Joachim Nagel, el presidente del banco central de Alemania -el Bundesbank- ha pronosticado este sábado que el país se enfrentará a una inflación del 10% el próximo otoño. Ante la fuerte escalada de los precios, reclamó una nueva subida de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE).
Nagel ha señalado que la subida de la inflación -que en julio se situó en el 8,5%- se vería impulsada por el fin de medidas como las subvenciones al precio de los carburantes y del transporte público, además de por la aplicación de un nuevo suplemento al precio del gas.
Así lo ha indicado en una entrevista al diario Rheinische Post. "Una tasa de inflación de dos dígitos se dio por última vez en Alemania hace más de 70 años," ha afirmado el presidente del Bundesbank, quien ha agregado que si se agudiza la crisis energética, una recesión el próximo invierno "parece probable".
Más subidas del BCE
Durante el primer semestre del año, la economía alemana ha reaccionado relativamente bien a las difíciles condiciones. Sin embargo, ha alertado de que los problemas de suministro adicionales -como la interrupción del transporte fluvial por la sequía- podrían enturbiar las expectativas.
La escalada de precios no se detendrá en un futuro próximo, ha augurado. Por ello, ha indicado que a lo largo de 2023 la tasa de inflación estará por encima del 4,5% que había pronosticado la institución germana.
Por todo ello, el jefe del Bundesbank ha reclamado una nueva subida de tipos de interés por parte del BCE. En su opinión, ésta es una expectativa generalizada, aunque no ha querido proporcionar ninguna cifra concreta sobre de qué proporción debería ser el próximo incremento.
La institución presidida por Christine Lagarde ya elevó sus tasas de referencia el pasado julio, cuando las incrementó 50 puntos básicos. El BCE celebrará su próxima reunión el próximo 8 de septiembre.