La interrupción del suministro de gas a Europa por parte de Rusia golpea al euro. La divisa comunitaria ha caído por debajo del nivel de los 0,99 dólares por primera vez en dos décadas, después de que Gazprom no haya reanudado el flujo a través del gasoducto Nord Stream 1.
Aunque tras la apertura de las bolsas europeas ha recuperado algo de terreno, el euro ha llegado a cambiarse a 0,988 dólares, su nivel más bajo desde 2002. Por el contrario, el índice dólar, - que mide la evolución del 'billete verde' frente a una cesta formada por las seis divisas más importantes- ha alcanzado máximos de los últimos 20 años.
El corte de suministro podría seguir afectando al euro, ya que no parece tener visos de solucionarse, al menos a corto plazo. Gazprom ha advertido de que el gasoducto permanecerá cerrado hasta nuevo aviso a consecuencia de una fuga de aceite.
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Sin embargo, la decisión de Gazprom se conocía justo después de que el G7 alcanzase un acuerdo para imponer un límite al precio de compra del crudo ruso y así reducir los ingresos del Kremlin, que ha replicado con la amenaza de cortar el suministro de petróleo y gas.
El gigante ruso preveía retomar el pasado sábado el flujo de gas a un nivel de 33 millones de metros cúbicos diarios, cantidad equivalente al 20% de la capacidad efectiva de esta infraestructura, según la agencia Bloomberg.
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El cierre del Nord Stream 1 ha tenido su efecto inmediato en el precio del gas natural. El TTF se ha llegado a disparar más de un 20% en el mercado holandés, el de referencia en Europa, hasta rozar los 260 euros por megavatio hora (Mwh).
"No podemos confiar en las perspectivas del gas natural en Europa, y esto es negativo para el euro. Depende en gran medida de Putin", han señalado los analistas de Citigroup en una nota recogida por Reuters.
La crisis energética y la debilidad de la moneda añaden más presión al banco central europeo (BCE) de cara a la reunión que mantendrá el próximo jueves. El mercado ya valora con una posibilidad del 80% que la institución que preside Christine Lagar eleve sus tasas de referencia 75 puntos básicos.
Impacto
“En este contexto, es previsible que los precios del gas marquen nuevos máximos, mientras Europa explora medidas para controlar el impacto económico”, apuntan los analistas de Renta 4. Para ello, los ministros de Energía de los países de la Unión Europea (UE) debatirán el próximo viernes las opciones existentes.
Entre ellas se encuentran la limitación de los precios del gas y las líneas de crédito de emergencia para los participantes en el mercado energético, según publica Reuters.
A mediados del pasado julio el euro perdió la paridad frente al dólar por primera vez desde noviembre de 2002. Poco después, lograba recuperar el cambio uno a uno y mantenerse por encima del mismo durante más de un mes.
Volvió a perder la paridad a finales de agosto, después de que el presidente del banco central de Alemania -el Bundesbank-, Joachim Nagel, no descartase la entrada en recesión del país. Desde entonces ha permanecido -salvo en algunas sesiones- por debajo del dólar.
Perspectivas
La crisis energética ha provocado que las perspectivas económicas de la eurozona hayan empeorado, mientras parece que la subida de los precios todavía no ha tocado techo. La inflación anual se disparó hasta el 9,1% durante el mes de agosto -dos décimas más que en julio- según la estimación preliminar.
A pesar de haber entrado en recesión técnica, las previsiones económicas de Estados Unidos -menos afectado por las consecuencias de la guerra- no son tan negativas como las de la eurozona y esa diferencia sirve de apoyo al dólar.
Tras los últimos descensos, la moneda comunitaria ya pierde un 12,7% de su valor en 2022 frente a la divisa estadounidense.
A falta de que se conozca el dato de agosto, la escalada de los precios se moderó en Estados Unidos durante el mes de julio. La tasa interanual de la inflación se situó en el 8,5%, gracias a una ralentización en los precios de la energía y, concretamente, del coste de la gasolina y el gas natural.
A la moderación de los precios se suma la buena salud del mercado laboral. A pesar de que la tasa de paro estadounidense se elevó en agosto dos décimas, hasta el 3,7%, la primera economía del mundo logró crear 315.000 nuevos puestos de trabajo.