La fortaleza del dólar da la puntilla al oro: el metal precioso cae más de un 5% en el año del miedo a la recesión
Otros activos, como la deuda pública y la divisa estadounidenses, le hacen sombra en su condición de activo refugio.
El oro no atraviesa precisamente por uno de sus mejores momentos a pesar de la elevada inflación y los signos de desaceleración económica. Llegados a este punto del 2022, el metal precioso -considerado como uno de los principales activos en el que los inversores se pueden refugiar de las caídas de las bolsas- cae algo más de un 5%.
El oro comenzó el ejercicio en positivo, beneficiado por la incertidumbre que generó la invasión de Ucrania por parte de Rusia. El 7 de marzo, pocos días después de que las tropas rusas cruzasen la frontera, esta materia prima marcó máximos anuales.
Lo hizo por encima de los 2.000 dólares por onza, un nivel que no cruzaba desde 2020, cuando su valor se disparó a consecuencia del coronavirus. En torno a los 1.735 dólares por onza, la caída registrada desde entonces supera el 19%.
Dólar
El metal precioso ronda mínimos de nueve meses tras sumar cuatro caídas semanales consecutivas. La puntilla se la ha dado la fortaleza del dólar.
El índice dólar, un indicador que sirve para medir la fortaleza del ‘billete verde’ frente al resto de divisas más importantes del mundo, ha alcanzado máximos de los últimos 20 años. La subida acumulada en el ejercicio roza el 13%.
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Y la buena salud del mercado laboral estadounidense ha reforzado a la divisa. El viernes pasado se conoció que EEUU creó en junio 347.000 nuevos puestos de trabajo, por encima de lo previsto, y la tasa de paro se mantuvo en el 3,6%.
Y no solo sirvió para respaldar al dólar, también reafirmó la posibilidad de que la Reserva Federal de EEUU (Fed) lleve a cabo una nueva subida de tipos de 75 puntos básicos en su reunión de julio. El mercado la da ya prácticamente por hecha.
Deuda
De la mano de las subidas de tipos, los intereses ofrecido por la deuda del Tesoro se han incrementado con fuerza. La rentabilidad exigida al bono estadounidense a 10 años se mantiene cerca del 3% tras llegar a rozar el 3,5% a mediados de junio. Comenzó el ejercicio en torno al 1,5%.
La fortaleza del dólar y las altas rentabilidades de los bonos, explican en la gestora Wisdomtree, “repercuten de manera negativa sobre el oro, mientras que los mayores niveles de inflación lo hacen de manera positiva”.
Sin embargo, la escalda de los precios parece no impulsar su cotización. Mientras la pérdida de valor del oro se acrecienta, la inflación llega a alcanzar máximos históricos en muchas de las principales económicas del mundo.
Por limitarlo a dos ejemplos, la inflación en la eurozona alcanzó en junio otro récord al situarse en tasa interanual en el 8,6%. Es la misma tasa que la registrada en EEUU en mayo. En su caso, alcanzó niveles no vistos desde 1981.
A este contexto se suman las previsiones que apuntan que al final de este ejercicio o a comienzos de 2023 tenga lugar una recesión económica a consecuencia del endurecimiento de la política de los bancos centrales, así como por la crisis energética que acecha especialmente a Europa.
Para los analistas de Julius Baer los tambores de recesión no son suficientes. El único caso alcista para el oro sigue siendo que tenga lugar una, ya que esta “conduciría a un repunte significativo en la demanda de refugio seguro”.
Recesión
Sin embargo, su escenario base sigue siendo que la Fed luchará contra la inflación con éxito, sin empujar a la economía de EEUU a la recesión, que la demanda de refugio por parte de los inversores se desvanecerá y que los precios del oro “bajarán gradualmente en un horizonte de largo plazo”.
El metal podría volver a los niveles previos a la pandemia, alrededor de los 1.500 dólares por onza, a pesar de “estar en desacuerdo con el contexto económico actual y probablemente abriría una oportunidad de compra”, apuntan. En el caso de que tuviera lugar una contracción económica ven al metal precioso en los 2.100 dólares por onza.
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Los expertos de J. Safra Sarasin SAM han reiterado sus perspectivas positivas sobre el oro. Su análisis de las anteriores recesiones revela que el metal precioso suele obtener mejores resultados cuando la actividad económica se contrae, “lo que apunta a un potencial alcista”.