El endurecimiento de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) ha elevado los costes de financiación de España, aunque su impacto es todavía contenido. Así lo ha reconocido el secretario general del Tesoro y Financiación Internacional, Carlos Cuerpo, durante la presentación de la estrategia del organismo para 2023.
La hoja de ruta del Tesoro para este recién estrenado ejercicio que parte de un escenario conservador que podría ser revisado a lo largo del año, a medida que se clarifiquen las principales incertidumbres económicas y geopolíticas.
Por ahora, y tal y como ya anticipó el Gobierno, la financiación neta se mantendrá en 70.000 millones de euros, la misma cifra que en 2022, después de reducirla en 5.000 millones. La emisión bruta ascenderá hasta los 256.846 millones de euros, un 10% más.
"Punto de inflexión"
La previsión del organismo dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital contempla que el coste medio de la cartera mantenga la tendencia observada en 2022, a pesar del “punto de inflexión” que suponen las subidas de tipos ejecutadas por el BCE durante la segunda mitad del pasado ejercicio.
“Esperamos que el coste medio siga creciendo, pero de forma muy contenida” ha señalado Cuerpo. "Pese a la subida de 250 puntos básicos de los tipos oficiales, el coste medio de la deuda del Estado solo ha aumentado en nueve puntos básicos", hasta el 1,73 %, gracias al incremento de la vida media de la cartera", ha explicado ante la prensa.
En este contexto, el Tesoro prevé “cierta continuación en nuestra carga total de intereses para los próximos años, en unos entornos además que están en niveles históricamente bajos”. En 2021, la ratio fue del 3,6% del PIB.
Según ha explicado Cuerpo, la carga total de intereses se mantendría estable en términos relativos, ya que su crecimiento irá de la mano de una mejora de la situación económica de España. Asimismo, espera que el dato de 2022 esté por debajo de lo anteriormente presupuestado.
Los Presupuestos Generales de 2022 anticipaban que el Estado debería pagar 30.175 millones de euros en concepto de intereses de la deuda. Los de este 2023 han elevado esa partida hasta los 31.275 millones de euros como consecuencia del alza de los tipos de interés.
En cuanto a la vida media de la deuda, las previsiones del Tesoro apuntan a que esta se mantendrá en este ejercicio en torno a los 8 años.
Retirada del BCE
Además de estar inmerso en un ciclo de subida de tipos que por ahora parece no tener freno, el BCE también comenzará a dar pasos en la reducción de su balance. A partir de principios de marzo de 2023, el tamaño de la cartera del APP descenderá a un ritmo mesurado y predecible, dado que el Eurosistema no reinvertirá íntegramente el principal de los valores que vayan venciendo.
El descenso será, en promedio, de 15.000 millones de euros mensuales hasta el final del segundo trimestre de 2023 y, a partir de entonces, su ritmo se determinará más adelante.
Desde el organismo han restado importancia a la retirada del BCE del mercado. En este sentido, Álvaro López Barceló, director general del Tesoro y Política Financiera, ha destacado que la flexibilidad de las reinversiones del programa de compras especial por la pandemia (PEPP) hace que ya se produzcan ventas en algunos países.
Es lo que ha sucedido con España en los últimos cuatro meses y “lo que hemos observado no ha sido un aumento del diferencial, sino más bien todo lo contrario, un estrechamiento de la prima de riesgo”, ha señalado.
En cualquier caso, España deberá jugar “partido a partido” a partir de junio. Así ha mostrado su prudencia Cuerpo, quien ha aludido a la adaptación de los mercados a esta nueva situación que tendrá lugar a partir del segundo trimestre.
Bancos
“Aunque haya un cambio en los flujos y el BCE comience a salir, el impacto que esto tiene en términos de cartera empezará a verse de forma progresiva”, ha explicado Cuerpo.
Y lo que se observa “ya desde este año es un aumento de la participación de los bancos domésticos”. Según las cifras ofrecidas por el Tesoro, las entidades nacionales compraron 26.000 millones de deuda española en 2022. En sus manos ya está el 13,57% del total.
Atractivo
En un contexto de incremento de los intereses ofrecidos a los inversores, el Tesoro ha observado un renovado interés por la deuda española, “desde inversores particulares a instituciones financieras domésticas”.
Los inversores reaccionan a la mayor rentabilidad ofrecida por estos títulos. Es lo que ha sucedido en la subasta que el Tesoro ha realizado este jueves y en la que la demanda ha superado los 13.000 millones de euros, una de la más elevada de toda la serie histórica.
“Los tipos hacen que el producto financiero que se ofrece al mercado sea competitivo frente a otras alternativas”, ha destacado López Barceló.
En este contexto, el secretario general del Tesoro ha recomendado a los ahorradores españoles y extranjeros con capacidad de invertir que lo hagan en deuda pública española, no solo por su rentabilidad, “sino además por la seguridad” en el contexto de incertidumbre actual. Es “una inversión segura y rentable”.