Los principales índices de Wall Street no lograban revertir los descensos sufridos durante la semana anterior. El parqué neoyorquino se volvía a teñir de rojo en la apertura de la sesión de este lunes, mientras que las preocupaciones sobre que los tipos de interés permanecerán elevados durante mucho tiempo se enquistaban.
El Dow Jones bajaba un 0,26%, hasta los 33.875,25 puntos; el S&P 500, un 0,35%, hasta los 4.304,57 puntos, y el Nasdaq, un 0,53%, hasta los 13.142,66 puntos.
Dow (+1,31%), Walt Disney (+0,29%) y UnitedHealth (+0,29%) lideraban las caídas del Dow Jones, mientras que 3M (-1,17%), Merck (-1,03%) y Salesforce (-0,93%) sufrían los mayores descensos.
Wall Street cerró la semana pasada con pérdidas acumuladas, después de que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) dictara una pausa en la trayectoria de los tipos de interés, pero dejara la puerta abierta a nuevas subidas.
En el cómputo semanal, el más perjudicado fue el índice Nasdaq, cuyo descenso fue del 3,6%. El S&P 500 se dejó un 2,9%. Ambos índices encadenaron su tercera semana consecutiva en rojo. Fue, además, la mayor caída semanal de ambos indicadores desde principios de marzo.
[Wall Street: una pausa de la Fed envenenada]
Por su parte, el Dow Jones restó un 1,9%. El banco central estadounidense decidió el miércoles, tras su reunión de política monetaria, mantener los tipos de interés en su horquilla actual, entre el 5,25% y el 5,5%, tal y como se esperaba, pero pronosticó que habrá otra subida antes de que acabe el año por la persistencia de la inflación.
Pocos días después de que tuviera lugar la mencionada decisión, algunos responsables de política monetaria advirtieron de nuevos incrementos de las tasas de referencia. Mientras que la presidenta de la Fed de Boston, Susan Collins, dijo que un mayor ajuste “ciertamente no está descartado”, la gobernadora Michelle Bowman señaló que probablemente será necesario más de un aumento.
Rentabilidad de la deuda
La incertidumbre en torno a la trayectoria de los tipos de interés, incluida una posible subida a finales de año y las expectativas de menos recortes en 2024 y 2025, han impulsado la rentabilidad de la deuda estadounidense.
El interés ofrecido por el bono de Estados Unidos a 10 años ha llegado a tocar el 4,5%, algo que no ocurría desde noviembre de 2007. El interés de los bonos a 2 años se acercaba al 5,2% para revalidar niveles no vistos desde 2006.
Frente al incremento de la rentabilidad de la deuda, las grandes compañías tecnológicas como Apple, Microsoft, Tesla y Meta -muy sensibles a los movimientos de los tipos de interés- cedían entre un 0,2% y un 0,4% tras el toque de campana de este lunes.
Los inversores esperaban la publicación, el próximo jueves, de la revisión del Producto Interior Bruto (PIB) de Estados Unidos del segundo trimestre, así como del índice de precios del consumo personal (PCE) de agosto, el indicador de inflación preferido por la Fed.
Según la herramienta FedWatch de CME, el mercado da una probabilidad del 74% a que el banco central estadounidense mantendrá sin cambios los tipos de interés en noviembre. Las posibilidades de que tampoco toque las tasas en diciembre son del 59%.
Otros factores como la escalada de los precios del petróleo (el West Texas superaba los 92 dólares por barril) o el posible cierre del Gobierno en Estados Unidos también podrían influir en el devenir del parqué estadounidense.
Además, como anticipo a la temporada de publicación de resultados trimestrales, esta semana se conocerán las cuentas de grandes compañías estadounidenses como Micron Technology, Nike y Costco.