El euro pierde los 1,08 dólares: la divisa estadounidense se beneficia de la ‘crisis’ del techo de deuda del país
La revalorización que la moneda europea acumula frente al billete verde este 2023 se ha reducido al 0,6%.
Hace solo unos días el euro superaba los 1,1 dólares y ahora se cambia por debajo de los 1,08 billetes verdes. La caída acumulada en mayo es del 2,2%. El peor comportamiento de la divisa comunitaria se explica por la revalorización de la moneda estadounidense, que se ve beneficiada por la incertidumbre en torno al techo de deuda de Estados Unidos, entre otras cuestiones.
Y todo ello a pesar de que los últimos datos confirmaron la tendencia a la baja de la inflación estadounidense y que, a su vez, refuerzan los argumentos a favor de que el agresivo ciclo de subida de tipos de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha llegado a su fin.
El buen comportamiento del dólar, que ha alcanzado máximos del último mes, se explica por un conjunto de factores. Itsaso Apezteguía, analista de Ebury, atribuye la apreciación "al posicionamiento del mercado, la recogida de beneficios y a la aversión al riesgo desatada en el mercado tras los débiles datos de inflación de China".
Techo de deuda
Además, apunta que "la crisis del techo de deuda en Estados Unidos puede dejar al gobierno del país sin dinero para pagar las facturas a partir de junio también parece estar beneficiando al dólar".
Aunque pueda parecer contraintuitivo que un impago de Estados Unidos lleve a un fortalecimiento de la divisa estadounidense, "es la tendencia observada en el mercado", señala Apezteguía. La volatilidad beneficia al dólar por su condición de refugio seguro.
Por ello, en Ebury creen que hasta que no haya "indicios de que demócratas y republicanos se acercan en cuestiones fundamentales, llegando a un acuerdo para evitar el impago, el billete verde podría continuar con la tendencia alcista frente a las divisas del G10".
"Una vez que ambas partes lleguen a un acuerdo y las aguas se calmen, esperamos que los factores habituales vuelvan a ser los impulsores en los mercados de divisas, y que el dólar se desinfle ante una mayor calma de los inversores, al perder su atractivo como refugio seguro", añade.
Fed vs. BCE
Pese a los descensos de los últimos días, el euro se ha visto impulsado en 2023 por las crecientes expectativas de que el diferencial de tipos entre Estados Unidos y la eurozona se reducirá este año. De esta forma, el saldo para la divisa europea sigue siendo positivo, al apreciarse un 0,6% desde enero.
La Fed, que comenzó a subir los tipos de interés en marzo de 2022, ha elevado el precio del dinero hasta el rango de entre el 5% y el 5,25%. El Banco Central Europeo (BCE) dio inicio a los incrementos en julio del año pasado y los ha llevado -en el caso de la facilidad de depósito, la referencia para el mercado- hasta el 3,75% actual.
El "principal dilema que surge ahora", según explica Juan José del Valle, analista de Activotrade, es "saber quién se equivoca", si el mercado o la Fed. Lo cierto es que "hay una divergencia muy grande" entre lo que descuentan los inversores -dan una probabilidad del 40% a que los tipos bajen 50 puntos básicos en Estados Unidos- y "lo que piensa o dice la Fed con Jerome Powell a la cabeza".
En Activotrade creen que hay "un riesgo muy alto de que el mercado se equivoque y de que las subidas de tipos sigan en los Estados Unidos, deparando mayores subidas en dólar y posiblemente dificultades en renta variable".
Pero al BCE también le queda camino por recorrer. El mercado da por hecho un nuevo alza de 25 puntos básicos en junio. A partir de ahí, los inversores sólo prevén una probabilidad implícita del 50/50 de una subida adicional en julio.
"Esto parece demasiado conservador teniendo en cuenta el contexto macroeconómico, en particular la altísima inflación subyacente", apunta Apezteguía. Por ello, en Ebury creen que "se avecinan, al menos, dos subidas de tipos adicionales de 25 puntos básicos, con la posibilidad de que se produzca otra si la inflación sigue superando las expectativas".
En su opinión, la reducción de los diferenciales de tipos de interés entre Estados Unidos y la eurozona debería elevar al par EUR/USD hacia el nivel de 1,12 a finales de año, y hacia los 1,15 dólares a finales del próximo ejercicio.