Un yuan chino sobre varios billetes de dólar estadounidense.

Un yuan chino sobre varios billetes de dólar estadounidense. Dado Ruvic Reuters

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La hegemonía del dólar como divisa, en riesgo: China y los BRIC luchan por romper el predominio de EEUU

La crítica de Donald Trump no llega en el mejor momento para la divisa, que se deprecia casi un 2% frente a las principales monedas.

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El expresidente de Estados Unidos Donald Trump pronunció un discurso en su residencia en Mar-a-Lago (Florida) el pasado martes después de ser imputado en Nueva York por cargos de delito grave de falsificación de registros comerciales. Entre otras consideraciones, apuntó que el dólar estadounidense “se está derrumbado y pronto dejará de ser la referencia mundial”, lo que será “la mayor derrota en 200 años” del país.

Lo cierto es que, hoy en día, la moneda estadounidense representa algo más del 60% de las reservas globales de divisas de los bancos centrales, cuando a principios de la década de 1970 superaba el 80%.

Pero ¿está la hegemonía del dólar realmente en riesgo? En un informe titulado The Future of the Monetary System elaborado por Credit Suisse Research Institute los expertos de la entidad consideran que “en la actualidad, no hay candidatos claros para sustituir al dólar estadounidense como moneda principal de referencia". La creación de una moneda mundial, además, "sigue siendo poco probable dada la inestabilidad del entorno geopolítico actual”.

Sin embargo, apuntan que “la profundización de los mercados de capitales y el aumento del comercio entre los principales mercados emergentes están potenciando el papel de sus monedas”, especialmente después de la guerra entre Rusia y Ucrania, que comenzó el 24 de febrero de 2022.

De hecho, los BRICS -como se conoce al grupo de países integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- están desarrollando su propia moneda, según adelantó hace unos días el vicepresidente de la Cámara baja rusa, Alexandr Babakov, en un foro económico celebrado en Nueva Deli (India), según recogen varios medios.

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Tal y como revela el informe de Credit Suisse, hay tres factores que podrían derivar en una merma aún mayor del papel que desempeña el dólar estadounidense en las reservas de divisas mundiales.

Se trata de “la necesidad cada vez menor de reservas de divisas en un entorno de tipos de cambio variables, las políticas activas de diversificación de los bancos centrales y el mayor uso de acuerdos de divisas recíprocos de carácter temporal (líneas swap) entre bancos centrales”.

Ni el euro ni el yuan

Con todo, “en el futuro próximo no hay ningún candidato claro que pueda sustituir al dólar estadounidense como moneda de referencia principal; ni el euro ni el renminbi -la moneda china cuya unidad básica es el yuan- pueden considerarse monedas hegemónicas alternativas”, consideran en la entidad suiza.

El euro representa alrededor del 20% de las reservas internacionales de divisas, solo por detrás del dólar estadounidense. La moneda comunitaria puede negociarse libremente sin que las fronteras nacionales supongan un obstáculo, un requisito clave para convertirse en líder. Sin embargo, “los responsables políticos de la zona euro claramente no están haciendo ningún esfuerzo por que asuma ese papel”, destacan en Credit Suisse.

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La ausencia de una unión fiscal y de activos comunes 'seguros', así como de una unión bancaria, son otros de los impedimentos para que pueda asumir un papel dominante en el sistema monetario mundial”.

China, por el contrario, es una sola entidad fiscal y los pocos grandes bancos del país pueden considerarse bancos especializados en la intermediación financiera. Sin embargo, “el renminbi carece de la tercera característica esencial para que pueda considerarse un competidor del dólar estadounidense: la movilidad internacional del capital”.

Los analistas de Credit Suisse consideran “poco probable que China liberalice y abra por completo sus mercados financieros para permitir operaciones transfronterizas”. Esta es la razón principal por la que el porcentaje del renminbi en las reservas de divisas globales sigue siendo tan reducido.

Ni las críticas del expresidente estadounidense ni la posibilidad de que los BRICS den pasos hacia una moneda propia han tenido lugar en un buen momento para el dólar.

Refugio

En 2022 la divisa estadounidense se benefició de su papel como activo refugio y la mejora de los términos de intercambio en el comercio exterior de Estados Unidos, que es exportador neto de energía, así como de las fuertes subidas de tipos llevadas a cabo por la Reserva Federal (Fed) en relación a la de otros bancos centrales.

Pero “en términos generales, gran parte de estos factores, si bien aún sobre la mesa, han perdido fuelle a partir del pasado noviembre”, apunta Antonio Montilla, economista sénior de CaixaBank Research.

“Y es que, a pesar de la extensión de la guerra en Ucrania, los mercados energéticos se han estabilizado y, con ello, la mejora en los términos de intercambio en Estados Unidos se ha desinflado. Por su parte, la Fed parece dar señales de que el fin del endurecimiento monetario se acerca, algo que luce más distante para el Banco Central Europeo (BCE)”, explica Montilla.

El dólar no ha dejado de debilitarse en los últimos meses, pero en la última semana ha acelerado el ritmo. Según datos de Refinitiv, el índice del dólar -que mide el comportamiento de la divisa estadounidense frente al euro, el yen, la libra esterlina, el dólar canadiense, la corona sueca y el franco suizo- ha tocado mínimos de los últimos dos meses al caer a 101,43 puntos. Desde que comenzó el ejercicio el descenso ronda el 1,6%.

¿Bajada de tipos?

La posibilidad de que el banco central estadounidense reduzca los tipos de interés a finales de este ejercicio -un escenario que cada vez gana más adeptos- puede provocar una caída adicional del 10% o el 15 del dólar en el próximo año y medio, tal y como ha advertido Stepehn Jen, director ejecutivo de Eurizon SLJ.

Jen basa su pronóstico en las expectativas de que la inflación en Estados Unidos se desacelerará a un ritmo similar al que aumentó durante 2021 y la primera mitad de 2022, según informa Bloomberg.

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Este experto -junto a sus colegas de Morgan Stanley- creó hace 20 años la teoría de la sonrisa que, de forma resumida, evalúa el comportamiento del dólar frente a otras divisas en dos escenarios extremadamente diferentes, cuando la economía estadounidense es fuerte y hay optimismo en los mercados y cuando la economía global va mal y el apetito por el riesgo es bajo.

En ambos casos, la divisa estadounidense se vería beneficiada. Por el contrario, el dólar se hundiría en medio de los dos extremos, comportamiento que gráficamente parece dibujar una sonrisa, ya que los flujos del dólar se reorientarán hacia activos de mayor riesgo pero con mejores resultados. Y “esta es la situación actual”, apuntan en Schroders.