El Gobierno ha presentado este jueves en el Congreso de los Diputados los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2023. Entre sus muchas partidas, una de ellas se refiere a la financiación del Estado durante el próximo ejercicio. Según la misma, España reducirá su emisión neta de deuda hasta los 70.000 millones de euros, pero el pago de intereses se incrementará hasta los 31.275 millones.
Por tanto, las emisiones de deuda neta se reducirán en 2023 un 6,6% respecto a los 75.000 millones del ejercicio anterior. Frente a esta reducción, el pago de los intereses de la deuda pública crecerá un 3,6%.
Si se desglosa por tipo de instrumento, el Proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado prevé que las letras del Tesoro Público aporten financiación neta negativa por 5.000 millones, por lo que los bonos y obligaciones del Estado, junto con el resto de las deudas en euros y en divisas, aportarán los 75.000 millones restantes.
Emisiones brutas
Si a la financiación neta se les suman las amortizaciones, el resultado son unas emisiones brutas de deuda de alrededor de 256.930 millones de euros, un 8,2% más que las previstas para el ejercicio 2022. Al igual que en los últimos años, el grueso de la emisión bruta prevista se concentrará en letras, bonos y obligaciones del Estado.
Según se indica en el mismo documento, el Gobierno prevé que la vida media de la deuda del Estado se estabilizará en el entorno de los 8 años, “niveles históricamente altos que contrastan con lo sucedido durante la crisis financiera de la década pasada”. Por ello, el Ejecutivo entiende que “pese a la complejidad del contexto actual, se mantiene y consolida la resiliencia de la cartera de deuda acumulada en los últimos años”.
Esa "complejidad del contexto actual" se refiere a que, desde finales del primer trimestre del año, se han registrado subidas generalizadas de las rentabilidades de la deuda en los mercados secundarios.
Lo han hecho en un escenario de mayor inflación y de endurecimiento de la política monetaria por parte de los bancos centrales, que se han lanzado a subir los tipos de interés con fuerza para intentar frenar la escalada de los precios.
Costes
A pesar de lo anterior, el coste medio de la deuda del Estado en circulación sigue manteniéndose en niveles históricamente bajos, situándose a finales de agosto de 2022 en el 1,61%, por debajo del 1,64% al que cerró 2021. El coste medio de las emisiones efectuadas hasta agosto de 2022, por su parte, ascendió hasta el 0,89%, según los datos recogidos en el conocido como libro amarillo.
El Ejecutivo espera que este concepto siga incrementándose en lo que resta de 2022, así como en 2023, aunque “de forma muy gradual, a medida que van venciendo antiguas referencias con cupones elevados que son sustituidas por nuevas referencias con cupones más bajos”.
El Gobierno también destaca como factor positivo “el bajo riesgo de refinanciación de la cartera, de forma que sólo un pequeño porcentaje de la deuda debe refinanciarse cada año y se ve expuesta a los mayores tipos de interés”.
España ha emitido este mismo jueves 5.407 millones de euros en una nueva subasta de deuda en la que ha ofrecido cuatro denominaciones distintas a medio y largo plazo. Entre ellas, ha emitido obligaciones a diez años, cuyo interés marginal ha alcanzado máximos de hace más de ocho años.
En lo que respecta a deuda a menor plazo -por ejemplo, letras a 6 y 12 meses-, España ya remunera a los inversores con los más elevados intereses en casi una década. Para encontrar una rentabilidad mayor hay que remontarse hasta diciembre de 2012.