logística y seguros de transporte, el descongelamiento de activos y la reanudación de la tubería de amoniaco Togliatti-Odesa, que explotó el 5 de junio.

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Según aseguró este miércoles el Kremlin "apenas se cumpla la parte rusa" de los acuerdos, Moscú volverá a implementarlo “inmediatamente”. Mientras tanto, el Gobierno ucraniano ha informado de que está buscando soluciones para poder seguir exportando grano a los mercados internacionales, al tiempo que Estados Unidos ha acusado a Rusia de cometer "otro acto de crueldad".

Lo cierto es que en el marco de este acuerdo del mar Negro se exportaron desde Ucrania unos 30,3 millones de toneladas de cereales y productos alimenticios, incluidas 625.000 toneladas en buques del Programa Mundial de Alimentos para operaciones de ayuda en Afganistán, Etiopía, Kenia, Somalia y Yemen, según datos de mayo de Reuters.

Caída de los precios

El corredor ha supuesto un alivio para los precios de estos cereales. Desde su puesta en marcha hace ahora algo más de un año, el coste del trigo ha caído un 9% y el del maíz, algo más de un 26%.

Ambos productos básicos son ahora más baratos de lo que lo eran antes del inicio de la guerra, y valen mucho menos de lo que llegaron a valer durante las primeras semanas del conflicto.

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Desde que Rusia decidió invadir Ucrania, el precio del trigo ha caído algo más de un 17% y el del maíz, casi un 21%. Tal y como explica Leticia Poole, profesora de Economía de la Universidad Europea, “ha habido varios factores que han contribuido a esta ‘nueva normalidad’”.

Se pueden resumir en el “el abaratamiento de las materias primas de la agricultura, como los fertilizantes”, el menor coste “del transporte marítimo, tras la crisis de los últimos confinamientos de China del año pasado”, la caída del petróleo y la “una buena cosecha esperada para la temporada 22/23, fundamentalmente en Australia y Canadá”.

A la bajada de los precios de los cereales también han contribuido las subidas de los tipos de interés en la eurozona. El incremento de las tasas de referencia -de 400 puntos básicos en un año- por parte del Banco Central Europeo (BCE) ha permitido la apreciación del euro, lo que ha abaratado las importaciones en los países que cuentan con la moneda comunitaria.

Además, “los futuros agrícolas también han bajado de precio, y se asume que parte de esa reducción corresponde con un menor atractivo para los especuladores, quienes se ven más atraídos por otras inversiones”, subraya Poole.

Próxima temporada

Sin embargo, la misma experta advierte de que “la prolongación de la guerra podría tener un impacto significativo en la producción y exportaciones de Ucrania durante la próxima temporada”.

El Consejo Internacional de Cereales (CIC) ha revisado a la baja su pronóstico mundial de grano para la temporada 2023/2024, “debido a la sequía que está afectando a las principales regiones productoras de cereales”, entre las que se encuentra Estados Unidos.

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El organismo espera un volumen de producción de 2.292 millones de toneladas, 2 millones de toneladas menos que en su estimación de mayo. A pesar de ello, el volumen global previsto supera en un 1,4% al registrado en la temporada 2022/2023, “principalmente debido al incremento en la producción de maíz, ya que se espera una disminución considerable en la cosecha de trigo”, explica Poole.

El CIC sí espera un volumen récord de consumo, de 2.306 millones de toneladas, sobre todo por la demanda para alimentación animal. En concreto, y en un contexto de sequía, el cereal destinado a pienso para animales podría alcanzar los 1.041 millones de toneladas, sólo ligeramente por debajo de los 1.042 millones de hace dos años.